jueves, 27 de septiembre de 2012

CIPRIANO CAREAGA ADARO Y LAS MINAS DE HUELVA (y 3ª Parte)



Las minas de Tharsis, la Zarza y El Carpio, usan Huelva como puerto de embarque. En 1.871 se abre la línea de vía estrecha con locomotoras de vapor para el transporte de minerales y viajeros, (-19 El último tercio del siglo XIX ve cómo la explotación de la riqueza minera de la provincia se hace cada vez más importante. Se construyen en el Río Odiel los muelles de embarque de Tharsis (1.871) en la orilla derecha, y de Rio Tinto (1874) en la otra margen.


La circulación de los trenes se ajustaba a un cuadro de tráfico que permitía formar trenes de 20 vagones y un furgón en cola, con un peso útil por tren de 100 Tm de mineral. Permitiendo ocho trenes regulares en cada sentido y tres discrecionales, empleando en el recorrido dos horas y 23 minutos los descendentes y dos horas y 19 minutos los ascendentes, lo que representa 18,48 y 19,01 kms/hora respectivamente, descontando las paradas la velocidad media era de 21, 54 Kms hora.) recorriendo un trayecto de 47 Km entre Tharsis y el embarcadero del Puntal de la Cruz, en Corrales, en la ria del Odiel frente a Huelva.

Mirando hacia atrás, uno no puede más que rememorar con sentimiento melancólico a mi abuelo paterno Cipriano regresando a su tierra desde la blanca y soleada Andalucía, para encontrarse en diversos almuerzos veraniegos con sus cuñados, cuñadas, demás familiares y amistades en su tierra natal.

En Begoña, antes de la Primera Guerra Mundial, en casa de los suegros, hablarían de sus asuntos personales, así  como de las diversas actividades industriales, comerciales y financieras que ellos regentaban en el norte, pero también Cipriano les describiría  los fragosos alcores y cerros por donde descendían las máquinas de vapor transportando entre encinares, alcornocales y campos de olivos decenas de vagones cargados de minerales amarillentos y brillantes. Al sur, lejos de la ría del Nervión, quedaban los ruidos de los talleres de trituración, de las quebrantadoras y de los motores de las cintas transportadoras de las minas onubenses. ¿Se habría aficionado Cipriano al Cante Jondo? ¿Les contaría a sus primas, hermanas y a su amigo Laureano cómo era la dura explotación minera a cielo abierto en la lejana y calurosa Tharsis o el descenso a la oscuridad de las minas?

En aquel El Dorado de fenicios, griegos y romanos, ahora estaban presentes las potentes firmas europeas, entre sus aromáticas retamas y rojizas tierras. Éstas explotaban al obrero, pero también  fundaban pueblos para sus empleados en el distrito de Río Tinto y en las zonas portuarias. Aún quedan vestigios de su quehacer en el pueblo fronterizo de La Laja. El puerto del Guadiana fue, desde su fundación, objeto de un desarrollo muy lento, lo que ha permitido que llegue hasta nuestros días, conservándose parte de la trama urbana y del caserío original. Se pueden reconocer claramente las «cuarteladas», tipología típica de viviendas mineras, de reducidas dimensiones, organizadas en manzanas en hilera dispuestas paralelamente entre sí. Edificaciones sencillas, de una o dos plantas, de muros de carga de mampostería de piedras locales, encaladas, con cubierta inclinada cerámica. Dentro de las cuarteladas, existen otros edificios de mejor factura y dimensiones, como la antigua «casa del ingeniero» a cargo de las instalaciones del muelle, o la antigua capilla o «casa de los curas». Parte del poblado ha sido rehabilitado para su explotación turística, si bien las viviendas mantienen las estructuras murales de piedra y la ausencia de decoración externa que les confiere un aspecto de sobriedad y sencillez.

Cipriano debió comparar la situación laboral del trabajador minero e industrial en Vizcaya y en Huelva, las tradiciones de sus habitantes en las minas, en los muelles, y les hablaría a sus amigos bilbaínos de Huelva y Palos de Moguer, orilla de las tres carabelas. Y de Sevilla.

¿Cómo vería aquel clan familiar de los Echevarría -vasco, liberal y defensor de los derechos de hidalguía de Vizcaya- (-20 En el Señorío de Vizcaya y en Guipúzcoa existía el llamado derecho de hidalguía universal, en virtud del cual todos los vizcaínos y guipuzcoanos nacían hidalgos.) a este Cipriano industrial y minero, con ciertos aires andaluces, asociado al primer puerto minero de España y a importantes sociedades internacionales? Por su parte, Horacio Echevarrieta, estaba también involucrado en grandes proyectos mineros en España, pero ambos operaban de forma independiente. En sus ratos libres, el padre de Fernando ¿visitaría de vez en cuando las dunas, playas, lagunas y pinares de las impresionantes Marismas del Odiel?

Cuando Cipriano tuviera 45 años, allá por 1915, llevaría también a Fernando, su hijo de diez años, junto a su hermana Marichu, a casa de los abuelos paternos, para que sus vástagos fueran vistos y conocidos mejor.

En el seno de aquellas conocidas familias -en términos sociales y económicos- de la comunidad de Bilbao, Fernando se inició  en los sueños y realidades de este mundo. Desde algunas generaciones atrás su familia materna había estado cercana a la élite municipal y provincial. Por una parte, Fernando escucharía las peripecias de su abuelo Juan Echevarría La Llana que había detentado el poder municipal de la capital de Vizcaya en los difíciles tiempos de la Segunda Guerra Carlista (-21 El carlismo es un movimiento político tradicionalista y legitimista de carácter antiliberal y contrarrevolucionario surgido en España en el siglo XIX que pretende el establecimiento de una rama alternativa de la dinastía de los Borbones en el trono español, y que en sus orígenes propugnaba la vuelta al Antiguo Régimen. )  (1846-1849), siendo senador y miembro de la Asamblea Nacional durante la Tercera Guerra Carlista  (-22 Los principales escenarios de conflicto de la Tercera Guerra Carlista fueron las zonas rurales de las Vascongadas, Navarra y Cataluña, y con menor repercusión en zonas como Aragón, Valencia y Castilla. )

(1872-1876). La villa de Bilbao se había defendido de esta forma del pensamiento antiliberal católico tradicional. Por otra parte, vería a su padre como un hombre de negocios importante, interesado en la explotación de las minas de pirita y asociado al mundo de la pesca atlántica.  (-23 A comienzos del siglo XX se establecieron en Galicia dos compañías balleneras. Una fue la Compañía Ballenera Española, creada en 1914 con capital noruego, si bien no empezó su actividad hasta el fin de la Primera Guerra Mundial. Sus inicios fueron en la zona del estrecho de Gibraltar, abriendo la factoría de Caneliñas en 1924. La otra compañía era la Sociedad Anónima Corona, con domicilio social en Vigo y asociada a otra de origen noruego, que obtuvo en diciembre de 1923 autorización para la caza de la ballena a nombre de Cipriano Roque de Careaga y Cortina. En 1924 y antes de que se abriera la factoría de Caneliñas comenzó la actividad, a bordo del buque-factoría Alfonso XIII, que fondeaba en la ensenada de Barra y en la ría de Aldán. El buque era abastecido por las capturas de los barcos auxiliares Corona I, II, III e IV.  )

A veces estaría su padre ausente, por largos periodos, de Bilbao o de Sevilla, debido a su actividad empresarial bajo los azules limpios cielos de las minas. Su trabajo debió de ser duro, pues la extracción del mineral o la construcción y mantenimiento de las infraestructuras ferroviarias no se lleva a cabo sin un trabajo constante y tenaz. Entre martillos, piquetes, taladros, mulas y burros de carga, barrenadoras y explosivos, vagones, tolvas, apeaderos, terminales, talleres, palancas, señales de paso a nivel, traviesas, agujas… la tarea es agotadora para el obrero, los capataces, vigilantes, supervisores e incluso para los ingenieros a pie de campo. El calor aprieta en el largo verano, cae un sol de justicia, el entorno es un secarral polvoriento. El agua fresca del botijo es un tesoro. Las condiciones de seguridad laboral son siempre insuficientes y de vez en cuando hay graves accidentes. Cipriano trabaja con cientos de mineros y ferroviarios de sol a sol, sin descanso, por sus hijos, su familia, por el negocio, por la empresa que da de comer a tantas familias, venidas de los pueblos de la comarca atraídas por los sueldos. 

En Europa, en plena Primera Guerra Mundial, los mercados demandan piritas para obtener hierro y azufre para fabricar ácido sulfúrico. (-24 La industria que más utiliza el ácido sulfúrico es la de los fertilizantes. Otras aplicaciones importantes se encuentran en la refinación del petróleo, producción de pigmentos, tratamiento del acero, extracción de metales no ferrosos, manufactura de explosivos, detergentes, plásticos y fibras.)

Quizás por diversas razones familiares Fernando pasó algunas épocas estudiando en Francia o en Bélgica, pues su ocupado padre seguramente tuviera puestas sus miras en colocar a su hijo en el ámbito de los negocios internacionales.

En conclusión, la familia de Fernando gozaba en el primer tercio del siglo XX de una posición social envidiable en el ámbito político, financiero e industrial español y no es muy descabellado el pensar que mi padre hubiera pasado una parte de su infancia y juventud en Sevilla. 

 

jueves, 20 de septiembre de 2012

CIPRIANO CAREAGA ADARO Y LAS MINAS DE HUELVA (2ª Parte)


Entre los objetivos empresariales de Cipriano estuvo el transporte ferroviario de los minerales desde las minas hasta los muelles de carga de San Juan de Aznalfarache en el Guadalquivir. (-9 Se conoce como “Casa minas de Cala” el inmueble que albergaba la vivienda del director y las oficinas del ferrocarril minero Cala – San Juan. Se trata de uno de los monumentos civiles más representativos de San Juan de Aznalfarache por ser símbolo del pasado industrial del municipio. Entre 1850 y 1940 San Juan fue el centro industrial y de servicios del Aljarafe y tuvo gran desarrollo económico y fuerte aumento de la población (1800 %). Este auge fue una de las razones que justificó la segregación de Tomares y su constitución como municipio independiente por ley de 15 de julio de 1890.

Fueron muchas las instalaciones fabriles que transformaron el paisaje rural de San Juan  por otro de chimeneas, vías, puentes, almacenes, fábricas y muelles. Las industrias de Olmedo, Lissén, Codefasa, Cross, Sanavida, y sobre todo la gran fábrica Cerámica San Juan dibujaron ese nuevo perfil. Estas industrias trajeron riqueza al pueblo. Sus muchos obreros formaron un proletariado urbano que sufrió difíciles condiciones laborales y la población fue castigada por frecuentes brotes de paludismo.

A principios del siglo XX el ferrocarril llegó  a San Juan. La Ley de 13 de diciembre de 1901 y la R.O. de 22 de febrero de 1902, aprobaron para la firma vizcaína S.A. Minas de Cala (grupo Martínez Rodas) una concesión administrativa por 99 años que tenía como objeto construir y explotar un ferrocarril de servicio particular y uso público desde las minas de Cala a San Juan de Aznalfarache y río Guadalquivir. La línea, de vía métrica, tuvo 115 km., 8 puentes, 3 viaductos y 7 túneles. Se inauguró el 24 de agosto de 1905. San Juan se llenó de instalaciones ferroviarias: estación, túnel, talleres, vías, economato… así como dos equipamientos singulares: el muelle-embarcadero y la casa de dirección y administración. El ferrocarril ofreció servicio de viajeros hasta 1938 y de mercancías hasta 1955. El gigantesco muelle-embarcadero fue la pieza de mayor interés y presencia arquitectónica de la línea. Estaba formado por dos grandes viaductos de doble altura y otras tantas plataformas con basculadores de vagones y sistema Corral para la carga de buques.)

Desde los muelles y dársenas, la mercancía se embarcaba hacia los mercados de Bélgica, Francia, Inglaterra y Alemania, así como hacia la siderurgia de Vizcaya. En cierta forma, el río, los muelles, los almacenes y el transporte mercante en los muelles de San Juan de Azanalfarache debían de recordarle a Cipriano la dinámica actividad industrial en la otra ría del norte, la situada en el Nervión, si bien esta más húmeda y la otra más calurosa.

No muy lejos de la frontera con Portugal se encuentra Puebla de Guzmán. Cercanas y al este del municipio se encuentran las minas de Cabeza de Pasto, Las Herrerías y la Romarega, con ricos yacimientos de manganeso, cobre y piritas. (-10 La mina de Cabeza del Pasto -a 5 min de Las Herrerías- está ubicada en el término municipal de Puebla de Guzmán, cerca de la rivera del Chanza, siendo uno de los nombres míticos que se repiten cuando se habla de la minería del cobre en la faja pirítica onubense. Su explotación es conocida desde tiempos de los romanos, pero su mayor esplendor se desarrollará durante la fiebre minera de finales del siglo XIX, en concreto en 1880, cuando el ingeniero de minas alemán Jorge Rieken obtiene la concesión de sus derechos mineros. Entre 1885 y 1910 esos derechos le fueron arrendados a la compañía inglesa The Bede Metal & Chemical Co. Ltd., para posteriormente ser, de nuevo, arrendados a una empresa francesa, quedando paralizada la producción minera en los años treinta.

Las Herrerías fue explotada entre los años 1880 y 1885 por la compañía The Bedel Metal & Chemical Company Limited, de capital británico, y posteriormente por la francesa Societé Anonyme de Saint Gobain10, la Sociedad minera del Guadiana y la Sociedad Anónima Minas de Herrerías. La mina contaba con un enlace ferroviario al Puerto de La Laja, en el río Guadiana.)

Cipriano colaboró con franceses, alemanes e ingleses en los proyectos mineros y ferroviarios de Cabeza del Pasto y Las Herrerías. (-11 Según un vecino, los propietarios bilbaínos de las Herrerías debieron ser los mismos que los de Minas del Castillo de las Guardas. )

Por la misma zona, al norte de Alosno, (-12 Villa situada a 25 Km de Valverde del Camino, en donde se encuentra ubicada la estación del ferrocarril de Huelva a las minas de Tharsis. Hacia 1920 el municipio de Alosno tenía unos 8.000 habitantes, de ellos 4.000 en Tharsis. Aparte de las minas de cobre y maganeso, la población vivía de los naranjos, cereales y de la ganadería.) cuna del fandango, están los yacimientos minerales de Tharsis, Prado Vicioso y El Carpio.

Los metales de Tharsis atrajeron a cartagineses, visigodos y árabes, sobre todo en torno a los yacimientos de Prado Vicioso, la Lapilla o Lagunazo. (-13 La compañía británica The Tharsis Sulphur & Copper Company Limited impulsó con la ayuda de capital francés la extracción de mineral en la zona, cuyo hito más importante quizás sea la construcción del ferrocarril entre Tharsis y la ría de Huelva, que comenzó a funcionar en 1871.

En el año 1854, ya en la época moderna, el ingeniero francés Ernest Deligny fue quién después de efectuar un detenido reconocimiento de toda la zona de la cuenca minera, inicio las gestiones para la constitución de la Compañía de Tharsis; los primeros sondeos llevados a cabo por el ingeniero francés tuvieron perspectivas favorables, por lo que comenzaron las explotaciones; cuatro meses después se sacaba mineral en Tharsis. No debemos olvidar la valiosa colaboración prestada al ingeniero francés por el sevillano Luciano Escobar.

El 27 de octubre de 1866 se creó en Glasgow la firma The Tharsis Sulphur and Copper Company Limited, que tras un corto periodo de alquiler adquirió la propiedad de los yacimientos de Tharsis y La Zarza y para dar salida al mineral, realizó un nuevo proyecto de ferrocarril que fue aprobado por Real Orden de 24 de agosto de 1867. El material móvil llevó impresas durante toda la vida de este ferrocarril las siglas "TÓS" (Tharsis-Cobre-Azufre) y a todas las locomotoras se les asignó un nombre y un número correlativo. Debido a su excepcional ancho de vía, las locomotoras fueron fabricadas expresamente para este ferrocarril, siendo las primeras de North British Locomotive y Dubs & Company. Las primeras locomotoras de vapor fueron 8 de dos ejes acoplados que se encargaron de las maniobras y 13 de tres ejes acoplados para los trenes de línea. Más adelante llegaron otras 0-4-0 que se ocuparon de los trenes entre La Zarza y Empalme, y 1-4-0 para la línea general.

En 1929 se había alcanzado un total de 55 locomotoras de vapor, a las que en 1930 se unieron 7 más adquiridas a Henzhoren y Krupp de Alemania )

El origen de su nombre parece derivarse de lo insalubre e insano de su asentamiento primitivo.

En mayo 1928, estando su hijo Fernando de visita en Tharsis, toma un folio timbrado de las Minas de Prado Vicioso para escribir un poema titulado “Dos impresiones de Viena”.

Estuvo Cipriano asociado a la mina onubense de El Carpio, la cual fue explotada con anterioridad por ingleses y franceses. (-14 Los trabajos modernos en El Carpio datan de 1856 y fueron ejecutados en las cercanías de las minas de San Telmo, al suroeste de Cortegana, por la Sociedad San Francisco de Paula de Sevilla. Ese año se limpiaron pocillos y se ensanchó un socavón romano para servir de socavón general de desagüe y extracción. Esta compañía se arruinó intentando poner en marcha la mina y hacia 1860 se hizo con la propiedad la Compañía Española de Minas Ferrocobrizas, S.A. De 1880 a 1885 arrendó la mina The Bede Metal & Chemical Co., Ltd. interesada sólo en los minerales muy cobrizos. El mineral se transportaba a San Telmo para beneficiarlo por calcinación en teleras. Parece ser que en esa época se incendió una parte de la mina, lo que obligó a inundar las labores y beneficiar las aguas cobrizas por espacio de dos años, con resultados prometedores.

Entre 1900 y 1909 arrendó la mina la Sociedad Francesa de Piritas de Huelva que amplió el ferrocarril de vía estrecha hasta el socavón general de acceso a las labores. )

Cipriano la arrendó en 1915 y llevo a cabo la explotación por fajas horizontales de 2,5 m con relleno completo. En 1922 pararon los trabajos en dicha mina situada al pie de la Sierra de Aracena, al acogerse la compañía al convenio suscrito con The Pyrites Producers Association  (-15 Acuerdo monopolístico formalizado en Londres en 1923 mediante el cual un cártel se repartía el mercado de piritas mientras el consumo no excediera del tope de 3.170.000 Tm. El acuerdo dio sus frutos durante tres años. Posteriormente el acuerdo se derrumbaría por varios motivos, entre ellos los incrementos de salarios, la competencia americana, la caída del margen de beneficios, la pérdida de clientes y el aumento de la presión fiscal.)
para regular el mercado de piritas a cambio de una renta fija anual.

El mineral extraído de Herrerías y Cabeza de Pasto era transportado desde las minas hasta el Puerto de La Laja, levantado en 1858 a orillas del Guadiana, (-16 Para llevar el mineral a los barcos se utilizan una serie de vagonetas sobre las que descargan varias compuertas situadas en la parte inferior de las tolvas. Estas vagonetas eran conducidas a brazo y al llegar al final del muelle basculaban automáticamente sobre dos mangas o coladeros por los que se conducía el mineral a las bodegas. Estos coladeros podían girar en sentido horizontal y también en el vertical para dar paso a los buques al salir o cambiar de bodega, realizándose estas operaciones de mover los coladeros con tornos movidos a mano.

Las instalaciones del puerto de La Laja eran muy sencillas y de una extraordinaria eficiencia. Frente al embarcadero tiene el Guadiana gran anchura, lo que permitía el fácil reviro de los barcos. La única limitación venía impuesta por el calado, generalmente escaso por los descuidos en el dragado del río y barra, que no permitía la salida de barcos con más de 2.000 toneladas de pirita, las cuales se suelen cargar en un solo día.)  para dar salida al producto hacia los principales centros metalúrgicos europeos. (-17 En 1881, casi la cuarta parte de la producción mundial de cobre es española, y de ella un 70 por ciento procede de la cuenca onubense. A fines del siglo XIX, España se ha convertido en el gran exportador europeo de mineral de hierro, y el capital británico -y muy en segundo lugar el francés- organizan la infraestructura mercantil, técnica y viaria. La producción de mineral de hierro fue exportada a Gran Bretaña, Alemania, Francia y Bélgica El principal demandante de productos siderúrgicos en los procesos de industrialización del XIX fue el ferrocarril. )

La Tharsis Sulphur and Copper Co. de Glasgow construyó la línea ferroviaria desde las minas al Puerto de Huelva, situado a unos 50 Km. Allí se cargaba la pirita y subproductos, teniendo su comercio un cierto impacto en los precios mundiales del azufre y el cobre. Uno de los subproductos del proceso de extracción del cobre fue la obtención de hierro.

La construcción del muelle-cargadero produjo la fundación, en el último cuarto del siglo XIX, del asentamiento del puerto de La Laja a orillas del Guadiana.( -18 El tramo de ferrocarril fue completado en 1.888. Ya en 1.923 la compañía Saint-Gobain amplió el puerto y dragó el río. La Laja sirvió para la descarga de   mineral y maquinaria para las minas manteniéndose en funcionamiento hasta1965.)
 
Continuará...

jueves, 13 de septiembre de 2012

CIPRIANO CAREAGA ADARO Y LAS MINAS DE HUELVA (1ª Parte)




Aunque el panorama nacional, e internacional, está bastante convulso, y asuntos de los que hablar abundan, algunos preocupantes; retomamos un asunto ya anunciado en la entrada anterior. La prensa diaria ya les informa de los problemas que nos acucian.

Comentábamos la semana pasada sobre la visita de un familiar de Cipriano Careaga. Su nieto, Christian, nos visitó en Agosto. Visita que habíamos concertado previamente por Internet. Le acompañamos explicándole, a él y a su esposa, sobre los asuntos que le interesaban de Tharsis. Ya le dijimos que alguna información documental pudiera estar en el archivo del Museo, pero esa gestión queda a mejor criterio.

Nos informó de la recogida de datos de distintas fuentes que va acumulando,  y que aún continúa. Por ello le solicitamos una copia del borrador de esos escritos,  y que nos permitiera publicarlos. Su respuesta fue inmediata. Nos envió una copia autorizándonos a su publicación, advirtiéndonos de no tener tiempo para correcciones, por lo que cualquier error en fechas o nombres serian subsanables.
Aunque la vinculación con Tharsis de Cipriano Careaga parece limitarse  a "Prado Vicioso", no sabemos de sus posibles relaciones con "La Tharsis Sulphur". Ello es algo que a Christian le gustaría investigar. Como ya sabemos, muchas minas de menor importancia desaparecieron hacia 1923, al haberse suscrito el acuerdo entre Rio Tinto y Tharsis para repartirse el mercado mundial de la pirita. Estas minas más pequeñas, entre ellas Prado Vicioso o el Carpio, donde también estuvo Cipriano, aceptaron el cierre a cambio de una subvención. Estos asuntos los relata Pinedo Vara en su libro. Os dejamos el enlace al acuerdo para  la creación de la Asociación de productores de Piritas, publicado por la Universidad de Huelva. 

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CIPRIANO CAREAGA ADARO Y LAS MINAS DE HUELVA  (1ª Parte)
(Autor: Christian Careaga)
Las aclaraciones al texto en cursiva y entre ( ). En el original van al final del texto.

Cipriano fue un empresario pionero no andaluz, promotor de proyectos mineros en Huelva. (-1 La extracción de mineral y su transporte han sido desde la época de los romanos las actividades por antonomasia de la provincia de Huelva. La actividad minera desarrollada desde la segunda mitad del siglo XIX por los locales e ingleses coloca a Río Tinto  en el mapa del mundo de la minería. La explotación minera llegó a dar trabajo a entre el 30% y el 40% de la población activa de la provincia. A comienzos del siglo XX las dos empresas más poderosas de la zona son Rio Tinto Company Limited y Tharsis Sulphur and Copper Company Limited. Entre ambas llegan a controlar el 90% de la producción mundial de piritas. En 1911 firman un acuerdo por diez años para repartirse oligopólicamente los clientes y para fijar los precios. )

El padre de Fernando dedicó buena parte de su vida a la exploración y explotación de los yacimientos de pirita en Huelva. (-2 La explotación onubense se realiza esencialmente sobre piritas de hierro, pero en su tratamiento se obtienen también cantidades importantes de azufre y cobre. Se extrae el mineral en su mayor parte a cielo abierto y en menor proporción mediante la construcción de pozos y galerías. Las vagonetas basculantes y trenes circulan entre las cortas y anfiteatros, en donde los obreros pululan entre las excavadoras. En los talleres se quebranta y trituran las piedras y después las piritas se transportan por ferrocarril hasta los embarcaderos de La Laja, los muelles de la ciudad de Huelva, o el puerto fluvial de San Juan de Aznalfarache en Sevilla, para de allí salir hacia los mercados internacionales.)

Donde se cruzaban intereses industriales vascos y andaluces, así como de empresarios ingleses, belgas, franceses y alemanes. Debió de vivir en Bilbao, más tarde en Sevilla y finalmente en Madrid.

Desde 1.900, con apenas treinta años, comenzó  a operar en minas que con el tiempo registró a su nombre, llegando a ser titular de 24 concesiones entre 1909 y 1923. Fue presidente y socio fundador de Piritas y Manganesos de Huelva, S.A., constituida en Sevilla en 1923. Además tuvo concesiones y arrendamientos con la Compañía de Minas Ferrocobrizas y La Hispalense.

Desarrolló su actividad profesional básicamente en torno a dos zonas onubenses, situadas en los alrededores de Santa Olalla y de Puebla de Guzmán.

Cerca de Santa Olalla tuvo intereses económicos en Huelva en Minas de Cala S.A., Teuler y Zufre, así como en Castillo de las Guardas (provincia de Sevilla).

Una de las sociedades de la que fue administrador y accionista tenía como finalidad la explotación del Coto Teuler. (-3 En un principio estas minas fueron explotadas por los alemanes, haciéndolo después las empresas Andévalo Minero y Minas del Teuler, S.A. Aún hoy se aprecian ruinas de una antigua mansión colonial inglesa, construida en su tiempo por los alemanes, y que era utilizada para el alojamiento de los ingenieros que trabajaban en dicha mina. El “Coto Teuler S.A” se constituyó en Bilbao el 12 de agosto de 1911, con un capital de 3.000.000 pts. en acciones de 500 pesetas. Su primer Consejo estuvo integrado por el Presidente Ricardo Gandarias Durañona y los vocales Jose María Sanmartín, Juan Gandarias, Luís Núñez, Jose Joaquín Ampero, José Jáuregui, Alejandro Gandarias, Antonio Goya, Agustín Iza, Juan Santisteban, José Castaño y Cipriano Careaga.

 La sociedad tenía por fin explotar el Coto Teuler, cerca de Cala en Huelva, que adquirieron a los Sres. Serra, realizando el enlace ferroviario con el ferrocarril de la Sociedad Minera Minas de Cala.

La línea ferroviaria de vía métrica -establecida por la “S.A. de Minas de Cala”- fue abierta al servicio el 25.7.1912 en una extensión de 19,968 Kms y cerrada en 1955 por la compañía propietaria. Minas de Cala aprobó un ramal a Minas de Teuler hasta Zufre.) Cerca de Minas de Cala, siendo vocal del Consejo de Administración del Ferrocarril de Minas de Teuler a Zufre, abierto en junio de 1912.

Tras la extracción de la pirita, el mineral se transportaba mediante el enlace ferroviario con el ferrocarril de la Sociedad Minera Minas de Cala, sociedad propietaria de la línea ferroviaria, la cual llegó a contar hasta con quince locomotoras en la línea general, entre ellas: Conde de Rodas, Cala, Zufre, Ronquillo, Guillena, Itálica, Dominesa, Minas del Castillo, Camas, Gergal, Bilbao, Aznalfarache, Guadalquivir, Barrenera y Candelaria.

Los ferrocarriles de Minas de Cala hacían su recorrido hasta el embarcadero de San Juan de Aznalfarache, cercano a Sevilla. Iban de Zufre a Santa Olalla (Minas de Teuler), de Minas del Castillo de Las Guardas a minas Peña del Hierro y de Minas del Castillo de Las Guardas a El Ronquillo empalme, (-4 En El Ronquillo se juntaban varias líneas ferroviarias y la vía continuaba hasta San Juan de Aznalfarache. ) totalizando una red de 145 Km, cuyas concesiones se otorgaron respectivamente el 14 de Febrero de 1902, el 22 de Junio de 1904, el 14 de Julio de 1911 y el 7 de Septiembre de 1911, esta última contemplaba la adjudicación de un ferrocarril sin subvención de uso particular y público desde la estación de Zufre a la de Santa Olalla (Huelva), a las afueras del pueblo.

Cipriano participó en la construcción del ferrocarril hasta San Juan de Aznalfarache, a orillas del Guadalquivir, ejecutada a través de la Sociedad Española de Minas del Castillo de las Guardas. (-5 La Revista Minera, en su Tomo 63 del año 1912, págs. 63 y 267, comenta: “La gestión empresarial de Minas del Castillo de las Guardas, pasó por varias vicisitudes en su gestión de transferencia a la sociedad “Compagnie de Saint Gobain, Chauny et Cirey”, gestión que el Duque de Sagasta tuvo que atender  por requerimiento notarial del 22 de abril de 1912, del accionista Juan Amann, debido a la actuación de los consejeros Cipriano Careaga y Anselmo B. de las Rivas, que negociaban la venta de acciones a la “Compagnie de Saint Gobain, Chauny et Cirey”, en un porcentaje del 51 % por valor de 6.165.685 pts. Solicitando Amann  y 21 accionistas más la dimisión de  Cipriano R. Careaga y Anselmo B. de las Rivas. En esta controversia medió Fernando Merino, con el objeto de que“ Compagnie de Saint Gobain, Chauny et Cirey”, que tenían arrendada a los Sundheim la mina “Las Herrerías” explotada hasta entonces por la “Bede Metal Chemical Cº”, dejara sin efecto la compra por oposición de la parte vendedora”. 

Finalmente “Compagnie de Saint Gobain, Chauny et Cirey”, se hizo con el 51 %  situando en el consejo 5 vocales, siendo españoles los cuatro restantes, actuando como Presidente el Sr. Delage que a su vez era el Director General de la “Compagnie de Saint Gobain, Chauny et Cirey”, ocupando la vicepresidencia el Sr. Jáuregui. Esta operación financiera, permitió a Saint Gobain ocupar el primer puesto en la explotación de piritas, al aglutinar aparte del Castillo de las Guardas las explotaciones de Herrerías, Cabeza del Pasto y Romaguera.

Las minas del Castillo de las Guardas, tenían valorado su ferrocarril en el activo del balance cerrado el 31 de diciembre de 1925 en 1.917.382,56 pesetas (revista Minera Tomo 77, año 1926, pág. 185).

Esta sociedad se estableció en Bilbao en 1901 con un capital de 7,5 millones de pesetas, representadas por 15.000 acciones de 500 pesetas, aportado íntegramente por la Sociedad Española de Minas, incrementando en 1909 su capital hasta 10 millones de pesetas. La empresa era la propietaria del ferrocarril desde El Castillo de Las Guardas a la estación de Ronquillo Empalme.

Los minerales que se extraían en esta mina eran -entre otros- pirita de hierro y pirita cobriza, de los que se obtenía azufre, hierro, cobre, zinc y plomo. Estos minerales eran muy cotizados en Europa por su gran calidad. Gracias a las minas se construye el ferrocarril en 1907, con una longitud de 15,5 km desde las minas de El Castillo de las Guardas (-6 Actualmente las minas no existen, pero sí queda a las afueras del pueblo de Minas del Castillo de las Guardas el apeadero y la estación de ferrocarril, donde un edificio era empleado para el cambio de máquinas.) hasta la Estación de El Ronquillo, donde enlazaba con el ferrocarril de Cala-Sevilla en el km. 39. La distancia de la mina hasta el embarcadero del Puerto de San Juan de Aznalfarache era de 72 km. También se levanta la presa del embalse como reserva de agua para el uso de la mina.

La Sociedad Anónima Minas de Cala, fue la única compañía onubense que no operaba en el puerto de Huelva, sino en el estuario del Guadalquivir. La explotación de estas minas por la Compañía de Cala, tomando la decisión de embarcar sus minerales en el Guadalquivir, requirió la construcción de un embarcadero de mineral, situado en la margen izquierda del río junto a Sevilla. (-7 El ferrocarril de la empresa Minas de Cala empezó a funcionar en 1905, desde las minas de la sierra del Venero hasta Sevilla. Las minas de hierro de Cala (1903) y Teuler (1908) disponían de abundantes criaderos de piritas de cobre, hierro y en ocasiones de limonita, oligisto y magnetita, la “piedra imán”.)

Astilleros del Nervión suministraron el depósito y tolvas del cargadero de mineral de San Juan de Aznalfarache, permitiendo optimizar la carga de buques. (-8 El cargadero del Guadalquivir recibió en 1909, mineral aportado por Minas de Cala, Minas de Aznalcollar y Minas del Castillo de las Guardas, por 320.609 Tm. Cargando dicho año 85 buques con 252.263 Tm,  de los que 19 de ellos se cargaron con piritas del Castillo de las Guardas, y 16  con piritas de la Caridad de Aznalcollar.

En el ejercicio de 1909, en el que la compañía Minas de Cala recibió los mayores tráficos desde su fundación, transportó 128.862 Tm más de mercancías que en 1908, pasando en 1909 a totalizar 330.726 Tm de mercancías y 51.106 viajeros. Los principales tráficos procedían de las piritas de la Fábrica de Cross, procedentes de las minas  de El Castillo de las Guardas y piedra martillada de las canteras de toda la línea. )

Si Cipriano dedicó los mejores años de su vida a este negocio minero, los avatares de su constante trabajo, cuando ya frisa los 55 años, se pueden intuir en el comparativo de mediados de los años veinte del transporte por ferrocarril del mineral desde la zona de Santa Olalla al cargadero del Guadalquivir:

   
Tm en el año 1924
Tm en el año 1925
 
Mercancías
121.309
130.649
 
Mineral del Castillo de las Guardas
47.223
53.476
 
Mineral del Coto Teuler
 
 
 
Mineral de The Peña Cooper
97.679
104.043
 
Mineral de Rio Tinto
18.637
10.481
 
Mineral de varios
 
 
 
Mineral de Cala
43.708
38.003
 
TOTAL
330.572
342.692
 
  
Tm en el año 1926
Tm en el año 1927
Mercancías
152.428,91
143.248,32
Mineral del Castillo de las Guardas
56.461,10
60.281,90
Mineral del Coto Teuler
 
3.739,31
Mineral de The Peña Cooper
91.998,02
100.559,20
Mineral de Rio Tinto
10.851,28
22.150,31
Mineral de varios
1.501,04
9.437,36
Mineral de Cala
4.261,91
39.395,21
TOTAL
317.502,26
378.811,62
Promedio de arrastre Diario
869
1.038
 En el embarcadero de mineral se movieron:

 Compañía que embarca
Vapores
Tm en 1924
Vapores
Tm en 1925
Cala
15
44.875
12
35.588
The Peña Cooper
45
95.579
50
105.848
Castillo de las Guardas
23
47.223
20
53.479
Coto Teuler
1
2.241
2
6.299
Salaya (Manganeso)
 
 
 
 

 
Continuará...

miércoles, 5 de septiembre de 2012

De nuevo con vosotros


 
De nuevo con todos vosotros. Terminado el mes de Agosto parece que la vida vuelve a cierta normalidad. Si se puede calificar de normal la situación para muchas familias.
Repasando titulares de prensa, vemos noticias destacables ocurridas el mes pasado.
Entretenidas fueron las imágenes de los XXX Juegos Olímpicos celebrados en Londres. Donde el éxito conseguido por los olímpicos españoles fue bastante aceptable. A los "catedráticos" del lenguaje políticamente correcto jamás les oímos decir “London”.
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Otro asunto de no menor interés para nuestra comunidad es el comportamiento de algunos políticos en la llamada comisión de los ERE. Donde se investiga una presunta corrupción política al haberse detectado prejubilaciones fraudulentas, y subvenciones a empresas, en las que se han despilfarrado 1.400 millones de euros. La última guinda de esta comisión creada en el Parlamento Andaluz la acaba de poner el que fuera interventor, desmintiendo a quienes  pregonaban que desde la Intervención no se les informó de ninguna irregularidad. -800 informes se presentaron-. La prensa de Cádiz informó en su día, que un alcalde pedaneo de Jerez, así como un futbolista de aquella localidad, fueron incluidos fraudulentamente en la bolsa de Tharsis.
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De nuevo la segregación de Tharsis ha ocupado titulares en la prensa. Se convocó una manifestación en la capital a la que acudieron vecinos de los tres núcleos que reclaman la segregación: La Redondela, Tharsis y la Zarza. Igualmente, los alcaldes de estos municipios mantuvieron una reunión con el Subdelegado del Gobierno. No se descarta, -apuntaron- nuevas movilizaciones.
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Otra noticia que destacaba la prensa, y recogida por los medios extranjeros, es el asalto al supermercado del alcalde de Marinaleda. Si la imagen que damos al exterior es para que se fíen poco de nosotros, ataques como estos persuaden al inversor más optimista. Aunque el propósito pretendido de Gordillo y compañía sea loable, como socorrer a los más necesitados, hacerlo en plan bandolero es injustificable. Quien quiera socorrer a los más necesitados puede hacerlo con su propio sacrificio sin obligarnos a los demás. Cada uno con su patrimonio y libertad haga lo que en conciencia crea oportuno. Pero vivimos en un sistema de respeto a la propiedad privada, sea esta propiedad de un particular o de una empresa.
Por muy desesperante que sea la situación para muchas familias, y que sin duda lo es, no se puede tolerar que quienes se arrogan el derecho de representar al pueblo se tomen la justicia por su mano. Mucha más culpa de este periodo de crisis la tienen los políticos que nos representan y sin embargo no los mandamos a todos al guano.
Cuan de lejos nos vienen nuestros fracasos actuales y seguimos erre que erre. La regeneración que reclamaba la generación del 98 todavía no ha comenzado. Poco o nada ha cambiado la situación a ojos de muchos españoles a como la describiera Unamuno, que se refería al Parlamento de la nación  como “la catedra de la mentira”. Pío Baroja se refería a una “sociedad de mequetrefes y botarates”. Y Azorín hablaba de un Parlamento “atiborrado de vividores”.
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También nos visitó el mes pasado un nieto de Cipriano Careaga, empresario Bilbaíno que participó en varias minas de la provincia, entre ellas Prado Vicioso en Tharsis, o el Carpio en San Telmo. Su nieto, Christian Careaga, está recopilando información para conocer la trayectoria de su abuelo en tierras andaluzas. A nosotros nos ha pasado un borrador de lo que lleva recopilado, que próximamente iremos publicando.