jueves, 4 de octubre de 2012

LA PRIMERA PIEDRA DE LA PARROQUIA DE THARSIS


 
 
Aquí venimos consultando las hemerotecas y recogiendo noticias relacionadas con la historia de Tharsis. Algunas crónicas aparecidas en la prensa es de hace más de un siglo. Otras, de hace 50 años, pero también tienen su importancia por cuanto describen acontecimientos y situaciones que nos recuerdan tiempos pasados. No siempre, estas noticias relacionadas con Tharsis están impresas en calidad suficiente para ser leídas del original. La calidad de la impresión dejaba mucho que desear, no sólo en el caso de La Provincia, La Revista Minera, o incluso más reciente, el diario Odiel. De este último ya hemos publicado algún escrito, pero pasándolo a la moderna caligrafía que nos permite Internet.
Hacer legible para todos ustedes alguna de esas crónicas, permite una lectura comprensiva de lo escrito. Hoy publicamos la crónica aparecida en el diario Odiel hace ya 54 años, y referida a la construcción de la segunda iglesia de  Tharsis. Como sabéis, la primera fue la construida en Pueblo Nuevo en 1863, por Víctor Mercier. Incendiada en la Guerra Civil, a lo lejos que quedaba del pueblo, y a su escasa capacidad; aceleró su ruina y dejó de ser utilizada a principio de los años 50. La Misa pasó a celebrase desde entonces en la Escuela Grande, concretamente en la clase de Doña Pepita, donde al acudir a la escuela todos los lunes, un fuerte olor a cera inundaba toda la clase.

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Titulares:
EL OBISPO DE LA DIÓCESIS BENDIJO Y COLOCÓ LA PRIMERA PIEDRA DE LA PARROQUIA DE THARSIS

EN SU ALOCUCIÓN, EL PRELADO AGRADECIÓ A LA COMPAÑÍA DE THARSIS LA COMPRENSIÓN Y LA BUENA DISPOSICIÓN QUE HACEN POSIBLE ESTE NUEVO TEMPLO

EL PUEBLO EN MASA VITOREO AL SEÑOR OBISPO A SU LLEGADA Y EN EL MOMENTO DE LA DESPEDIDA
 
En la tarde del domingo pasado, su Excia. Rvdma. El Obispo de Huelva, doctor Cantero Cuadrado, bendijo y colocó la primera piedra de la iglesia que será parroquia de Santa Barbará de Tharsis, barriada de Alosno, y que la Compañía de Azufre y Cobre de Tharsis, Limitada, construirá para sus obreros, cuyo nú­mero, incluidos los familiares que con ellos residen en di­cho enclave minero, es del orden de las seis mil personas.

La Compañía de Tharsis, que edificó igualmente a sus expensas la iglesia de Corra­les,  ya abierta al culto, por estar ese pueblo en su casi totalidad integrado por empleados  de la empresa, levantará, pues, un segundo templo católico, respondiendo así de forma efectiva a los propósitos del doctor Cantero,  que lucha desde la constitución de la diócesis onubense por un número de iglesias bastante para regir los destinos espi­rituales de esta provincia, en constante crecimiento demo­gráfico.
 

LLEGADA DEL SEÑOR OBISPO  DOCTOR CANTERO

El doctor Cantero llego a las  minas de Tharsis poco antes de las cinco de la tarde, acompañado del vicario general de la diócesis, R. P. Luciano González y el capellán familiar, siendo recibido en el Circulo Inglés por los directores, ingenieros y altos em­pleados de la Empresa, párro­co de Tharsis y autoridades locales. Dieron la bienvenida al  señor Obispo el director adjunto, don Juan Rintoul; di­rector administrativo, don Juan Potts; representante de Minas de Tharsis en Huelva, don Antonio Vázquez Limón, y los señores don Alfredo Willson, don Tomás Steward, don Diego Pollok, don  Alberto Gray, don Juan Timoney, don Carlos Wilson y don Manuel Vázquez.

Seguidamente el señor Obispo y sus acompañantes se trasladaron al lugar donde será levantada el nuevo templo, siendo saludado por los obreros y sus familiares, que prorrumpieron en aplausos y vítores al prelado cuando éste descendió del automóvil.

El doctor Cantero precedió a la bendición de la piedra, que lleva adosada una placa conmemorativa. Colocada en su sitio, ayudado por el señor Rintoul, el Prelado depositó la simbólica paletada mezcla, primera en estas obras, que se pretenden llevar a buen ritmo, a fin de que el templo pueda ser  inaugurado en la festividad de Santa Bárbara.

A continuación el doctor Cantero estampó su firma al  pie del acta de fundación de la iglesia, en la que consta,  entre otros datos, que la Compañía de Azufre y Cobre de  Tharsis es la constructora.

 Leído que fue a los  presentes el texto del acta fundacional  por el párroco de la barriada, don Juan José Lucas Escobar, el Obispo de Huelva hizo uso de la palabra.

 
PALABRAS DEL SEÑOR OBISPO 

Empezó el doctor Cantero recordando que hacía aproximadamente dos años, en su primera visita pastoral a  Tharsis, una de las muchas pancartas de salutación que portaban los mineros rezaba: “Seis mil almas piden una iglesia”.

Aquella petición era ahora atendida, y pasaba  ser realidad con la colocación  de la primera piedra bende­cida, gracias a la comprensión y excelente disposición de  los directivos de la Com­pañía de Tharsis. Era, por tanto, obligado que sus primeras  palabras expresaran su grati­tud hacia los jefes de la empresa que habían hecho posi­ble el cumplimiento de un  gran deseo suyo y la satisfacción de una necesidad palpable. Esta necesidad pasó a  considerar el señor Obispo, no solo afectaba al ámbito espiritual, con toda su trascendencia, sino que se proyecta también hacia otros aspectos  de interés evidente en la completa formación del hombre, entre ellos la educación de su criterio social y profesional. La naciente parroquia de Santa Bárbara de Tharsis  será en su día crisol de conciencias acordes con las enseñanzas de Cristo, formará criterios y hará cristianos en su  acepción cabal, que es tarto  como decir obreros con exac­to sentido de la responsabili­dad y familias de honesta conducta.

El doctor Cantero, atento siempre a la formación profesional del obrero, a una edu­cación profesional dignificadora, que puede llevarle; por el camino del perfeccionamien­to a más elevadas dedicacio­nes, conminó a los jefes de  la Compañía a la constitución de escuelas profesionales que cumplan estos fines  sean continuación de las enseñan­zas de la escuela primaría.

 
VISITA A LAS VIVIENDAS DE OBREROS 

Terminado el acto, el señor  Obispo fue invitado por los directores de la empresa a visitar algunas de las nuevas vi­viendas para obreros  que pronto serán entregadas, así como otras ya habitadas. Es­tas viviendas trazadas con amplitud, comodidad  y máximas condiciones higiénicas, merecieron cálidos elogios del Prelado de la diócesis, que que­dó muy satisfecho de su visi­ta.

El señor Cantero fue despedido por los obreros, que siguieron en masa sus últimos recorridos por el pueblo con idénticas muestras respeto y  afecto, repitiéndose los aplausos y vítores que es­cuchó a su llegada.

Finalmente el señor Obispo fue obsequiado por los altos directivos de la empresa en el Circulo Inglés, de donde partió para la capital

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