jueves, 13 de diciembre de 2012

FELIZ NAVIDAD

En estas próximas fiestas, desearos que tengáis una feliz Navidad y un prospero año nuevo.  Ya nos gustaría que la situación estuviera más optimista para esperar que pasadas estas fechas, todos  volvieran a su vida diaria, a sus quehaceres. Que las preocupaciones por el futuro no nos atenace por más tiempo.
Lo dicho. Feliz Navidad. Que 2013 no venga tan pesimista como se nos va este año. No volveremos por aquí hasta después de Reyes. Salud para todos.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

RECUERDOS DEL MES DE DICIEMBRE


Este mes de diciembre, festivo por antonomasia, nos ha traído también los primeros fríos. Nos hacen recordar cuando en las casas nos calentábamos con el brasero de picón. O algún que otro infernillo, que se solía poner bajo la mesa camilla. Artilugios que alguna vez tuvimos que reparar cambiándole la resistencia, o empalmando los extremos para seguir aprovechándola. Y es que antes, el suministro eléctrico lo recibíamos de la Compañía, pero solo a partir de la tarde. Para cocinar había que recurrir al carbón o al “petroman”. 

Las habitaciones nos parecían neveras, de lo fría que estaban. Y para dormir nos echábamos tanto peso encima, hasta la pelliza del abuelo, que moverse nos costaba trabajo. Por eso, cuando nuestra madre nos llamaba para ir al colegio, abandonábamos rápidamente la cama para vestirnos todavía más rápidos. El trayecto hasta la Escuela Grande era sentir el frio en todo el cuerpo, y no se nos quitaría hasta llegar a clase. 

Eran días de carámbanos. Lo comprobábamos en el hielo que se formaba en la palangana si la habíamos dejado con agua a la intemperie. En la estatua que se había formado al congelarse una prenda tendida en el alambre. O en que el papel de estraza parecía estar rígido, como almidonado. Cualquier pequeño regajo se congelaba, y encontrábamos diversión en hacerlos crujir bajo nuestros pies escuchando el ruido al romperse. Cruzábamos el patio en dirección a la clase de Doña Pepita. Antes estaba la de D. Francisco, a la que iban alumnos mayores. Al abrir la puerta, el permiso para entrar se solicitaba exclamando: “Ave María Purísima” y se concedía replicando: “Sin pecado concebida”. Costumbre esta arraigada en otros pueblos cercanos y utilizada incluso para acceder a casa particulares. Con el tiempo, mentar a la virgen se fue sustituyendo por el “se puede”, o “con permiso”. 

Las aulas de la Escuela Grande, donde se impartían las clases, tenían chimeneas, y en acarrear o partir algunos troncos participamos alguna vez. Aunque esto, ya en la clase de Don Gonzalo. Así, al fuego de la lumbre, empezábamos muchas veces la lectura de “Vidas ejemplares”. Que ese creo recordar que era el título del libro. Abandonábamos la clase para salir al recreo, al toque de campana, y muchas veces vimos pasar las locomotoras arrastrando vagones cargados de mineral que trasladaban desde Sierra Bullones para llevar a Corrales. Una vez se comentó que había ocurrido un descarrilo antes de llegar al puente Negro, y un grupo de alumnos, al salir de clase, hasta allí nos fuimos andando. Otras veces nos íbamos a los eucaliptos que había por bajo de la escuela, al comienzo de los huertos. También había por allí los restos de un lavadero público, similar al que estaba cerca del cine, pero nosotros no lo conocimos techado. 

Una tarea que teníamos que hacer en aquella época era fabricar la tinta que utilizábamos. Para ello nos tenia que autorizar el maestro, y provistos de una botella que llenábamos de agua en el grifo que había en el patio, una vez que le introducíamos los polvos se volvía de color azul. Después se repartía entre los tinteros que había en los pupitres, donde mojábamos la plumilla, teniendo a mano el papel secante, porque a veces las plumillas se nos despuntaban y hacíamos borrones. Con el pizarrín no se hacían ninguno, pero la pizarra se quedaba para los más chicos. 

A la salida de la escuela se formaban grupos en tres direcciones: Quienes vivían por la parada de damas, casino Viejo, o el Corralón. Quienes vivían por el “Coto” y la plaza; y quienes íbamos por la cuesta abajo del “vacie” hacia la plaza de San Benito, Casas Nuevas, o alrededores de la Posada.  

Pero este mes tenía sus alicientes, que empezaban el día 4 con Santa Bárbara. Después, los premios que otorgaba la Compañía a los alumnos y que entregaba personalmente la “señorita”; y las esperadas fiestas de Navidad y Año Nuevo, donde nos reuníamos en familia con tíos y primos.

jueves, 29 de noviembre de 2012

SANTA BÁRBARA EN THARSIS


4 de Diciembre, Santa Bárbara. Traemos a nuestro blog una crónica aparecida en el diario Odiel en 1963 y firmada por Bautista Mojarro.
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SANTA BÁRBARA EN THARSIS
A mi primo Pedro García
El mes de diciembre, como todos los años, se nos abre con la festividad de Santa Bárbara. Patrona de los mineros. En la localidad minera de Tharsis la festividad de tan excelsa Patro­na tiene una solemnidad emoti­va.

Desde antaño la contingencia minera, unánime, le profesa a la venerada Virgen una devoción inefable. Por aquel entonces, la ermita se hallaba a la entrada de la población, casi a la ladera fe un pequeño cerro —como atalaya—, concretamente en el lugar vulgarmente conocido por Pueblo Nuevo, desde allí, y por esta fecha se sacaba la efigie de la Santa desde el interior del templo y se la bajaba al pueblo, recorriendo de esta manera, las calles principales y acompañada de una ingente cantidad de fie­les. Hoy, la primitiva ermita, se halla en trato con las ortigas, el jaramago y la vinagreta, todo es ruina y desolación. Entre sus muros derruidos cualquier curioso podrá ver sin dificultad algún que otro resto de lo que en tiem­po fueron marcos de cuadros re­ligiosos, pero, todo esto, pertene­ce al pasado, y Tharsis actual­mente goza de un presente óptimo en este aspecto.

Con el tiempo, al aumentar la contingencia de la villa, y dado a que la primera ermita contaba son escasas dimensiones para una población que evolucionaba considerablemente, se creyó oportuno trasladar a la escuela el altar religioso, pues, era este el falco rincón que ofrecía las con­diciones adecuadas para el ejer­cido de tan alto magisterio. Pe­ro Tharsis, después de ímprobos esfuerzos, no tardó en tener una nueva ermita, y fue poco des­pués de la llegada de nuestro primer Obispo Pedro a Huelva guando el pueblo vivo dicho acontecimiento, el cual presidió la ceremonia religiosa y bendijo la colocación de la primera piedra. Entonces era yo muy joven pero me sigue fiel él recuerdo a la memoria Bárbara, y es donde actualmen­te se venera a la Virgen. La tra­dición sigue en pie, y como siempre se realizan los actos religio­sos de costumbre. La efigie, pe­queña --pero de tanto significa­do—, de Nuestra Señora, vuelve a recorrer la población seguida por los fieles, unos, exteriorizan su entrega y devoción irrumpiendo en clamores de alabanza. ¡Vi­va Santa Bárbara bendita!, otros, los más, de una manera muy distinta recogida y quedar mente, le llevan sus promesas y oraciones.

Como esta villa se halla próxi­ma al Alosno, también existen letrillas de fandangos que nos hablan de la Patrona. En esta fecha de hoy no suena el barre­no, ni se oyen las máquinas ex­cavadoras, ni tampoco el ruido de los pesados camiones que, por los serpenteantes bancos, suelen llevar el mineral hacia el exte­rior. El minero, se despoja de lo diario, y se une a la alegría co­mún; vuelve a sonar la guitarra tocada por manos expertas. Al­guien canta un fandango, otro espera para responder, y de esta manera se llega al ocaso do este memorable día.

Casi siempre el tiempo desfa­vorece la fiesta y, así el dia suele aparecer con el gris rumor de la tormenta, aunque, después todo no sea nada, porque, ese todo, absolutamente se pone en consonancia con el hondo senti­do de nuestra Virgen minera.

En la procesión matinal —si el tiempo lo permite—, marcharán delante los niños de las escuelas con sus maestras, y don Antonio, el cura, se verá una vez más preso de esa alegría a la que tanto lo tiene acostumbrado este pue­blo nuestro. Pueden que se tiren cohetes y todo eso, pero es lo de menos, porque, Tharsis, desde siempre, los actos religiosos sue­le realizarlo con esa humildad y sencillez que tanto encierra y emociona.

Desde estas columnas de ODIEL, un ¡Viva! muy fuerte a Santa Bárbara desde lo más re­cóndito del corazón, y que las fiestas de este año tengan la re­sonancia y el auge que merece.
 
Juan Bautista Mojarro, 1963
 

jueves, 22 de noviembre de 2012

LA COMPAÑÍA DE THARSIS Y LA COMPRA DE TERRENOS EN ALJARAQUE (1866)


 

El pasado mes de Octubre se celebró la XV edición de las Jornadas de Arqueología y Territorio de  Aljaraque. Una de las ponencias versaba sobre los terrenos adquiridos por la Compañía de Tharsis para el embarque de mineral desde Corrales.
Los corrales era el nombre dado por los vecinos de Aljaraque al lugar donde cercaban el ganado y que pasó después a designar al nuevo núcleo minero de la Compañía. En su venta participaron algunos intermediarios que se beneficiaron en la operación. Asunto que fue resaltado en una de las charlas de la Jornada.
Hacia 1866, cuando la Sociedad de minas de cobre de Huelva, que dirigía el francés Víctor Mercier, fue adquirida por la sociedad inglesa y pasó a llamarse Tharsis Sulphur and Copper Company, en el proyecto de explotación constaba la necesidad de construcción del ferrocarril para exportar el mineral desde el puerto más cercano, Huelva. Independientemente que en la España romana otro lugar de embarque se hubiera establecido a través de Sanlúcar del Guadiana. Esta necesidad del transporte por ferrocarril les sería planteada a los británicos por Mercier, así como el proyecto de su trazado iniciado por Deligny y que por impedimentos económicos no pudo  realizar. 
La decisión de construir el ferrocarril era vital para la rentabilidad que se suponía podían obtener los inversores que habían confiado invirtiendo en la Tharsis Sulphur. Decisión que se tradujo en la compra de varias locomotoras ya en 1867. Locomotoras que estuvieron operativas desde el primer momento en tareas extractivas, y pasaron después al arrastre de vagones cuando se inauguró el ferrocarril en 1871. Fotos de aquella época las muestran en los trabajos de Filón Norte.
Que la compañía minera que inauguró el ferrocarril tuviera el proyecto de hacerlo a través de los terrenos de la villa de Aljaraque, pudo muy bien ser conocido por quienes tenían influencias económicas y políticas en la provincia de Huelva, o que además desempeñaban actividades relacionadas con la Administración del Estado. Recordar que la concesión del primer ferrocarril a Tharsis la obtiene Eugenio Duclerc en 1858. Posteriormente Mercier vuelve a obtener una nueva concesión en 1863, trazados estos que debieron ser conocidos por las autoridades de Huelva. En este contexto es en el que se nos expone la participación de una persona bien relacionada políticamente en la provincia: Fernando de la Cueva y Cáceres, quien había adquirido a bajo precio y hacia 1863, cuando Tharsis era explotado por la sociedad francesa, los terrenos que después vendería a la Tharsis Sulphur. Otra cuestión mencionada en esta operación hacía referencia a la propiedad de los terrenos, y si legalmente debieron ser vendidos o pertenecían al común de los vecinos.
En esos terrenos adquiridos por la Compañía fundada en 1866, donde se construirían las instalaciones para el embarque de minerales, se configuró además para un asentamiento urbano por la fuerte atracción de mano de obra. Igualmente, otros muchos edificios se fueron construyendo a lo largo de los años, no sólo para ampliación de la actividad minera, también para el servicio de los vecinos de Corrales.
Estos “negocios” entre particulares, y una importante empresa minera, pueden ser interpretados de distinta manera, pero es imprescindible para su valoración atenerse al contexto histórico. Sea el caso este concreto de Fernando de la Cueva, sea en su contrario los serviciales que encontraron entre nosotros.
Partiendo de esa valoración, no se puede olvidar el objetivo de cualquier empresa: obtener beneficios, y si como en este caso, la empresa y los accionistas son foráneos, redoblar esfuerzos en evitar conflictos. Aunque no siempre lo consiguieron. La permanencia de sus gestores dependía del balance de resultados.
Esto es aplicable, quizás en mayor medida, a las empresas mineras que se establecieron en la provincia de Huelva. El poder y la influencia que ostentaron fue de lo más importante, muy por encima de todas ellas Rio-Tinto. Tharsis en menor medida. Vinieron a este “lugar perdido” de España para hacer negocios, y a ello se dedicaron con total entrega.
Manejaron los hilos para que el viento soplara a su favor en cualquier circunstancia. Y en no pocas veces, recibieron apoyo desde aquí por quienes pudieron y debieron defender nuestros intereses.
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P. D.
Como ejemplo de aquellas relaciones, os transcribimos una carta aparecida en la Revista Minera en 1881. El escrito titulado: Carta de Huelva, está publicado de otro periódico. Hemos subrayado los párrafos que vienen a confirmar lo que decimos.
Aunque sólo es un botón de muestra, pueden encontrar muchas otras pruebas en la extensa bibliografía publicada sobre la actividad minera en la provincia de Huelva.
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CARTA DE HUELVA.
Señor director de El Día.
Conocidas son, señor director, las ricas mina de cobre que, de algunos años a esta parte, comenzaron a explotarse en la provincia de Huelva, y las grandes cuestiones que se suscitaron con motivo de la calcinación del cobre al aire libre. Estas minas y estas cuestiones tienen también importancia política para las próximas elecciones. La industria minera adquiere cada día más importancia. La mina de Tharsis y la de la Zarza, continúan exportando grandes cantidades de mineral; más la primera tendrá que decrecer, aunque por muchos años continúe la explotación en grande escala. La mina de Rio-Tinto llega en estos momentos a la plenitud de su desarrollo.

En el año de 1880 ha tenido una explotación de más de 900.000 toneladas; ha exportada de ellas unas 280.000 y el resto lo ha destinado al beneficio, ya por sulfatización espontánea, esparciendo el polvo sobre los terrenos y campos de beneficio, ya calcinando otra parte, ya sometiéndola al nuevo procedimiento de cloruración, consiguiendo más de 12.000; toneladas de cáscara, y sobre 900 de cobre negro. Esta poderosa mina sostiene más de 6.000 operarios constantemente, y ha iniciado procedimientos nuevos de cementación para la obtención de la plata.

La aldea formada por la Compañía de Rio-Tinto se aumentó considerablemente en 1880; pertenece a la villa de Zalamea, de la que si no de derecho, se ha emancipado de hecho, eligiendo concejales suyos con independencia de los dos bandos que en aquel pueblo se disputan el poder.

La compañía de minas del Alosno que posee el grupo de las de Lagunazo, se ha instalado recientemente en la Puebla, estableciendo allí oficinas técnicas y administrativas; está construyendo grandes edificios, y procederá a la explotación en grande escala en seguida que se proceda a la construcción del camino de hierro de Huelva a Zafra, cuyo principal movimiento será la conducción de minerales. La noticia de que este ferrocarril, del que otras veces habló El Día, se ha anunciado a subasta, ha sido de júbilo para la provincia de Huelva, porque esperan todos que sea el iniciador de un gran desenvolvimiento de riqueza.

La mina de cobre Cueva de la Mora, la tercera en importancia; la titulada El Carpio, San Telmo y otras varias, aumentan cada día sus productos, y pronto comenzará la Joya a exportar mineral en grandes cantidades, si, como se espera, resulta ser una de las primeras de la provincia.

La cuestión de los humos ha decrecido un tanto por varias causas. Las empresas mineras han disminuido algo las calcinaciones; alguna ha adoptado nuevos procedimientos, y la de Rio-Tinto, que era la que calcinaba en grande escala, procura calmar los ánimos, indemnizando y comprando terrenos en 1880, por valor de 38.000 duros.

Este desarrollo enorme de la industria minera, ha tenido en la política su innegable influencia. El poder indudable de las compañías por más que en la casi totalidad de los casos estén al lado del Gobierno, procura adquirirse, y una tribu de vividores que quiere explotar a las empresas, y aún encopetados políticos de Madrid, no son ajenos a éstos manejos. En un país donde la idea de justicia no es de las más arraigadas, los millones de millones de las empresas hacen frecuentemente inclinar la balanza, y los caracteres muchas veces se doblan.

En las elecciones que se acercan, únicamente en el distrito de Valverde se habla de humos; pero creemos que esta cuestión no se agitará para arreglarse de una manera definitiva, hasta que constituida una Liga de contribuyentes en cada pueblo, éstos señalen de común acuerdo lo que debe hacerse.
 
(El Día)   Revista Minera. Año 1881 

jueves, 15 de noviembre de 2012

EL JARDÍN INGLÉS DE MISS GRAY EN THARSIS (HUELVA)



El 23 de Septiembre del año pasado comentábamos en la entrada del blog de aquella fecha, sobre la visita de quien quería escribir sobre la casa de Huéspedes de Tharsis y la “señorita”. Os dejamos la introducción y la metodología del artículo en cuestión, publicado en esta interesante revista. El artículo completo y las fotos que le acompañan pueden verlo a partir de la página Nº 15 entrando aquí.

Los autores nos envían la siguiente noticia de última hora relacionada con el tema:
Hemos detectado una planta enigmática muy interesante en el Pueblo Nuevo. Necesitamos hacer fotos de su floración y fructificación para remitir a expertos de flora mundial (no tenemos ni idea de la familia botánica a la que pertenece ni de qué continente es (Asia, África, América). Su fenología floral creo que es de primavera. Queremos sacar otro artículo con este descubrimiento tan interesante para la flora ornamental española.
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EL JARDÍN INGLÉS DE MISS GRAY EN THARSIS (HUELVA)

Enrique SÁNCHEZ GULLÓN* & Juan GARCÍA DE LOMAS**

INTRODUCCIÓN

La Huelva británica abarca desde el año 1866, con la construcción de la vía férrea y compra de las minas de Tharsis, hasta la venta de las minas de Rio Tinto en 1954. El auge de la actividad minera en la provincia propició la construcción de infraestructuras básicas para esta explotación,  como núcleos residenciales, vías férreas, embarcaderos

de mineral, etc., así como zonas ajardinadas (González Vilches, 1981). Esta nota se centra en el espacio cultural del jardín de la “Guest House” (Casa de Huéspedes) del Pueblo Nuevo de Tharsis, que perfila un estudio más profundo de este paisaje humanizado británico (Sánchez Gullón, 2006). Con esta nota, se reivindica la conservación de su jardinería, y en especial, se recupera la memoria de Miss Gray, artífice cuidadora de estas instalaciones hasta 1988.

METODOLOGÍA

Se ha catalogado la flora ornamental presente en la Casa de Huéspedes del Pueblo Nuevo de Tharsis. Para la determinación de las especies se ha seguido básicamente a Guillot (2009), Guillot & al. (2009), y “Flora ornamental española” (Sánchez de Lorenzo (Coor.) 2000-2010). Se complementa este estudio con información suministrada por varias entrevistas a personas que conocieron directamente a Miss Gray, que han reportado documentación gráfica e información sobre su vida en Tharsis.

jueves, 8 de noviembre de 2012

LAS MINAS DE LA PROVINCIA DE HUELVA. (1875) Y 3ª


En Inglaterra, donde principalmente van estos productos, se fabrican con las piritas, en primer lugar, ácido sulfúrico, que, con la sal común, forman el sul­fato sódico, producto intermedio para obtener princi­palmente el carbonato sódico ó barrilla artificial. Con el tiempo se podrá hacer una pequeña parte de esto aquí; pero para la fabricación, el peso del carbón nece­sario es mayor que el de las piritas, y por consiguien­te se llevan las piritas donde está el carbón.

Las barrillas obtienen colocación  inmediata en aquel país eminentemente industrial y poblado, y aquí tendríamos que buscar mercado en países extraños; por otra parte, en esta fabricación hay un producto acce­sorio, que es el ácido clorhídrico, que juntos con los manganesos, se preparan los hipocloritos que encuen­tran en los mercados ingleses consumo para el blan­queo de los tejidos que, como es sabido, surten la ma­yor parte de los mercados del mundo.

Esas industrias, encadenadas las unas á las otras, no pueden traerse á esta provincia, aun cuando, y este es el general error, contenga las primeras materias indicadas necesarias para algunas de ellas.

Mas no porque no se ultime en el país el aprove­chamiento de los productos de estas ricas minas deja de ser muy halagüeño el porvenir de la provincia, que está llamada á ser una de las más florecientes de Es­paña, y el puerto de Huelva uno de los más concurri­dos de buques, como lo revela que las Compañías ex­tranjeras, en cambio del mineral que se llevan, deja­rán en breve sobre 100 millones de reales al año  solo en sueldos y jornales. ¡Cien millones! que se esparcen por toda la provincia, fomentando las industrias, el comercio y la agricultura. Huelva, aquel puerto soli­tario y casi desconocido en España, que veía única­mente lanchas de pescadores en sus aguas y alguno que otro laúd que hacia el cabotaje, ha tenido el año pasado un movimiento de 400 buques, que han traído mercancías bastantes para producir al Tesoro, por la renta de Aduanas, 1.502.451 pesetas, y á llevarse mi­nerales que han creado en Inglaterra valores que ex­ceden de 100 millones, dando impulso á las fábricas de productos químicos, que no solamente encuentran en las piritas 2,50 por 100 de cobre, 48 por 100 de azufre y una cantidad considerable de hierre; sino que últi­mamente extraen también una cantidad de plata.

Al examinar esos datos, al reflexionar el movimien­to minero de esta provincia, al ver el valor que toma la propiedad, signo cierto de progreso y bienestar, a ver la agricultura desarrollarse con la exportación de frutas y particularmente de vinos, al considerar que tan pronto como esté terminada la carretera de Extre­madura, Huelva será el puerto natural de esas riquí­simas provincias agrícolas, y con el ferrocarril que enlace el puerto con Sevilla, entrará Huelva en la vida mercantil de España, no podemos menos de exclamar poseídos de patriótico entusiasmo: ¡Loor á los prime­ros, modestísimos mineros españoles que, allá por el año de 1845, dieron á conocer á propios y á extraños el riquísimo maravilloso subsuelo de esta zona meta­lífera! ¡Loor al ingeniero que, más afortunado que el sueco Wolters, ha dejado el sello de su inteligencia en esta provincia, y las huellas imperecederas de su acti­vidad y perseverancia!

Empero, en medio del regocijo que causa ver á un pueblo alejado de las salvajes luchas fratricidas entre­gado al trabajo, pueblo que no contento con la explo­tación de las piritas y de los manganesos, se siente agitar con la idea de encontrar nuevos elementos de riqueza en los cobaltos, el plomo, el hierro magnético y los sulfuros de antimonio, y sobre todo en la explo­tación de los 25 millones de toneladas de silicato doble de hierro y alúmina, que representan las escorias de­jadas por fenicios y romanos, una duda asalta á nues­tro espíritu.

En explotación todas las minas de piritas, ¿tendrán colocación en los mercados? ¿Sobrevendrá una terrible crisis?

El mercado pide de 700 á 800.000 toneladas de pi­rita al año: ¿cuántas exportará la provincia?

En primer lugar, nos decimos, el mercado pide de 50 á 60.000 toneladas más cada año por el desarrollo de las fábricas de ácido sulfúrico y abonos artificiales; en segundo lugar, los Estados Unidos ofrecen un nuevo mercado, y finalmente las minas de Santo Domin­go, que acuden con sus piritas al mercado inglés, dentro de ocho años quedarán apuradas, siendo entonces Huelva dueña del mercado.

Podrán, sin embargo, venir días de prueba, pues la competencia de las minas entre si, podría crear graves conflictos y aun tal vez quiebras ruinosas.

¿Cómo evitarlo?

¿No se han explotado estas minas por medio de la asociación? Mediante esa asociación, ¿no cuentan hoy las compañías con un capital de 1.000 millones? Pues aplíquese ese mismo principio. Mediante la fusión de Rio-Tinto y Tharsis, y la compra, bajo la forma más conveniente, del resto de las minas, podrían conjurar­se esos días de conflicto y asegurar la suerte de los cuantiosos capitales invertidos, y el bienestar de esta provincia.

¡Quién sabe! Tal vez esa idea soltada en este mo­destísimo trabajo, hecho á vuela pluma, encuentre acogida entre los mineros y dé con el tiempo un útil resultado.

El dátil, arrojado al azar en el desierto, suele con­vertirse en la esplendida palmera del oasis, bajo cuya copa se cobija la cansada caravana.

 Fernando de Antón. (Gaceta industrial).

Huelva, Mayo de 1875

 

 

 

jueves, 1 de noviembre de 2012

LAS MINAS DE LA PROVINCIA DE HUELVA. (1875) 2ª Parte


Ya no se trató como los fenicios y romanos, y aun los gobiernos de España, de aprovechar únicamente el cobre, sino de arrancar la pirita y llevarla a las fá­bricas de productos químicos de Inglaterra, donde descomponiéndola podrían aprovechar el azufre, el hierro y el cobre.

Tal fue el desarrollo minero debido á la iniciativa de Deligny, que esta provincia consiguió exportar desde el año de 1857 al de 68, las cantidades siguien­tes: 220.512 quintales de cobre fino en torales; 83.886 de cobre negro; 7.535.132 de mineral cobrizo.

En 1859 un nuevo elemento de explotación viene á impulsar la riqueza minera de esta provincia. El manganeso, que se presenta en muchos puntos de esta zona en forma de bolsadas, es dado a conocer por el ingeniero Deligny. Los trabajos de explotación obtie­nen beneficios, por cuanto los manganesos contienen de 70 á 85° de peróxido y están exentos de gangas cal­cáreas. A pesar de los procedimientos de revivificación de este mineral empleados en las fábricas extranjeras, concurren desde esa época con grandes cantidades á los mercados de Inglaterra, Francia, Bélgica, y Ale­mania. Los felices resultados obtenidos por la Socie­dad Tharsis, estimularon sobremanera á los especula­dores ingleses á explotar nuevos filones en esta pro­vincia.

El movimiento minero es casi vertiginoso.

Buitrón construye su ferrocarril; fórmense nue­vas compañías, y las denuncias de ricos criaderos ha­cen comprender las inmensas riquezas de este subsuelo; llamado por los extranjeros la California del cobre.

¿Qué es en tanto de Rio-Tinto?

En manos de los gobiernos que se suceden como cuadros disolventes; imposibilitados los ingenieros de dar desarrollo á la explotación que produce 809 mi­llones de reales al año, los cuales invierte en los tra­bajos; estado tan deplorable del que debiera ser el pri­mer establecimiento minero de España, y el conven­cimiento universal de que la Administración no debe ser fabricante ni mercader; y por otra parte, los apu­ros siempre crecientes del Tesoro público, decidieron al gobierno á la venta de esas prodigiosas masas de piritas cúpricas, que, según cálculo de los ingenieros, no se agotarán aun cuando se extraigan 500 mil tone­ladas durante cuatrocientos años.

Apenas han pasado las minas de Rio-Tinto á ma­nos de los ingleses, cuando vemos construir un ferro­carril que, arrancando del pie de los criaderos va a parar a la mitad de la Ría, y dentro de muy pocos me­ses una nueva corriente de exportación atraerá a este puerto de 300 a 400 buques más al año. Extraordina­rio movimiento, que añade nueva vida á esta provin­cia, que cuenta en explotación las siguientes minas de piritas. Distrito de Almonaster: San Miguel, La Con­cepción y Monte Romero. En el de Zalamea: Buitrón, Poderosa, Peña del Hierro, Chaparrito, Iberia, Tinto y Luvencia. En el del Alosno y Puebla: Tharsis, Lagu­nazo, Lapilla, Vulcano, Prado Vicioso, Vuelta Falsa y Romanera. En el del Cerro y Cortegana: San Telmo, Carpió, Poyatos y la Joya. En el de Calañas: La Zarza, La Coronada y Sotiel, y además el distrito de Rio-Tin­to que contiene los criaderos más potentes de la pro­vincia.

No son, ciertamente, los 372 millones que ha per­cibido el Tesoro público por las minas de Rio-Tinto el beneficio, es la vida que ha dado á esta provincia la compañía inglesa que las ha comprado; vida que se hará sentir muy en breve con la construcción del ferro­carril de Sevilla á Huelva, y con el de Laguncero a Puerto Gelés, en la orilla derecha del rio Guadiana.

Y aquí conviene defender á los mineros de esta provincia de la acusación que se les dirige por la ge­neralidad de las personas que se fijan en esta provin­cia; acusación que consiste en por qué no se ultiman en el país el aprovechamiento de los productos de las mi­nas en totalidad, tales como el azufre y el hierro de las piritas y el oxígeno de los manganesos.

CONTINUARÁ…

jueves, 25 de octubre de 2012

LAS MINAS DE LA PROVINCIA DE HUELVA (1875)


 

Os dejamos en esta entrada las conclusiones de un extenso artículo aparecido en la Revista Minera en 1875, firmado por Fernando de Antón. Podéis comprobar la visión que se tenía en el siglo XIX de la actividad minera, y  lo que supuso de “Revolución Industrial” en nuestra provincia. Y muy concretamente en Tharsis.

Muchos de los trabajos publicados en aquella época, inciden en las expectativas de desarrollo y riqueza que nos traería la visita de Ernesto Deligny. Y a pesar del esfuerzo de tantos antepasados convertidos a mineros, de esta importante actividad apenas si van quedando recuerdos.

Lo hemos transcrito para que su lectura sea más comprensiva.

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LAS MINAS DE LA PROVINCIA DE HUELVA.

Ha sido una tendencia natural en los pueblos com­batir y denigrar al hombre que, sobreponiéndose con su inteligencia a sus contemporáneos, traza una nueva senda á la humanidad en cualquiera de estas manifesta­ciones, en que necesariamente, tiene que romper con el sentido común de su tiempo; así es que en el orden moral nos encontramos con el Calvario, en el orden científico con Bruno y Galileo, en el orden industrial con Fulton.

Wolters: este es el nombre del minero explotador. Recorrió las galerías subterráneas de Rio-Tinto, penetró en las anchas cuevas que abrieron los romanos, ana­lizó los minerales, todos ellos piritas cúpricas, excepto algunas ligeras cintas de plomo, y alzó la voz entu­siasmado, tratando de inculcar el principio fecundo de asociación. ¡Inútil voz! ¡Estériles esfuerzos! El espíritu de asociación, estimulado por Wolters, casi nada supo crear: ¿qué mucho, si al cabo de siglos, aun ese espíri­tu yace adormecido en España, muerto por la descon­fianza que han creado en todas las épocas los agiotis­tas que han hundido sus garras de raposo en el bolsi­llo del hombre cándido para extraerles sus ahorros? ¿Qué mucho, si aun en la indiferencia de sus destinos industriales vegeta en la ignorancia de su fuerza, des­conociendo que en la afinidad y en la cohesión se fun­da la solidez del planeta?¿Qué mucho, repetimos, que no se comprendiera que en la asociación está todo el prodigio de la vida industrial, y al sueco Wolters se le llamara públicamente embustero, estafador, hereje?
 
Y sin embargo, tal es el poder de la idea; el ilus­trado extranjero, tan torpemente tratado por los ig­norantes y envidiosos, logró formar, después de vencer grandísimos obstáculos, una débil Compañía, y allegar algunos recursos: ningún beneficio obtuvo para sí. Sus sucesores lograron explotar las minas, si bien la explotación no correspondía á la potencia de los criaderos.

Bajo el reinado de Carlos III tuvo más desarrollo la explotación. En solo cinco años se obtuvieron cerca de 400.000 arrobas de pirita, que dieron 9.000 de cobre negro y 7.000 de cobre fino. En 1778, D, Francisco An­gulo, examinando las sorprendentes aguas vitriólicas de Rio-Tinto, aguas que los naturales, antes de la lle­gada de los romanos, llamaban ¡quemantes, esto es, "urberó", concibió el proyecto de obtener el cobre por cementación.

Este útil procedimiento de extraer el cobré de las aguas vitriólicas, dio excelentes resultados, que hu­bieran sido beneficiosos si el gobierno hubiera facili­tado fondos, dando á los ingenieros libertad de acción para llevar los trabajos adelante.
                                                      
El movimiento minero siguió estacionado en la provincia hasta el año de 1843, en que principió la explotación de las piritas por algunos industriales del país; pero que carecían de capitales, y por otra parte el espiritu de asociación permanecía muerto. Mas en el año de 1853 se presenta el ingeniero francés Mr. Er­nesto Deligny, recorre esta maravillosa sierra, llevan­do en su mente un nombre histórico ¡Tharsis!

Allí en el distrito del Alosno encuentra inmensos rimeros de escorias, las reconoce y descubre los tra­bajos de los fenicios y los romanos. ¡Tharsis! exclama, y no duda en asegurar que allí estaban los ricos cria­deros que dieron raudales de cobre, que sirvió para la creación del templo de Salomón. Empero ¿estaban apurados aquellos criaderos? ¿No los habían explota­do los antiguos á causa de no encontrar ya en ellos piritas? Deligny se persuadió bien pronto de que no solamente no estaban apurados, sino de que se nece­sitarían siglos de ciclópeos trabajos para arrancar sus inmensas masas.

Funda, llevando la confianza a Francia, una sociedad francesa, y con el señalado mérito de su poderosa iniciativa, de su inquebrantable fe y perseverancia fir­mísima, hace feliz aplicación de sus conocimientos me­talúrgicos, y da comienzo a la explotación de los por­tentosos criaderos de pirita cúprica. Y comprendiendo desde luego la magnitud de la empresa y la necesidad del desarrollo en vasta escala, consigue que venga un buque de guerra francés de 1.000 toneladas al puerto de Huelva: el hermoso vapor Newton sondea la barra, y da a conocer a los marinos y navieros el calado de la Ría, cuyas aguas jamás encrespadas por las tempes­tades, solo eran surcadas por místicos y faluchos que hacían el pequeño cabotaje.

CONTINUARÁ…

jueves, 18 de octubre de 2012

SE DECLARA ZONA PATRIMONIAL... RIOTINTO-NERVA


 
El martes, día 16, recogía la prensa el acuerdo de inscribir en  el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, la Cuenca Minera de Riotinto-Nerva,  con la categoría de Zona Patrimonial. Ni que decir que esta noticia será  bien recibida  en Riotinto.  Nos alegra a quienes nos gustaría igual declaración para la zona de Tharsis.  Suponemos que ahora el alcalde de Tharsis, D. Lorenzo Gómez, iniciará alguna medida de presión para que nuestro Patrimonio sea inscrito inmediatamente en el Catalogo General. O a lo mejor ni interesa, para lo que han quedado. Y aún no ha terminado el expolio. 
Pero mucho nos maliciamos que hablar de Patrimonio queda muy bien en los papeles, o en periodo electoral, pero levantar la voz ante quienes manipulan y engañan, eso jamás, son de su partido, el de “100 años de honradez”, pero ni un segundo más.

Y recordar que en 2008 casi nos convence que la declaración de Bien de Interés Cultural  de nuestro Patrimonio ferroviario y minero era cosa que él tenía resuelta. Bastaba que   unos técnicos vinieran por aquí y nos dieran el Visto Bueno: “en marzo de 2008 podríamos tener ya consolidada esta figura de protección sobre nuestro patrimonio". Decía a la prensa.
Parecía tenerlo todo bajo control, nuestra historia respetada y protegida por el Ayuntamiento de Tharsis. Y como muestra, lo primero que  iba a poner en valor era nuestro  patrimonio ferroviario, con las estaciones y las máquinas, preparadas para ponerlas en funcionamiento.  ¿Para cuando?, le preguntó la prensa, "vamos a poner en marcha un ambicioso proyecto que podría ver la luz a primeros de 2010".

Al año siguiente se hacia pública la realidad: “Tharsis –El Ayuntamiento- reclama apoyos para sacar adelante su proyecto de tren turístico”.  Huelva Información  18-10-09. Pero esos técnicos de cultura, que iban a venir “cagando leches”, perderían el informe, y la declaración de Bien de Interés Cultural se esfumó. 
De la caída del guindo a, ¡tierra trágame! Pero, ojo, no puede ser culpa de nuestros  compañeros de partido, eso jamás. Se le echa la culpa a quien sea, a uno que pasaba por allí, o al sursum corda, pero los gerifaltes del partido, esos, todos inmaculados.

Aunque una lagrimita, ficticia, claro, hay que derramar. Demostración del canguelo que ya le espetó a Boabdil la sultana Aixa, cuando entregó las llaves de Granada: "Estamos desilusionados porque se han realizado reuniones, han venido los técnicos pero esto va muy lento y llevamos dos años sin nada concreto y además nos encontramos con el hándica de los robos y desmantelamientos ilegales que se llevan a cabo ya que si no se protege este patrimonio lo vamos a perder porque el alcalde y los concejales no podemos convertirnos en policías que vigilen el trazado para que no roben los raíles". Lorenzo dixit.
Y dixit más: Gómez asegura: que han solicitado una reunión al delegado de Cultura en Huelva para conocer por qué está atascado el expediente. La desidia, a juicio de los promotores, no sólo llega desde la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Huelva ya que la de Medio Ambiente también da la callada por respuesta.

   -¿Pero entonces, hasta el día de hoy, –preguntan-, qué es lo que ha hecho, o dejado de hacer? 
   -Ha hecho mucho mal. Pero no se le puede condenar, que la maldad es una condición humana propicia al  perdón, en el cielo o en las urnas.  

   -Qué pueblo Señor.
Cuanto Santo Tomás  redivivo queda, que ya ni se conforma con pedir, ver para creer, meter los dedos en la llaga, o tocar los clavos.  Ahora somos más modernos,  no creemos lo que nos negamos a ver.
Será por llagas, aquí  hemos mostrado algunas: 






 

   -Pero el alcalde sí que se está moviendo
   -¿Dónde?

   -En Huelva, en Madrid
   -¿Pero cómo, ha ido para enfrentarse a sus camaradas?   ¿Nos declararan Zona Patrimonial? ¿Tendremos ferrocarril?

   -Patrimonio, ¡zarandajas! Eso no importa. Que el Museo siga años cerrado no importa. Lo más importante ahora es la segregación. Convertirnos en el municipio Nº 80  de la Provincia, y todos tenemos que luchar por ello.
   -Eso, venga a poner pancartas en el Ayuntamiento. Y a los trabajadores los llevamos en manifestación a Huelva pagándoles la peonada. Y después nos vamos a los Madriles, con los bocadillos pagados. Y ojo, que no me falte un palmero que paso lista.

   -¿Y con la que está cayendo, esto del Patrimonio a quien interesa?
   -¿Y la segregación –pregunta otro- a cuantos interesa?  

jueves, 11 de octubre de 2012

HOMENAJE A DON GUILLERMO RUTHERFORD



Publicamos hoy  el homenaje que se le tributó a William Rutherford, Don Guillermo entre nosotros. Aunque las oficinas generales de la Compañía estaban en Tharsis y es aquí donde pasaría el mayor tiempo en su labor de gerente, el homenaje, por lo que recoge la prensa, lo recibe del pueblo de Corrales. Es de suponer que en su preparación participaran empleados de la empresa, pero son los trabajadores y sus familias, las que acuden a manifestarle gratitud al máximo responsable de la Compañía de Tharsis.

Aquí, y así lo atestigua la prensa, no hemos tenido parecidos gestos con nadie, si exceptuamos al cronista Cándido Maestre Macías.

Os dejamos, transcrita, la información aparecida en el diario Odiel hace más de 50 años, y con fotos de aquel acontecimiento.
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Pie de foto del Odiel: El señor Obispo y el alcalde pedáneo de Corrales con el vecindario de la aldea, en el homenaje tributado a su gran benefactor, don Guillermo P. Rutherford, gerente y presidente del Consejo de la Compañía de Tharsis.
    
     El pasado día 25, festividad de Cristo Rey, tuvo lugar en esta localidad un cálido y merecido homenaje  organizado por los  feligreses de esta pa­rroquia "Regina Mundi", a don Guillermo P. Rutherford, gerente y presidente del Con­sejo de la Compañía de Tharsis.

     A tan emotivo acto han contribuido con sus aportaciones el pueblo de Corrales y el Ayuntamiento de Aljaraque. A las cinco y media de la tarde hizo su entrada el tren especial que conducía a Su Excelencia Reverendísima, el señor  Obispo de la diócesis acompañado de las autoridades  locales y en representación de la empresa, don David A.  Clark, que acudieron a recibirle a Huelva y Puntal de la Cruz. Al descender del coche, el Prelado fue recibido por el cura párroco, representaciones y pueblo, que unidos en el mismo sentir religioso y espiritual le aclamaban.



      En la entrada del templo era esperado Su Excelencia por el señor gerente don Guillermo Rutherford y demás directores de la empresa. Acto seguido el señor Obispo entraba en el templo parroquial bajo palio, que era portado  por los militantes de cristiandad de esta localidad.

     Después de hacer su oración ante el Santísimo Sacramento y nuestra  Patrona Reina del Mundo, Su Excelencia  Reverendísima procedió a la bendición del retablo e imagen de San Guillermo.

    Una vez terminados estos actos tuvo lugar el descubrimiento de la lápida que la parroquia de Corrales dedica a su bienhechor, el gerente, en que se leen estas palabras del Evangelista San Lucas: "Es un hombre, le decían, que merece le hagan este favor porque es afecto a nuestro pueblo y aun nos ha fabricado un templo".

    Una vez terminado  los actos religiosos el señor Obispo y el homenajeado, autoridades, directores, y pueblo en general, se dirigieron al Cinema Corrales donde actuó la rondalla de la parroquia de San Sebastián,  de Huelva, y un grupo de niñas de nuestros Colegios en un número folclórico.

    En el escenario del Cinema Corrales se constituyó la presidencia del  acto, que estuvo integrada por el Obispo; el homenajeado, don Guillermo Rutherford; don Emilio Beneyto Martín, cura de la parroquia de San Sebastián; don Antonio Barbas Campos, párroco de está; don Guillermo Mackenzie; don Diego K. Pollock; don Juan Rintoud; alcalde pedáneo, don Juan Gómez; don David A. Clark; don Antonio Vázquez Limón y don Juan Darroch, y por la Comisión organizadora, don Antonio Correa Abrio.

    La sala estaba ocupada por nutrida y selecta concurrencia.  Inició el acto don Antonio Barba Campos, que tuvo frases encomiásticas, y llenas de afecto al homenajeado.

     A continuación don Emilio Beneyto Martín explica su intervención en el acto, haciendo diversas consideraciones del homenajeado y entre ellas expone la gran atención que la Compañía de Tharsis presta a la Iglesia.  

     Seguidamente interviene el señor Obispo, que en términos de gran elocuencia resalta la labor realizada par el homenajeado, que ha obtenido sus desvelos y esfuerzos premiados por el patente reconocimiento de todo un pueblo.

     Y, por último, el homenajeado,  don Guillermo Rutherford, con palabras llenas de emoción, da las gracias a todos y hace una rápida historia de su vida al frente de la gerencia de la Empresa. Terminó dando las gracias nuevamente a todos por este homenaje que nunca se borrara de  su mente, pues siempre será para mí -dijo- un recuerdo imperecedero de vuestra gratitud. Una calurosa ovación coronó las últimas palabras del homenajeado.

  Terminado el acto fueron obsequiados los Invitados con una copa de vino español por  el señor gerente. Juan Gómez  González.

jueves, 4 de octubre de 2012

LA PRIMERA PIEDRA DE LA PARROQUIA DE THARSIS


 
 
Aquí venimos consultando las hemerotecas y recogiendo noticias relacionadas con la historia de Tharsis. Algunas crónicas aparecidas en la prensa es de hace más de un siglo. Otras, de hace 50 años, pero también tienen su importancia por cuanto describen acontecimientos y situaciones que nos recuerdan tiempos pasados. No siempre, estas noticias relacionadas con Tharsis están impresas en calidad suficiente para ser leídas del original. La calidad de la impresión dejaba mucho que desear, no sólo en el caso de La Provincia, La Revista Minera, o incluso más reciente, el diario Odiel. De este último ya hemos publicado algún escrito, pero pasándolo a la moderna caligrafía que nos permite Internet.
Hacer legible para todos ustedes alguna de esas crónicas, permite una lectura comprensiva de lo escrito. Hoy publicamos la crónica aparecida en el diario Odiel hace ya 54 años, y referida a la construcción de la segunda iglesia de  Tharsis. Como sabéis, la primera fue la construida en Pueblo Nuevo en 1863, por Víctor Mercier. Incendiada en la Guerra Civil, a lo lejos que quedaba del pueblo, y a su escasa capacidad; aceleró su ruina y dejó de ser utilizada a principio de los años 50. La Misa pasó a celebrase desde entonces en la Escuela Grande, concretamente en la clase de Doña Pepita, donde al acudir a la escuela todos los lunes, un fuerte olor a cera inundaba toda la clase.

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Titulares:
EL OBISPO DE LA DIÓCESIS BENDIJO Y COLOCÓ LA PRIMERA PIEDRA DE LA PARROQUIA DE THARSIS

EN SU ALOCUCIÓN, EL PRELADO AGRADECIÓ A LA COMPAÑÍA DE THARSIS LA COMPRENSIÓN Y LA BUENA DISPOSICIÓN QUE HACEN POSIBLE ESTE NUEVO TEMPLO

EL PUEBLO EN MASA VITOREO AL SEÑOR OBISPO A SU LLEGADA Y EN EL MOMENTO DE LA DESPEDIDA
 
En la tarde del domingo pasado, su Excia. Rvdma. El Obispo de Huelva, doctor Cantero Cuadrado, bendijo y colocó la primera piedra de la iglesia que será parroquia de Santa Barbará de Tharsis, barriada de Alosno, y que la Compañía de Azufre y Cobre de Tharsis, Limitada, construirá para sus obreros, cuyo nú­mero, incluidos los familiares que con ellos residen en di­cho enclave minero, es del orden de las seis mil personas.

La Compañía de Tharsis, que edificó igualmente a sus expensas la iglesia de Corra­les,  ya abierta al culto, por estar ese pueblo en su casi totalidad integrado por empleados  de la empresa, levantará, pues, un segundo templo católico, respondiendo así de forma efectiva a los propósitos del doctor Cantero,  que lucha desde la constitución de la diócesis onubense por un número de iglesias bastante para regir los destinos espi­rituales de esta provincia, en constante crecimiento demo­gráfico.
 

LLEGADA DEL SEÑOR OBISPO  DOCTOR CANTERO

El doctor Cantero llego a las  minas de Tharsis poco antes de las cinco de la tarde, acompañado del vicario general de la diócesis, R. P. Luciano González y el capellán familiar, siendo recibido en el Circulo Inglés por los directores, ingenieros y altos em­pleados de la Empresa, párro­co de Tharsis y autoridades locales. Dieron la bienvenida al  señor Obispo el director adjunto, don Juan Rintoul; di­rector administrativo, don Juan Potts; representante de Minas de Tharsis en Huelva, don Antonio Vázquez Limón, y los señores don Alfredo Willson, don Tomás Steward, don Diego Pollok, don  Alberto Gray, don Juan Timoney, don Carlos Wilson y don Manuel Vázquez.

Seguidamente el señor Obispo y sus acompañantes se trasladaron al lugar donde será levantada el nuevo templo, siendo saludado por los obreros y sus familiares, que prorrumpieron en aplausos y vítores al prelado cuando éste descendió del automóvil.

El doctor Cantero precedió a la bendición de la piedra, que lleva adosada una placa conmemorativa. Colocada en su sitio, ayudado por el señor Rintoul, el Prelado depositó la simbólica paletada mezcla, primera en estas obras, que se pretenden llevar a buen ritmo, a fin de que el templo pueda ser  inaugurado en la festividad de Santa Bárbara.

A continuación el doctor Cantero estampó su firma al  pie del acta de fundación de la iglesia, en la que consta,  entre otros datos, que la Compañía de Azufre y Cobre de  Tharsis es la constructora.

 Leído que fue a los  presentes el texto del acta fundacional  por el párroco de la barriada, don Juan José Lucas Escobar, el Obispo de Huelva hizo uso de la palabra.

 
PALABRAS DEL SEÑOR OBISPO 

Empezó el doctor Cantero recordando que hacía aproximadamente dos años, en su primera visita pastoral a  Tharsis, una de las muchas pancartas de salutación que portaban los mineros rezaba: “Seis mil almas piden una iglesia”.

Aquella petición era ahora atendida, y pasaba  ser realidad con la colocación  de la primera piedra bende­cida, gracias a la comprensión y excelente disposición de  los directivos de la Com­pañía de Tharsis. Era, por tanto, obligado que sus primeras  palabras expresaran su grati­tud hacia los jefes de la empresa que habían hecho posi­ble el cumplimiento de un  gran deseo suyo y la satisfacción de una necesidad palpable. Esta necesidad pasó a  considerar el señor Obispo, no solo afectaba al ámbito espiritual, con toda su trascendencia, sino que se proyecta también hacia otros aspectos  de interés evidente en la completa formación del hombre, entre ellos la educación de su criterio social y profesional. La naciente parroquia de Santa Bárbara de Tharsis  será en su día crisol de conciencias acordes con las enseñanzas de Cristo, formará criterios y hará cristianos en su  acepción cabal, que es tarto  como decir obreros con exac­to sentido de la responsabili­dad y familias de honesta conducta.

El doctor Cantero, atento siempre a la formación profesional del obrero, a una edu­cación profesional dignificadora, que puede llevarle; por el camino del perfeccionamien­to a más elevadas dedicacio­nes, conminó a los jefes de  la Compañía a la constitución de escuelas profesionales que cumplan estos fines  sean continuación de las enseñan­zas de la escuela primaría.

 
VISITA A LAS VIVIENDAS DE OBREROS 

Terminado el acto, el señor  Obispo fue invitado por los directores de la empresa a visitar algunas de las nuevas vi­viendas para obreros  que pronto serán entregadas, así como otras ya habitadas. Es­tas viviendas trazadas con amplitud, comodidad  y máximas condiciones higiénicas, merecieron cálidos elogios del Prelado de la diócesis, que que­dó muy satisfecho de su visi­ta.

El señor Cantero fue despedido por los obreros, que siguieron en masa sus últimos recorridos por el pueblo con idénticas muestras respeto y  afecto, repitiéndose los aplausos y vítores que es­cuchó a su llegada.

Finalmente el señor Obispo fue obsequiado por los altos directivos de la empresa en el Circulo Inglés, de donde partió para la capital

jueves, 27 de septiembre de 2012

CIPRIANO CAREAGA ADARO Y LAS MINAS DE HUELVA (y 3ª Parte)



Las minas de Tharsis, la Zarza y El Carpio, usan Huelva como puerto de embarque. En 1.871 se abre la línea de vía estrecha con locomotoras de vapor para el transporte de minerales y viajeros, (-19 El último tercio del siglo XIX ve cómo la explotación de la riqueza minera de la provincia se hace cada vez más importante. Se construyen en el Río Odiel los muelles de embarque de Tharsis (1.871) en la orilla derecha, y de Rio Tinto (1874) en la otra margen.


La circulación de los trenes se ajustaba a un cuadro de tráfico que permitía formar trenes de 20 vagones y un furgón en cola, con un peso útil por tren de 100 Tm de mineral. Permitiendo ocho trenes regulares en cada sentido y tres discrecionales, empleando en el recorrido dos horas y 23 minutos los descendentes y dos horas y 19 minutos los ascendentes, lo que representa 18,48 y 19,01 kms/hora respectivamente, descontando las paradas la velocidad media era de 21, 54 Kms hora.) recorriendo un trayecto de 47 Km entre Tharsis y el embarcadero del Puntal de la Cruz, en Corrales, en la ria del Odiel frente a Huelva.

Mirando hacia atrás, uno no puede más que rememorar con sentimiento melancólico a mi abuelo paterno Cipriano regresando a su tierra desde la blanca y soleada Andalucía, para encontrarse en diversos almuerzos veraniegos con sus cuñados, cuñadas, demás familiares y amistades en su tierra natal.

En Begoña, antes de la Primera Guerra Mundial, en casa de los suegros, hablarían de sus asuntos personales, así  como de las diversas actividades industriales, comerciales y financieras que ellos regentaban en el norte, pero también Cipriano les describiría  los fragosos alcores y cerros por donde descendían las máquinas de vapor transportando entre encinares, alcornocales y campos de olivos decenas de vagones cargados de minerales amarillentos y brillantes. Al sur, lejos de la ría del Nervión, quedaban los ruidos de los talleres de trituración, de las quebrantadoras y de los motores de las cintas transportadoras de las minas onubenses. ¿Se habría aficionado Cipriano al Cante Jondo? ¿Les contaría a sus primas, hermanas y a su amigo Laureano cómo era la dura explotación minera a cielo abierto en la lejana y calurosa Tharsis o el descenso a la oscuridad de las minas?

En aquel El Dorado de fenicios, griegos y romanos, ahora estaban presentes las potentes firmas europeas, entre sus aromáticas retamas y rojizas tierras. Éstas explotaban al obrero, pero también  fundaban pueblos para sus empleados en el distrito de Río Tinto y en las zonas portuarias. Aún quedan vestigios de su quehacer en el pueblo fronterizo de La Laja. El puerto del Guadiana fue, desde su fundación, objeto de un desarrollo muy lento, lo que ha permitido que llegue hasta nuestros días, conservándose parte de la trama urbana y del caserío original. Se pueden reconocer claramente las «cuarteladas», tipología típica de viviendas mineras, de reducidas dimensiones, organizadas en manzanas en hilera dispuestas paralelamente entre sí. Edificaciones sencillas, de una o dos plantas, de muros de carga de mampostería de piedras locales, encaladas, con cubierta inclinada cerámica. Dentro de las cuarteladas, existen otros edificios de mejor factura y dimensiones, como la antigua «casa del ingeniero» a cargo de las instalaciones del muelle, o la antigua capilla o «casa de los curas». Parte del poblado ha sido rehabilitado para su explotación turística, si bien las viviendas mantienen las estructuras murales de piedra y la ausencia de decoración externa que les confiere un aspecto de sobriedad y sencillez.

Cipriano debió comparar la situación laboral del trabajador minero e industrial en Vizcaya y en Huelva, las tradiciones de sus habitantes en las minas, en los muelles, y les hablaría a sus amigos bilbaínos de Huelva y Palos de Moguer, orilla de las tres carabelas. Y de Sevilla.

¿Cómo vería aquel clan familiar de los Echevarría -vasco, liberal y defensor de los derechos de hidalguía de Vizcaya- (-20 En el Señorío de Vizcaya y en Guipúzcoa existía el llamado derecho de hidalguía universal, en virtud del cual todos los vizcaínos y guipuzcoanos nacían hidalgos.) a este Cipriano industrial y minero, con ciertos aires andaluces, asociado al primer puerto minero de España y a importantes sociedades internacionales? Por su parte, Horacio Echevarrieta, estaba también involucrado en grandes proyectos mineros en España, pero ambos operaban de forma independiente. En sus ratos libres, el padre de Fernando ¿visitaría de vez en cuando las dunas, playas, lagunas y pinares de las impresionantes Marismas del Odiel?

Cuando Cipriano tuviera 45 años, allá por 1915, llevaría también a Fernando, su hijo de diez años, junto a su hermana Marichu, a casa de los abuelos paternos, para que sus vástagos fueran vistos y conocidos mejor.

En el seno de aquellas conocidas familias -en términos sociales y económicos- de la comunidad de Bilbao, Fernando se inició  en los sueños y realidades de este mundo. Desde algunas generaciones atrás su familia materna había estado cercana a la élite municipal y provincial. Por una parte, Fernando escucharía las peripecias de su abuelo Juan Echevarría La Llana que había detentado el poder municipal de la capital de Vizcaya en los difíciles tiempos de la Segunda Guerra Carlista (-21 El carlismo es un movimiento político tradicionalista y legitimista de carácter antiliberal y contrarrevolucionario surgido en España en el siglo XIX que pretende el establecimiento de una rama alternativa de la dinastía de los Borbones en el trono español, y que en sus orígenes propugnaba la vuelta al Antiguo Régimen. )  (1846-1849), siendo senador y miembro de la Asamblea Nacional durante la Tercera Guerra Carlista  (-22 Los principales escenarios de conflicto de la Tercera Guerra Carlista fueron las zonas rurales de las Vascongadas, Navarra y Cataluña, y con menor repercusión en zonas como Aragón, Valencia y Castilla. )

(1872-1876). La villa de Bilbao se había defendido de esta forma del pensamiento antiliberal católico tradicional. Por otra parte, vería a su padre como un hombre de negocios importante, interesado en la explotación de las minas de pirita y asociado al mundo de la pesca atlántica.  (-23 A comienzos del siglo XX se establecieron en Galicia dos compañías balleneras. Una fue la Compañía Ballenera Española, creada en 1914 con capital noruego, si bien no empezó su actividad hasta el fin de la Primera Guerra Mundial. Sus inicios fueron en la zona del estrecho de Gibraltar, abriendo la factoría de Caneliñas en 1924. La otra compañía era la Sociedad Anónima Corona, con domicilio social en Vigo y asociada a otra de origen noruego, que obtuvo en diciembre de 1923 autorización para la caza de la ballena a nombre de Cipriano Roque de Careaga y Cortina. En 1924 y antes de que se abriera la factoría de Caneliñas comenzó la actividad, a bordo del buque-factoría Alfonso XIII, que fondeaba en la ensenada de Barra y en la ría de Aldán. El buque era abastecido por las capturas de los barcos auxiliares Corona I, II, III e IV.  )

A veces estaría su padre ausente, por largos periodos, de Bilbao o de Sevilla, debido a su actividad empresarial bajo los azules limpios cielos de las minas. Su trabajo debió de ser duro, pues la extracción del mineral o la construcción y mantenimiento de las infraestructuras ferroviarias no se lleva a cabo sin un trabajo constante y tenaz. Entre martillos, piquetes, taladros, mulas y burros de carga, barrenadoras y explosivos, vagones, tolvas, apeaderos, terminales, talleres, palancas, señales de paso a nivel, traviesas, agujas… la tarea es agotadora para el obrero, los capataces, vigilantes, supervisores e incluso para los ingenieros a pie de campo. El calor aprieta en el largo verano, cae un sol de justicia, el entorno es un secarral polvoriento. El agua fresca del botijo es un tesoro. Las condiciones de seguridad laboral son siempre insuficientes y de vez en cuando hay graves accidentes. Cipriano trabaja con cientos de mineros y ferroviarios de sol a sol, sin descanso, por sus hijos, su familia, por el negocio, por la empresa que da de comer a tantas familias, venidas de los pueblos de la comarca atraídas por los sueldos. 

En Europa, en plena Primera Guerra Mundial, los mercados demandan piritas para obtener hierro y azufre para fabricar ácido sulfúrico. (-24 La industria que más utiliza el ácido sulfúrico es la de los fertilizantes. Otras aplicaciones importantes se encuentran en la refinación del petróleo, producción de pigmentos, tratamiento del acero, extracción de metales no ferrosos, manufactura de explosivos, detergentes, plásticos y fibras.)

Quizás por diversas razones familiares Fernando pasó algunas épocas estudiando en Francia o en Bélgica, pues su ocupado padre seguramente tuviera puestas sus miras en colocar a su hijo en el ámbito de los negocios internacionales.

En conclusión, la familia de Fernando gozaba en el primer tercio del siglo XX de una posición social envidiable en el ámbito político, financiero e industrial español y no es muy descabellado el pensar que mi padre hubiera pasado una parte de su infancia y juventud en Sevilla.