viernes, 11 de diciembre de 2020

EL CASINO QUE CENTRALIZÓ LA POBLACIÓN

Fue un gran acontecimiento la inauguración del segundo Círculo Minero de Tharsis. Un Casino de aquellas características era de los edificios más grandes que tenía el pueblo. Ni el primer hospital, situado junto a la curva del Malacate; ni el segundo, construido hacia 1873, que hemos conocido hasta los años setenta del siglo XX, tenía la superficie del Círculo Minero de 1951. Tampoco la iglesia de Pueblo Nuevo le ganaba en superficie.

Su construcción, cerca de la Plaza y de la Posada, iba a condicionar la vida de sus habitantes, porque trasladaba de lugar el centro del poblado.

Si hasta ese momento el núcleo giraba en torno a la Plaza de España, era porque allí y en sus alrededores se habían concentrado los acontecimientos importantes: La Velada, que se desarrollaba desde la calle Barcelona hasta la de San Alberto. A las puertas del Círculo Minero actuaba todos los domingos y días de fiesta la Banda de Música de Tharsis, y lo hizo por última vez en 1951. En la plaza de España paraban los autobuses de Damas, y se acudía para recibir o despedir a los viajeros; o pasarse por la estafeta de correos. En sus alrededores estaban el bar de Perianez, la tienda de María Antonia, la fabrica de gaseosas, el estanco de Mora, la tienda de la Fernanda; y sobre todo, porque desde 1880 el primer Círculo Minero fue el lugar de encuentro de los trabajadores.

Aunque el traslado de población en la actividad minera siempre fue una constante: teleras, humos, barrenos, nuevos tajos; ubicarse hacia dónde se prolongaba el poblado lo podía hacer más llevadero, pero mudarse a una vivienda mejor, o con aseo, no iba a borrar los sentimientos de una niñez y una juventud vivida felizmente. Tristeza y algunas lagrimas les costó a muchos abandonar el Casino Viejo.

Pero la vida continuaba, y la década de los 50 traería nuevos acontecimientos. Lo hacía aumentando la producción de mineral. Al emplearse mayores y mejores máquinas para los nuevos desmontes, aparecieron muchos restos arqueológicos. Entre ellos un importante sarcófago de mármol, lo que venía a confirmar la importancia que tuvo la minería en épocas romanas o anteriores a ella. También se recuperaron monedas, herramienta, y recipientes de vidrio finamente elaborados. En el improvisado museo que había en una de las casas en Pueblo Nuevo, se conservaron muchos de estos hallazgos. Años después aparecieron otros restos notables; el torso de un posible emperador romano, y el busto de Calígula, ambos depositados en el Museo de Huelva.

Mientras, la directiva del Casino Minero tenía que hacer frente al empréstito con la Compañía para saldar la deuda por la adquisición del mobiliario. También al arriendo simbólico, fijado por la Compañía en 25 pesetas anuales.

Si desde mediados de los 40 el trabajo no faltaba si no que iba en aumento, otras deficiencias que se venían arrastrando se denunciaron públicamente en los 50. No había fuente de agua potable, y las amas de casa principalmente, tenían que cargar con cántaros y búcaros para su aporte diario. El reparto de agua potable por las casas con “la Pipa” vendría después, algunos lo conocimos al precio de una peseta el cántaro. Antes, la Compañía había construido un depósito de agua no potable en una altura que dominaba el pueblo, la Posada, y desde allí, por gravedad, se distribuía a otros grifos situados por el pueblo. Este agua venía canalizada desde el Lagunazo. Dato curioso es que las tuberías de hierro se tendieron en muchos sitios por la superficie, y en verano tocar el agua que salía por los grifos era achicharrarse.


El siguiente paso fue la construcción de depósitos de depuración, los “filtros”. En la Posada, debajo del depósito, se instaló el primero, que después se trasladó unos metros más abajo, frente a la casilla de la subestación. Otro por el Casino Viejo, al final de la calle Sevilla.

Cuando se entregaron las primeras viviendas, plaza de San Benito, calle Doctor Fleming; se dotaron con cuartos de aseo, pero ni las más modernas construidas en los años 30, Casas Nuevas, ni los cuarteles, mucho más antiguos, tenían aseo. Para ello la empresa había instalado varias letrinas públicas. Eran edificios rectangulares de mampostería ordinaria, con entradas para mujeres en un extremo y para hombres por el otro. Aunque sobre 1880 ya existían estos retretes públicos, por una fotografía de aquella época parece que eran de otro material, y se copió el diseño para su construcción al siglo siguiente. Eran de lo más insalubre y algunas protestas hubo. No tenían puertas de acceso, y se sabía la entrada que te correspondía por la costumbre de visitarlos. Pidieron que se pusieran letreros para señalar la entrada de los hombres y de las mujeres. En la Zarza le llamaban “los comunes”, y eran igual de sucios. Estos retretes públicos generaron otro servicio paralelo, pues los residuos orgánicos había que acarrearlos a las afueras del pueblo, y de ello se encargaba... sí, eso, "el carro de la mierda". Cuando en las noches de verano las familias se sentaban a las puertas de las casas para combatir el calor, el ruido de aquel carro acercándose les hacía levantar de sus asientos para huir.

Otras mejoras que trajo aquella década fue el servicio telefónico con toda España en 1956, lo que permitió que muchas familias se hablaran por teléfono acudiendo a la centralita que se instaló, y previa petición de conferencia esperaban impaciente saludar a un hermano o a un hijo; o que unos padres hablaran con un hijo que estaba haciendo el servicio militar en Galicia.

Se cercó el campo de fútbol, donde jugaba el Club Atlético de Tharsis. Se construyó la nueva Iglesia, dejándose de celebrar misa en la Escuela Grande, en la clase de doña Pepita.

Se instaló una oficina municipal en la calle Cánovas, para acercar los trámites del Ayuntamiento de Alosno del que se dependía.

Se acabó asumiendo que había que abandonar la “zona peligrosa”, y encontraron justificación no solo por las mejores viviendas.

El cine mudo, que empezó a proyectarse en el primer Casino, y al que ponía música la Banda de Música de Tharsis, contaba ya con un local mucho más amplio para las películas sonoras, el Teatro; y estaba a escasos metros del nuevo Casino.

La Plaza Vieja había sido sustituida por la nueva: amplia, perfectamente distribuida, techada, con el Economato, la oficina de Anticipos; a la espalda del Casino.

Y por supuesto la Velada, que se organizaba ahora en la gran explanada que dominaba desde la altura el nuevo Casino.

Pero el motivo oficial para que desapareciera aquella zona céntrica de Tharsis, hasta entonces: La Plaza de España, el Casino Viejo, El Corralón, la Escuela Grande; lo justificó el proyecto de la “Gran Corta”, proyecto del que se venía hablando desde hacía décadas. Llevándose a cabo sin pausas; trasladando familias de las casas más cercanas a la explotación, a las nuevas y más alejadas. Este proyecto pretendía unir Filón Norte con Sierra Bullones, y consiguió acabar definitivamente con la zona.

El ímpetu por despejar terrenos para ampliar la Gran Corta, se trasladó después a despojarnos de nuestras señas de identidad, y el Malacate, el “Oro”, el Hospital; acabaron derruidos o en la chatarra. Y continuó en este siglo, con Talleres, el Ferrocarril, la Estación, la Central Eléctrica, la Creosota, la Planta de trituración, la oficina de Sierra Bullones; y todo nuestro pasado minero.

Un cambio radical en la empresa se produjo en la década siguiente, en el que tuvo gran protagonismo quién sería el director hasta la gran crisis de la minería en los años 80, Carlos Strauss; mediador en la compra de acciones de la Compañía por parte de Antoine Velge en 1963, que acaparó la mayoría accionarial de la compañía Británica.

Aunque quedaban cuarteles ocupados, con el abastecimiento de agua que llegaba a todas las viviendas desde el nuevo depósito del Madroñal, los cuarteles sufrieron tales cambios: a lo largo, a lo ancho, a lo alto; que se hicieron irreconocibles, mejorando el bienestar de sus moradores.

José Gómez Ponce

Diciembre 2020

P. D.

Aprovecho para desearos a todos Feliz Navidad, Prospero Año, y mucha salud.




viernes, 27 de noviembre de 2020

EL NUEVO CÍRCULO MINERO DE THARSIS. 1951

El mes pasado me enviaron una fotografía muy interesante. No era difícil averiguar que fue tomada el 28 de octubre de 1951, fecha de la inauguración del nuevo Círculo Minero Recreativo de Tharsis. Creo que sería interesante que entre todos pudiéramos ponerle el nombre a las personas que aparecen. Con la ayuda de antiguos jubilados que trabajaron en la Compañía, sabemos los nombres de algunos, que publicaré con las aportaciones que nos lleguen. Aunque he intentado que me enviaran la fotografía con más resolución, no lo he conseguido. También he creído interesante describir brevemente el contexto histórico en el que se inaugura el Casino, y lo he hecho en forma de prólogo, para después incluir las personalidades asistentes y el discurso que se pronuncia en la inauguración. El acta de aquel día está recogida con una esmerada caligrafía, pero la he pasado a letra de imprenta.

 

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                    PRÓLOGO

 
Con el fin de la Segunda Guerra Mundial la economía empieza a recuperarse y la exportación del mineral que Europa necesita reavivó el trabajo en Tharsis. La demanda de mano de obra propició una nueva corriente migratoria similar a la iniciada en 1853. Fue época de pleno empleo y de escasez de viviendas, llegándose a alcanzar o superar los 7.000 habitantes, cómo escribe don Alberto Bervel a su llegada a Tharsis en 1956. Si en plena Guerra Mundial salían obreros de Tharsis hacia Alemania para trabajar, terminada la guerra no había casas dónde alojar a la mano de obra que llegaba. Se ocuparon la mayoría de chozas y de huertos que la Compañía había concedido a los obreros. Este repunte de prosperidad iba a tener su crisis a mediados de los años 60, con el estímulo de 25.000 pesetas a quienes rescindieran su contrato laboral con la Compañía. Pero esta crisis cíclica de la minería sería mucho más nefasta dos décadas después. El aumento de trabajadores, junto a sus familias, tenía repercusión en otros servicios de la población: La plaza, los anticipos, los diteros, las fiestas, la Iglesia. La plaza de abastos estaba siempre concurrida, había productos frescos de temporada: frutas, verduras, pescado, carnes. En la oficina de "anticipos" adelantaban pequeñas cantidades del salario de los obreros, lo que permitía a las familias vivir a crédito por qué la Compañía garantizaba la mensualidad. Los diteros también vendían a plazos, dónde las amas de casa adquirían complementos para la casa, para ellas mismas y para la familia. La fiesta lúdica por excelencia, la Velada, interrumpida durante la Guerra Civil y vivida con penuria después, cobra el auge festivo que se prolonga hasta los 90. Igualmente la Iglesia experimenta gran afluencia de público, dónde la que se había construido en Pueblo Nuevo en 1863, arrasada al comienzo de la Guerra Civil, se comprueba ruinosa e insuficiente para acoger a tantos nuevos feligreses. Iniciándose peticiones a través del Obispado para la construcción de un nuevo templo. En esta situación de prosperidad, comparada con la escasez que se había vivido desde 1936 a 1945, se hacía evidente contar no solo con una nueva iglesia, también con más y mejores viviendas con agua corriente, de la que no disponian los cuarteles. Y un nuevo Círculo, o Casino, como lugar de encuentro de los trabajadores. Y al igual que otras actividades propiciadas y financiadas por la Compañía: Escuelas, Economato, banda de música, fiestas; un objetivo principal que se perseguía es que reinara la paz social, que no se malograra la explotación de los recursos mineros que llevaban explotando desde 1866. En este contexto de pasar de una situación de guerra y crisis, que terminó para Europa en 1945, se dispuso la construcción de un nuevo Casino, idea que compartió la Compañía y que estaba dispuesta a financiar, al igual que ya ocurriera en 1880 con la inauguración del primer Casino Minero. O en 1890 con la Cooperativa de Consumo “La Igualdad”. Ahora, ya en el siglo XX, el edificio fue mucho más grande, con cierto carácter arquitectónico, mejor dotado que el construido 71 años antes. En 1948 la Comisión Gestora que trabajaba para la inauguración y apertura de este nuevo Círculo Minero Recreativo, convoca una Junta General de Socios para dar lectura a los nuevos estatutos elaborados, que son aprobados por unanimidad. En marzo de 1951, siete meses antes de su inauguración, las obras estaban muy avanzadas. Se celebra una misa al aire libre ante la portada del edificio en construcción, con motivo de la llegada en procesión de la Virgen de Fátima; con gran afluencia de público y la actuación de la Banda de música de Tharsis. Desde su inauguración, Tharsis contó con un verdadero Centro Social, donde se celebraron bodas, homenajes, mítines, reuniones y fiestas. Lugar de encuentro de las familias en los días de fiestas; que en un Casino abarrotado, te sentabas junto a tíos y primos alrededor de una mesa vestido de domingo. Aunque no fue el único, ya que el staff directivo contaba con un casino privado que funcionó antes que el Círculo Minero. Este primer “club de los ingleses” estaba situado donde se encuentra el actual. Una fotografía durante su demolición ya os puse aquí. 

                    José Gómez Ponce 

Noviembre 2020 
                                     
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ACTA DE LA INAUGURACIÓN DE LA SOCIEDAD CÍRCULO MINERO RECREATIVO. THARSIS A las once de la mañana del día 28 de octubre de 1951, se celebró el acto de la apertura de esta Sociedad, que tuvo lugar en la terraza anexa al edificio social de la misma, a la que asistió un buen número de socios y personal de estas minas, ocupando la plazoleta dónde está situado el edificio. Frente a la puerta principal estaban el señor gerente y presidente del Consejo de administración de esta Compañía de Tharsis, don Guillermo P. Rutherford y Sra. El director general don Pedro R. Maclachlan. El director técnico don Tomás Gray y Sra. El director de la administración don Juan C. Potts. El subdirector don James K. Pollock y Sra. Mis Philips Gray. El jefe de Sierra Bullones don Alfredo Wilson y Sra. El jefe de Talleres don Tomás Stewart y señora. El alcalde de Alosno don Antonio Rebollo Fiz, en representación del excelentísimo señor gobernador civil de la provincia. El secretario del Ayuntamiento don Bernardo Suárez Berry. El Juez de Paz don Juan Mateo Jiménez Orta. El secretario del juzgado don Alfonso Castejón. El cura párroco de Alosno don José Romero Regajos. El presidente del consejo de administración de la compañía francesa de piritas de Huelva, señor Garllard. El director de la misma, don Pedro Desbrest y señora. Don Antonio Vázquez Limón, representante oficial en España de la Compañía de Tharsis. Don Manuel Fernández Balbuena, presidente de la Asociación de mineros de Huelva. Don José Díaz Riestra, jefe de milicias. Don Antonio Fernández Carrasco, Jefe local del Movimiento. Don Isidoro Martín Álvarez, delegado sindical local. Don Servando Aguibar, delegado provincial de sindicatos. Don José Rigores Camacho, alcalde pedáneo de estas minas. Brigada de la Guardia Civil, don Manuel Cadenas Rico. Cabo y fuerzas a sus órdenes. Empezó el acto dando lectura el Secretario de la Junta Organizadora ( L. Jesús Llanes Cabrera) a unas cuartillas, cuyo texto es el siguiente: Señor gerente y presidente del consejo de administración de esta Compañía. Sus directores y jefes de la misma, autoridades, empleados, obreros. Socios de este Círculo y vecindario en general. Todos sabemos que para esta barriada minera constituía una gran necesidad disponer de un centro de recreo que, como dice muy acertadamente el artículo primero del Reglamento de esta sociedad, tendiese a consolidar y estrechar aún más los lazos de amistad y buenas relaciones existentes entre el personal, facilitándole al mismo tiempo, un cómodo medio para disfrutar lícitos pasatiempos. Pues bien, esta necesidad cada vez más intensamente sentida desde el segundo semestre de 1936, ha quedado hoy altamente satisfecha gracias a la generosidad de la Compañía de Tharsis, que haciéndose eco de nuestras aspiraciones y dando una prueba más de altruismo en favor del personal de estas minas, ha construido a sus expensas y nos ha facilitado este magnífico edificio, dónde desde hoy, queda legalmente establecido nuestro domicilio social, cuya sociedad está integrada por todos los sectores de la producción de este centro minero, sin distinción de clases ni categorías, y donde tiene una gratuita y cariñosa acogida los jubilados de esta empresa. Tharsis siente hoy, al celebrar este acto inaugural, una de las más íntimas satisfacciones de su historial minero, y puede tener el orgullo de decir que cuenta con un Centro de recreo que puede muy bien servir de modelo en la provincia, y quizás en toda la región andaluza, por su esmerada y artística construcción y por elegante realce que le presta su notable belleza arquitectónica. Y Tharsis, al congratularse jubiloso de este grato acontecimiento local, y siguiendo sus tradicionales sentimientos de pueblo agradecido, expresa unánimemente, por nuestra mediación, sus sinceros y profundo agradecimiento a don Guillermo Rutherford por el beneficio recibido, y por el alto honor que nos dispensa presidiendo este acto. Y está Junta Organizadora, interpretando el sentir general de este centro minero, inicia un entusiasta y afectuoso aplauso a don Guillermo Rutherford por su generosa iniciativa, para que sea secundado espontáneamente por todos los presentes (cuya lectura fue muy aplaudida oyéndose numerosos vivas a don Guillermo. El señor Rutherford, visiblemente emocionado pronunció unas frases de agradecimiento por el aplauso recibido, y manifestó que en toda ocasión demostró su gran interés por el personal de estas minas, al que siempre consagró sus más sinceros afectos. A la terminación de su breve y elocuente discurso se oyó nueva salva de aplausos). Seguidamente el señor Rutherford procedió a abrir la puerta principal del edificio, penetrando en el mismo seguido de todas las personas anteriormente mencionadas y de la Junta Organizadora que recorrieron todas las dependencias, quedando todos agradablemente impresionados por el buen gusto y artística colocación del mobiliario, recibiendo la Junta muchas felicitaciones por la labor realizada.

sábado, 31 de octubre de 2020

EL CUADRO DEL MONASTERIO DE LA RÁBIDA

 


En 1855 se inaugura oficialmente el Monasterio de la Rábida. Aunque su existencia pendió de un hilo en 1851, cuando el ministro de la Gobernación encargó su derribo por encontrarse abandonado. En su lugar se proyectó construir un monumento a Cristóbal Colón. Gracias a la intervención de quien en esa fecha era Gobernador de la provincia, Mariano Alonso y Castillo, se paralizó su venta y se procedió a su restauración. En 1856 es declarado monumento histórico.

Ernesto Deligny acude al Gobierno Civil el 26 de Marzo de 1853, para registrar más de 40 denuncios mineros, estando de Gobernador, Mariano Alonso. Si residió en la capital por esas fechas, pudo estar al corriente de la restauración y la posterior inauguración del Monasterio, siendo este un asunto importante en la vida social.

El 1 de octubre de 1869, Ernesto Deligny dirige un escrito al Gobernador de la provincia, Fernando de la Cueva y Cáceres, en calidad de representante de la Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de la provincia de Huelva. (1)

El 16 de diciembre de 1869 se da lectura en el Ayuntamiento de la capital, la carta que la Sociedad Económica de Amigos del País de la provincia de Huelva (2) ha dirigido al señor Gobernador, presidente de la Comisión de Monumentos Artísticos e Históricos, redactada en los siguientes términos:

"Con motivo de un notable cuadro que con destino al Monasterio de la Rábida ha regalado el ingeniero francés don Ernesto Deligny, en cuyo escrito se recuerdan los beneficios que ha reportado a la provincia dicho señor, por haber contribuido eficazmente al desarrollo de la industria minera, por lo cual dicha Sociedad espera que se le conceda al señor Deligny una distinción que patentice que la capital sabe agradecer y estimar los cuantiosos beneficios que le debe"

La Corporación aprueba lo siguiente:

El ayuntamiento, reconociendo con gusto los brillantes servicios prestados por dicho señor, deseando recompensar estos con una imperecedera muestra de gratitud y satisfacer a la vez los justos deseos de la Sociedad Económica de Amigos del País, acuerda declararle hijo adoptivo Benemérito de esta capital”.

Si desde ese año, 1869, o al siguiente, el cuadro fue expuesto para que fuera contemplado por el público, la información que se da era mínima y errónea..

Braulio Santamaría, en su obra: “Huelva y la Rábida, 1873”, ya daba una información, aunque no completa (3)

Otro interesante libro que trata de La Rábida, el de Sebastián García Rodríguez O. F. M. La Rábida, pórtico del Nuevo Mundo. (4) Pero sigue siendo errónea la información sobre el cuadro, aunque ya se habla de su tamaño, el más grande de todos los expuestos.

Si bien el donante del cuadro, Ernesto Deligny, ya refirió en 1869, el nombre del autor J. Jollivet, es una biografía de hombres destacados del siglo XIX, editada en Francia en 1846, donde se informa de Jollivet (5)

La compra del cuadro por Ernesto Deligny, ya nos la detalle el señor Gervais en el libro: “Ernest Deligny en Tharsis. 1853-1859”. En mayo de 1868, el subastador Charles Pillet organiza una subasta en el hotel Drout de París, poniendo a la venta todo el contenido del estudio de Jollivet: pinturas, bocetos y muebles. El primer día de la venta, Deligny compró el lote Nº 5. "Christophe Colomb”

Desde el pasado día 14 de octubre se hacen justicia al autor y al donante del cuadro. Se ha cambiado la cartela del mayor cuadro que se exhibe en el Monasterio. A partir de ahora quienes escriban sobre la obra pictórica de Pierre-Jules Jollivet, tienen que informar que uno de sus cuadros importantes, Christophe Colomb découvrant l Amérique, está depositado en el Monasterio de la Rábida, en Huelva.

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(1) Excelentísimo Señor, tengo la honra de remitir a V.I., con destino al ex convento de Nuestra Señora de La Rábida, un cuadro pintado por el distinguido artista, “monsieur” J. Jollivet, y que representa a Colón en el momento de divisar por primera vez las tierras de América.

(2) Sociedad Económica de Amigos del País de la provincia de Huelva. Fundada en 1852 por Mariano Alonso y Castillo.

(3) “El cuadro que merece especial mención es uno que ocupa todo el testero de la referida celda, regalado en 1870 por el ingeniero francés señor Deligny. Esta composición, de atrevidos rasgos y brillantes coloridos, parece ser de la escuela italiana”. p. 65

(4) “Llegada de Colón a América, la tierra anhelada, pintura sobre lienzo al óleo (3,30 X 2,50 metros), anónimo, escuela italiana de finales del siglo XVIII o principios del siglo XIX. De estilo barroco. Vino a la Rábida este lienzo, como donativo de los Duques de Montpensier. p. 72

(5) Pirre-Jules Jollivet 1794-1871. Se traslada a España en 1826, dónde a pesar de su corta estancia, buena parte de su obra pictórica reflejan temas españoles. Una de sus obras más destacadas es "Christophe Colomb découvrant l Amérique".



José Gómez Ponce

Octubre 2020





viernes, 25 de septiembre de 2020

SOBRE EL 200 ANIVERSARIO DE ERNESTO DELIGNY

 



Una vez más el covid-19 va a impedir que desarrollemos los actos programados para este aniversario de Ernesto Deligny.

A raíz de los casos que se vienen detectando, y cuando la tendencia es impredecible, nos pusimos en contacto con los familiares en París para recomendarles, desde nuestro punto de vista, que era mejor aplazarlo. Explicándoles que no podemos exponerles a ningún riesgo, por pequeño que sea. Ni a ellos ni a la población.

Aunque los actos serían al aire libre, no así la presentación del libro. Por ello, hemos decidido aplazar esta conmemoración. Y no fijarnos por ahora ninguna fecha, hasta no ver la evolución de la pandemia.

Personalmente he puesto mucho interés para que esta conmemoración tuviera la importancia que el personaje y la historia merecen. No solo abrió al mundo la riqueza minera de la provincia de Huelva, también nos dotó de un gentilicio milenario para la nueva comunidad, donde vivieron y prosperaron nuestros antepasados.

Organizado estaba, que descendientes de Deligny nos acompañaran para descubrir la placa erigida en su nombre. Ensayado también, la recreación histórica que el grupo de teatro de Tharsis iba a ofrecernos sobre su llegada a los escoriales en compañía de Luciano Escobar. Y dispuesto el señor Gervais para hablarnos de los años que estuvo al frente de Tharsis.

Pero aplazarlo por segunda vez es un poco frustrante.

También la impresión del libro se había comprometido, y tenerlo en nuestro poder sin saber cuando hacer la presentación, tampoco nos parecía lo mejor; por eso lo vamos a poner a la venta.

El libro, de 108 páginas con 10 fotografías, se pondrá a la venta a partir del lunes día 28, al precio de 5 €. En Tharsis, en el estanco de Juani Mora. En Alosno, en el estanco de María Moreno. En Huelva, en Bodigar Cosmetic, calle Moncayo, 10.

En las fotos, las portadas del libro.

José Gómez Ponce

Septiembre 2020 

miércoles, 8 de julio de 2020

EL 200 ANIVERSARIO DE ERNEST DELIGNY


Para conmemorar este aniversario, 1820–2020, tenemos previsto algunos actos que iremos detallando conforme cerremos algunas gestiones.
Aunque esta celebración estaba prevista para el mes de mayo, desde marzo quedó todo paralizado por los motivos que todos sabemos, el covid 19.
Los familiares de Deligny en París, me entregaron un escrito: “Ernest Deligny en Tharsis, 1853 1859”. Donde relatan pormenores y vivencias del ingeniero francés nada conocidas. Este escrito va a aparecer en un libro que vamos a editar para este 200 aniversario. El libro llevará también mi relato: “Llamaremos Tharsis a las minas del término de Alosno”.
Estará prologado por la doctora Ferrero Blanco, a quien tuvimos ocasión de escuchar en Tharsis hablando de Deligny.
También vamos a colocar una placa recordando su visita en 1853. A la que estáis todos invitados y que contará con la presencia de sus descendientes.
Después de descubrir esta placa, el autor presentará públicamente el libro, que por decisión de la familia han querido que se publique en español y que se presente en Tharsis. En este acto se pondrá a la venta el libro.
En principio esta conmemoración está prevista para el mes de septiembre, que iremos concretando más adelante.

José Gómez Ponce
Julio 2020