Aquí venimos consultando las
hemerotecas y recogiendo noticias relacionadas con la historia de Tharsis.
Algunas crónicas aparecidas en la prensa es de hace más de un siglo. Otras, de
hace 50 años, pero también tienen su importancia por cuanto describen acontecimientos
y situaciones que nos recuerdan tiempos pasados. No siempre, estas noticias
relacionadas con Tharsis están impresas en calidad suficiente para ser leídas
del original. La calidad de la impresión dejaba mucho que desear, no sólo en el
caso de La Provincia, La Revista Minera, o incluso más reciente, el diario
Odiel. De este último ya hemos publicado algún escrito, pero pasándolo a la
moderna caligrafía que nos permite Internet.
Hacer legible para todos ustedes
alguna de esas crónicas, permite una lectura comprensiva de lo escrito. Hoy
publicamos la crónica aparecida en el diario Odiel hace ya 54 años, y referida
a la construcción de la segunda iglesia de
Tharsis. Como sabéis, la primera fue la construida en Pueblo Nuevo en
1863, por Víctor Mercier. Incendiada en la Guerra Civil, a lo lejos que quedaba
del pueblo, y a su escasa capacidad; aceleró su ruina y dejó de ser utilizada a
principio de los años 50. La Misa pasó a celebrase desde entonces en la Escuela
Grande, concretamente en la clase de Doña Pepita, donde al acudir a la escuela
todos los lunes, un fuerte olor a cera inundaba toda la clase.
****Titulares:
EL OBISPO DE LA DIÓCESIS BENDIJO Y COLOCÓ LA PRIMERA PIEDRA DE LA PARROQUIA DE THARSIS
EN
SU ALOCUCIÓN, EL PRELADO AGRADECIÓ A LA COMPAÑÍA DE THARSIS LA COMPRENSIÓN Y
LA BUENA DISPOSICIÓN QUE HACEN POSIBLE ESTE NUEVO TEMPLO
EL
PUEBLO EN MASA VITOREO AL SEÑOR OBISPO A SU LLEGADA Y EN EL MOMENTO DE LA
DESPEDIDA
En
la tarde del domingo pasado, su Excia. Rvdma. El Obispo de Huelva, doctor
Cantero Cuadrado, bendijo y colocó la primera piedra de la iglesia que será
parroquia de Santa Barbará de Tharsis, barriada de Alosno, y que la Compañía de
Azufre y Cobre de Tharsis, Limitada, construirá para sus obreros, cuyo número,
incluidos los familiares que con ellos residen en dicho enclave minero, es del
orden de las seis mil personas.
La
Compañía de Tharsis, que edificó igualmente a sus expensas la iglesia de Corrales, ya abierta al culto, por estar ese pueblo en
su casi totalidad integrado por empleados
de la empresa, levantará, pues, un segundo templo católico, respondiendo
así de forma efectiva a los propósitos del doctor Cantero, que lucha desde la constitución de la
diócesis onubense por un número de iglesias bastante para regir los destinos
espirituales de esta provincia, en constante crecimiento demográfico.
LLEGADA
DEL SEÑOR OBISPO DOCTOR CANTERO
El
doctor Cantero llego a las minas de
Tharsis poco antes de las cinco de la tarde, acompañado del vicario general de
la diócesis, R. P. Luciano González y el capellán familiar, siendo recibido en
el Circulo Inglés por los directores, ingenieros y altos empleados de la
Empresa, párroco de Tharsis y autoridades locales. Dieron la bienvenida al señor Obispo el director adjunto, don Juan
Rintoul; director administrativo, don Juan Potts; representante de Minas de
Tharsis en Huelva, don Antonio Vázquez Limón, y los señores don Alfredo Willson,
don Tomás Steward, don Diego Pollok, don
Alberto Gray, don Juan Timoney, don Carlos Wilson y don Manuel Vázquez.
Seguidamente
el señor Obispo y sus acompañantes se trasladaron al lugar donde será levantada
el nuevo templo, siendo saludado por los obreros y sus familiares, que prorrumpieron
en aplausos y vítores al prelado cuando éste descendió del automóvil.
El
doctor Cantero precedió a la bendición de la piedra, que lleva adosada una placa
conmemorativa. Colocada en su sitio, ayudado por el señor Rintoul, el Prelado depositó
la simbólica paletada mezcla, primera en estas obras, que se pretenden llevar a
buen ritmo, a fin de que el templo pueda ser inaugurado en la festividad de Santa Bárbara.
A
continuación el doctor Cantero estampó su firma al pie del acta de fundación de la iglesia, en la
que consta, entre otros datos, que la Compañía
de Azufre y Cobre de Tharsis es la constructora.
Leído que fue a los presentes el texto del acta fundacional por el párroco de la barriada, don Juan José
Lucas Escobar, el Obispo de Huelva hizo uso de la palabra.
PALABRAS
DEL SEÑOR OBISPO
Empezó
el doctor Cantero recordando que hacía aproximadamente dos años, en su primera
visita pastoral a Tharsis, una de las
muchas pancartas de salutación que portaban los mineros rezaba: “Seis mil almas piden una iglesia”.
Aquella
petición era ahora atendida, y pasaba
ser realidad con la colocación de
la primera piedra bendecida, gracias a la comprensión y excelente disposición
de los directivos de la Compañía de
Tharsis. Era, por tanto, obligado que sus primeras palabras expresaran su gratitud hacia los
jefes de la empresa que habían hecho posible el cumplimiento de un gran deseo suyo y la satisfacción de una
necesidad palpable. Esta necesidad pasó a
considerar el señor Obispo, no solo afectaba al ámbito espiritual, con
toda su trascendencia, sino que se proyecta también hacia otros aspectos de interés evidente en la completa formación
del hombre, entre ellos la educación de su criterio social y profesional. La
naciente parroquia de Santa Bárbara de Tharsis
será en su día crisol de conciencias acordes con las enseñanzas de
Cristo, formará criterios y hará cristianos en su acepción cabal, que es tarto como decir obreros con exacto sentido de la
responsabilidad y familias de honesta conducta.
El
doctor Cantero, atento siempre a la formación profesional del obrero, a una educación
profesional dignificadora, que puede llevarle; por el camino del
perfeccionamiento a más elevadas dedicaciones, conminó a los jefes de la Compañía a la constitución de escuelas
profesionales que cumplan estos fines
sean continuación de las enseñanzas de la escuela primaría.
VISITA
A LAS VIVIENDAS DE OBREROS
Terminado
el acto, el señor Obispo fue invitado
por los directores de la empresa a visitar algunas de las nuevas viviendas
para obreros que pronto serán
entregadas, así como otras ya habitadas. Estas viviendas trazadas con
amplitud, comodidad y máximas
condiciones higiénicas, merecieron cálidos elogios del Prelado de la diócesis,
que quedó muy satisfecho de su visita.
El
señor Cantero fue despedido por los obreros, que siguieron en masa sus últimos
recorridos por el pueblo con idénticas muestras respeto y afecto, repitiéndose los aplausos y vítores
que escuchó a su llegada.
Finalmente
el señor Obispo fue obsequiado por los altos directivos de la empresa en el
Circulo Inglés, de donde partió para la capital
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