viernes, 25 de junio de 2010

¡AÚPA LA SELECCIÓN ESPAÑOLA!




El campeonato de fútbol que se celebra en Sudáfrica es seguido por muchos aficionados. Al igual que aquí, donde se ven calles sin apenas tráfico el día que juega la selección, ocurre lo mismo en muchas ciudades europeas cuando juegan sus equipos nacionales.

Sí que nos llama la atención en este asunto los escasísimos símbolos españoles que exhibe la ciudadanía en comparación con otros países. En nuestro vecino Portugal, sin ir más lejos, pueden comprobar que hasta en el pueblo más pequeño se adornan balcones con la enseña portuguesa. Incluso hemos visto que en competiciones de escasa relevancia internacional, el público portugués se levanta de los asientos cuando se interpreta su himno nacional, o que acceden a los recintos deportivos con camisetas y banderas de su país. Otro tanto ocurre en Francia y en países de nuestro entorno.

Aquí nos han hecho sentir vergüenza por nuestra bandera. Todo por que quienes persiguen manipular la historia nos quieren hacer creer que la roja y gualda representa alguna ideología o un periodo pasado de nuestra historia. Cuando la bandera roja y amarilla es tan antigua como la nación española, y adoptada tanto por la monarquía como por la república.

Este comportamiento no sólo demuestra que quienes se empeñan en que asociemos colores con ideología lo han conseguido, también demuestra el grado de cobardía de los súbditos de esta bandera. Entre nosotros, gente acomplejada,  es normal exhibirse con camisetas de otros países antes que con una de España. No digamos el prejuicio que nos invade de colocar la bandera en nuestro balcón. Pero eso sí, a quienes suponemos que velan por la Ley, se la trae al pairo que la ultrajen y la quemen.

¿Quieren más motivos de lo orquestado de este desprecio?: Esta banda patulea que ahora da en llamarse progresista, pero que nunca se ha comprometido a nada, que jamás se complicó la vida por un ideal y que debería justamente llamarse atrasistas por que quieren llevarnos al pasado; les ha dado por nombrar a la selección con el nombre de “la roja”. Todo porque se les atraganta decir española. En esto hacen frente común con separatistas y otros “istas”.

Suerte contra Chile

A POR ELLOS

viernes, 18 de junio de 2010

EL HOTEL COLÓN Y SUNDHEIM ( Y 4ª PARTE )




Con esta última entrega terminamos la conmemoración del Hotel Colón y Sundheim. Lo hacemos con un par de páginas que le dedicó LA PROVINCIA, incluida la portada, informando de su muerte; lo que viene a constituir un resumen de su aportación al desarrollo de Huelva, así como los apoyos y consideraciones que se le manifiestan.

Ya dijimos la similitud con Deligny, pero así de desagradecidos somos a veces los humanos. Aunque en este caso el alemán sí pudo comprobar en vida el agradecimiento que le mostraron muchos ciudadanos.

Al objeto de recabar más información relacionada con Sundheim, se nos ocurrió acudir al cementerio de Huelva para visitar su tumba. Si en un principio fue trasladado al desaparecido cementerio de San Sebastián, en 1938 se trasladó al de La Soledad, y resulta que cerca de su tumba se encuentra la de otro personaje, cuya historia es muy conocida en Huelva, relacionado con la 2ª guerra mundial, William Martin. Incluso se rodó una película, donde este anónimo ciudadano fue utilizado para tender una trampa a los alemanes.

Esta historia, bastante curiosa y real, tuvo repercusión en el desembarco aliado, pero si os parece ya lo hablamos en otra ocasión.

Las fotos que os dejamos de LA PROVINCIA no la hemos trascrito porque al ser de 1903 parce que ha mejorado la calidad de la imprenta. En la segunda página, donde se relata el desarrollo del sepelio así como las ofrendas y personalidades que asisten, vuelve a aparecer un personaje que nos resulta familiar, Francisco Limón Rebollo: Alcalde de Alosno, Diputado provincial, Gobernador civil de Huelva. No nos extrañaría, incluso, una muy estrecha relación con el finado, o que fuera uno de los accionistas del Hotel Colón. Si leen ustedes la referida crónica, donde hemos subrayado el nombre, comprobaran que es uno de los portadores de los 6 lazos que parten del féretro, junto a otras personalidades de relevancia. O que una de las coronas lleva su nombre. Ya dijimos en su día lo interesante que resulta la trayectoria de Limón Rebollo, por la importancia que le suponemos en la historia de Tharsis y Alosno. En fin, curiosidades que propician el interés por nuestro pasado.






                                                                                               

viernes, 11 de junio de 2010

EL HOTEL COLÓN Y SUNDHEIM (3ª PARTE)


SUSPIRO ENOJADO



¡Vamos de cabeza al agujero! Frase parecida a esta se escucha estos días con respecto a la situación española, o lo que queda de España, que también se oye: Que la Banca ha de hacer frente a 125.000 millones de euros de deuda. Que Rodríguez Zapatero ha decidido meter la zarpa en la hucha de la Seguridad Social para comprar bonos españoles porque no los compra nadie, con lo que el riego de entrar en bancarrota es elevado, y pone los pelos de punta al más pintado.

El martes fue la huelga de funcionarios, convocada por unos sindicatos vendidos al gobierno del “illuminati” de la Moncloa, culpando en sus consignas a la especulación y al mercado financiero. Pobrecitos, el Gobierno que no tiene culpa de nada.

Por si fuera poco, aquí Griñán se lanza a recaudar para mantener el parque móvil más grande de Europa, para uso de altos cargos, lo que nos obligará a apretarnos más el cinturón, pero sus señorías despilfarrando a todo trapo (hasta un 75% del ingreso de los políticos está libre de impuestos) y no sólo en jet privados.

La huelga, dicen los sindicatos, ha sido un éxito. Eso no se lo creen ni el Tojo ni el Méndez, que vuelven con su cantinela de que paguen los ricos, o sea ellos dos, que se lo llevan a espuertas sin doblar el espinazo, y sólo por “bajarse los pantalones”.

También en Tharsis, según la prensa, tenemos encierro de algunos que se van a quedar sin trabajo, porque hace más de un año que se lo anunciaron y el reloj es imparable. Pero siguen a pies juntillas lo que otro sindicalista, que en Tharsis conocemos bien, les mete en la sesera. Pues seguid por ahí que os llevará lejos.

Estas líneas no son más que una especie de exabrupto para sosiego del alma, porque el cuerpo ya nos lo ponen a remojo estos inútiles que nos representan. Pero es la democracia, si la mayoría quiere precipicio, allá nos llevan a todos.

Bueno, nosotros seguimos a lo nuestro, y os dejamos la Tercera entrega del Hotel Colón y Guillermo Sundheim.



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....De la rápida transformación de este pueblo responderán sus Ayuntamientos. Como estación de verano y balneario, ninguna población del Mediodía de España tiene temperatura más fresca que Huelva, y la playa de la Torre de Umbría no tiene rival en Europa.

Como estación de invierno está llamada Huelva a producir muchas ventajas para España. Ningún clima en Europa es comparable a la templada temperatura de la costa del Atlántico en el grado de latitud en que está situada Huelva.

Mientras que en Italia las fiebres y las mistrales matan a centenares a los pobres enfermos que pasan los Alpes en busca de zonas templadas; mientras que la nieve cae hasta en las calles de Nápoles, Mesina y Palermo, en Huelva nadie ha visto un copo de nieve descender del firmamento, y la verdura de sus campos desde Diciembre, forma un contraste bizarro con las noticias de grandes lluvias y tempestades de nieve en el resto de Europa.

La opinión de muchos médicos especialista es, que el clima de Huelva es muy superior al de Italia, como las aguas y los aires del Atlántico fortalecen mucho más que los del Mediterráneo.

Dadas las condiciones climatológicas en verano e invierno, solo faltaba preparar un local en condiciones bastantes para hacer agradable la estancia a todo aquel que por su recreo o su salud tiene que abandonar su casa: esta fonda asegura en sus disposiciones la mayor comodidad posible en verano como en invierno.

Pero como después de alojamiento necesita el viajero comida y bebida, la Dirección ha tomado medidas tales, que será difícil alimentarse mejor en Paris ni en Londres y seguramente no a tan poco precio: además, y es un punto capital, dentro de poco tiempo estará Huelva provista de un gran caudal de agua más dulce y pura que se puede obtener, según los análisis practicados en Madrid y Londres.

Esto, señores, es el conjunto de la obra; la constancia, fe y buena voluntad están representadas en la edificación del Hotel; para su éxito, éxito que es de trascendental interés, no solo para los habitantes de Huelva, sino para toda España en general, apelo pues a la potente protección de la prensa, adalid generoso de todos los adelantos morales y materiales de la nación.

Réstame sólo, señores, darles las gracias por la paciencia con que me han escuchado e invitarles a apurar una copa de Champagne al progreso y ventura de España y a la prosperidad del Hotel Colón.   
                                                               -Fin-

(Este discurso fue acogido con vivas muestras de asentimiento unas veces y nutridos aplausos otras)


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Descripción del personaje recogido en LA PROVINCIA:

La construcción del Hotel Colón se debe a la iniciativa de D. Guillermo Sundheim, cónsul de Alemania en Huelva, y alma de la compañía de las minas de Rio-Tinto.

A primera vista se descubre en el señor Sundheim el hombre emprendedor, que percibe el negocio allí donde nada ve la generalidad, y lo persigue con inteligencia y constancia. De buena estatura, sin alcanzar la talla colosal de sus compatriotas, de recia, aunque enjuta complexión, es un rubio bronceado por el sol de Andalucía, ágil y vivo, que parece más bien un francés que un hijo del país germánico. Pero en los rasgos de su fisonomía se descubre un espíritu, en el que no se desperdicia un ápice de resolución ni de voluntad.

Avecindado en Huelva desde hace muchos años, y habiendo contraído matrimonio con una señorita de dicha población, mira aquel país como una segunda patria y busca el adelanto y progreso del mismo, a la vez que labra su propia fortuna.

La señora de Sundheim es la mujer española como la sueñan los extranjeros. Esbelta, agraciada, de un color moreno ambarino, de facciones regulares y de grandes y rasgados ojos negros, ella constituirá siempre la más segura garantía de que Huelva y su provincia serán en todo tiempo el objeto de los esfuerzos y los afanes del inteligente y emprendedor alemán.


viernes, 4 de junio de 2010

EL HOTEL COLÓN Y SUNDHEIM (2ª PARTE)

INAUGURACIÓN DEL HOTEL COLÓN, 26 / Junio / 1883. Discurso de Sundheim

En nombre de los Directores, en nombre de los accionistas de este establecimiento, a los cuales me complace ver en buen número aquí reunidos, os deseo la bienvenida y doy las gracias a las dignísimas autoridades, representantes de la prensa, y demás señores que han tenido a bien honrarnos con su asistencia en esta inauguración.
Con rogarles brindasen conmigo a la prosperidad del Hotel Colón podría dar por cumplida mi tarea de hacer un discurso, tarea para la cual nunca me he sentido con aptitudes, pero creería faltar a vuestra natural curiosidad, a los sacrificios hechos por los accionistas para montar un establecimiento modelo, en fin, a mi deber de individuo del Consejo de Administración, si no dijera algunas palabras en explicación del origen y porvenir de la fonda Colón.
Durante más de veinte años, casi cada año he hecho un viaje más o menos largo al extranjero: pocas personas tendrán motivo para hacer comparaciones tan diversas como yo.
La idea general que de España se tiene en el extranjero va modificándose, desde que el joven monarca de España ha dado pruebas al mundo de saberse captar por su talento las simpatías de su pueblo y desde que el país ha comprendido que, fuera de la paz y del orden, no hay más que medro para unos y miseria para la generalidad.

Y el decir que va modificándose la opinión general, es equivalente a decir que aún falta bastante para que sea buena; las relaciones internacionales son de mayor trascendencia cada día; la filosofía de Diógenes que le llevaba a vivir en un tonel, solo tendría sentido común estando dicha vasija llena de buen vino. Un pueblo no se puede aislar; y a riesgo de quedar a retaguardia, tiene que entrar con actividad en la marcha progresiva de la civilización.
Hace cuatro años que en los baños de Kissingen decidimos enlazar Extremadura con Huelva, su puerto natural: pasando de Baviera a Inglaterra, el mal estado del mar me detuvo un dia en Ostende: era en la temporada de baños y el Kursal estaba lleno de millares de personas. A mi lado discurrían dos familias sobre proyectos de viaje, aconsejando la una a la otra abandonase la idea de ir a España, donde para comodidad de los viajeros los trenes correos solo enlazan con los trenes mixtos, como sucede en Madrid, donde el título de fonda no es más que un nombre que sirve de disfraz a albergues de donde el infeliz viajero sale por todos los conceptos destrozado; donde la mendicidad en las grandes capitales suele ser la industria más floreciente, siendo sobre todo las señoras extranjeras acompañadas en sus excursiones para visitar monumentos por familias enteras de mendigos. Por el mismo dinero, añadieron, estarán Vds. mucho mejor en Italia.
Desgraciadamente tenían razón. Nada se hace aquí para facilitar los viajes y atraer a los viajeros: en Irún donde, en honra sea dicho de la administración de Aduanas, mucho se ha mejorado su intervención en sentido fiscal y de justicia para todos, se cometen torpezas con señoras inglesas, que viajan con criados y doncellas para pasar el invierno en Andalucía, registrando hasta los más pequeños canastos y haciendo pagar derechos hasta por un kilo de lana que traen para bordar. En Madrid les dicen a los inválidos que llegan por el expreso, que para seguir tienen que tomar el tren mixto de Andalucía: en Sevilla, si quieren entrar, lo mismo que en Huelva, tienen que sufrir nuevos registros de equipajes, como si no hubiesen pasado ya en la frontera por esta molestia.

En cuanto a la estancia en la mayor parte de las fondas, es sencillamente penosa por las malas habitaciones, el peor servicio y la pésima alimentación, mientras que las cuentas son exorbitantes y fuera de proporción con las comodidades que en otros países por el mismo y por menos gasto se ofrecen al viajero.
No cabe duda que el turista, por el mismo dinero lo pasará infinitamente mejor en Italia, donde se hace todo lo posible por atraerle, que en España, donde nada se le ofrece aparte de hermosos monumentos, más que cuentas monumentales.
Y tal estado de cosas se traduce en la pérdida de muchos millones para España, el desconocimiento de las ventajas de este hermoso país y una opinión errónea sobre sus habi¬tantes.
No titubeo un instante en afirmar señores, que aún hoy día en Alemania, por ejemplo, entre la masa del pueblo, menos asusta la idea de un viaje al centro de los Estados Unidos que a España.
Tiempo es que el amor propio, el patriotismo de este país se despierte y contribuya a mejorar un estado de cosas tan humillante.
No sé el juicio que de si mismos formarán los miles de españoles que en verano pueblan los primeros hoteles de Biarritz y Paris, hablando poco bien de su propio país, donde nada hacen para mejorarlo, gastando rumbosos no pocos millones, contrastando en todas partes con la modestia de los demás extranjeros, incluso los italianos que, más cuerdos, saben hermosear su casa, y en la ajena solo gastan lo superfluo; pero sé, señores, lo que de ellos, opinan los demás, y es que son el manjar enviado por la Providencia para ser devorado por el lujo y la sensualidad de París en turno con los brasileños, rusos, peruanos, y egipcios que ya han sido despachados; y los que con destreza sin igual, agasajando la vanidad, les extraen hasta la ultima moneda, saben –porque las víctimas a veces lo confiesan,- que al pasar los Pirineos vuelven a los garbanzos para poder al año próximo volver a imponer a los industriales franceses con sus rasgos de esplendidez castellana.

La verdad suele ser amarga; conozco que muchos no me la agradecerán; pero cuando creo hacer un bien, digo mis pensamientos, indico los remedios y pongo manos a la obra en la mayor o menor escala que las circunstancias me lo permitan.
En este asunto, la obra es el Hotel Colón.
Creo que todos ustedes, aplaudirán la obra en su conjunto y, según los casos, dirán dentro de si mismos: ¡qué lastima que no esté esta fonda en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla o Granada! , porque después de todo, en Huelva, una pequeñísima capital de tercer orden… ¿Quién ira a Huelva?
Me adheriré quizás dentro de algunos años a la opinión de la mayoría; pero lo que es por hoy, señores, con la fe que tengo en nuestra obra y en el creciente desarrollo de los recursos de este país, predigo un buen éxito a la empresa.

Continuará…



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