jueves, 27 de marzo de 2014

FREDERIC VELGE Y LA COMPAÑIA DE THARSIS. EL GRAN RETO. 1ª Parte



EL GRAN RETO
 
Este apartado sobre Los Velge y la Compañía de Tharsis, no lo habíamos podido traducir antes y lo hacemos ahora. Es bastante interesante porque viene a relatar la crisis en la que entra la minería de la pirita y que termina con el cierre de la actividad en Tharsis.

Estos acontecimientos tuvieron su punto álgido hacia 1984, donde los tres centros (Tharsis, La Zarza, y Corrales) se movilizaron para evitar el cierre. Pero resultó inevitable cuando se dejó de financiar  la producción, y porque la base para la obtención de sulfúrico se podía conseguir a partir de un subproducto de las refinerías.

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La entrada de Eduardo Catroga en el equipo de los Administradores de SAPEC representó en aquella época la adquisición de competencias de mayor valía. Eduardo Catroga, uno de los más reconocidos economistas del país, con un profundo conocimiento del área de negocio, se lanza al trabajo de afrontar el desafío de hacer viable la empresa. Una vez más la estrategia de la familia Velge de apostar en los mejores recursos disponibles, se coronará de gloria. Frédéric Velge ganará su apuesta y un amigo para toda la vida.

"En 1982 compartí el cargo de Consejero Delegado en SAPEC y conviví con el Sr. Marc Velge de forma perfectamente saludable. El Sr. Marc Velge me dio carta blanca para yo dirigir la empresa. Él se dedicaba esencialmente al proyecto con el que soñaba: SAPEC-II. Creó una unidad de investigación y una unidad piloto en Setúbal para desarrollar una tecnología nueva para la Pirita y para la recuperación de los metales contenidos en ellla. Tenía un equipo destinado a eso, técnicos belgas y portugueses. Y yo me encargué realmente de la gestión ejecutiva de la empresa en Lisboa. Después de un diagnóstico rápido, reestructuré SAPEC en "Profit Centers", es decir, por unidades de negocio, y comencé a aplicar un nuevo sistema de gestión.
SAPEC en aquel tiempo tenía el negocio de los abonos, una pequeña actividad de agroquímicos y otra de alimentación para animales. Creamos tres unidades de negocio: abonos, agroquímicos y alimentación animal. Introducimos nuevas tecnologías de gestión; nuevo sistema de planificación y de control, de evaluación de rendimiento y de análisis de inversiones. Reestructuramos los equipos de inversión. Pasamos de una organización funcional centralizada a una gestión descentralizada por unidades de negocios. Con enfoque en la recuperación de la situación económica y financiera de la empresa. En 1981 la empresa estaba al borde de la quiebra. El endeudamiento bancario era muy alto, cerca del 70% al 80% de las ventas. En definitiva, recuperando su situación económica y sus posiciones en el mercado. En 1987 la recuperación estaba bastante avanzada y se podía comenzar a pensar en un nuevo ciclo de desarrollo. (Eduardo Catroga).

Frédéric Velge acompaña esos primeros años de actividad de Eduardo Catroga con alguna distancia.

“Entraba en contacto con el Sr. Freddy Velge en las reuniones del Consejo de Administración que se celebraban cada tres meses en Bruselas. SAPEC era la unidad de negocio de la familia y que él acompañaba, pero que no vivía en el día a día, salvo (una actividad que él nunca abandonó) la gestión de los intereses de SAPEC en España, que en aquel momento, siendo el mayor accionista de Tharsis, se limitaban a  tener el control de la empresa. Tharsis era también una empresa de Pirita que dirigía Günter Strauss, junto con el Sr Frédéric Velge. Pero en aquella época Frédéric Velge se preocupaba esencialmente con la gestión de los intereses que había heredado de un tío en el grupo de negocio belga SOCFIN". (Eduardo Catroga).

A pesar de la recuperación y mejora de rendimiento de las empresas en Portugal, las incertidumbres sobre el futuro eran todavía muchas. La entrada de Portugal en la Comunidad Europea iba a cambiar las reglas del juego. La evolución de la economía mundial también recomendaba precaución. Y Frédéric Velge, aunque centrado en sus negocios de SOCFIN, no descuidaba la evaluación estratégica de sus participaciones en SAPEC. En las reuniones de la Gerencia de SAPEC, las palabras fundamentadas y la capacidad de trabajo del economista eran seguidas con atención.

"SAPEC todavía tenía el antiguo esquema industrial y modelo de negocio. Tenía las viejas fábricas de ácido sulfúrico que consumían la Pirita de Louzal y estaba acumulando pérdidas.
En 1986, cuando Portugal se unió a la Comunidad Económica Europea, estaba claro que toda la filosofía de gestión tenía que cambiar. Todos los viejos conceptos en los que los precios eran administrados por el gobierno en base a los costos - independientemente de que los precios de los abonos en el mercado portugués fueran más altos a los de los mercados internacionales fueron cuestionados. SAPEC, para sobrevivir en este sector, tenía que ser competitiva. Es decir, tenía que producir fertilizantes a precios competitivos. Y la Pirita ya había dejado de ser una materia prima competitiva, al igual que la vieja industria de Setúbal." (Eduardo Catroga).

"SAPEC en aquellos años tenía el mismo problema que estábamos teniendo en Tharsis. En Portugal no había tal vez un grado de conflictos sociales tan grande, pero había que tomar una decisión sobre el futuro de los negocios. Sabíamos que el mundo de la Pirita estaba llegando a su fin y había que encontrar alternativas" (Günter Strauss)

"Sé que mi padre y el Consejo de Administración de SAPEC, ya en 1984, pidieron a Günter una opinión exclusivamente técnica sobre la mina de Louzal. En ese momento él ya había entrado en el Consejo de Administración de SAPEC. Y en esa época Günter había recomendado el cierre de Louzal por razones técnicas y económicas.
Por entonces, hizo una comparación entre los costos de la extracción de una tonelada de Pirita en Louzal respecto a la misma tonelada en Tharsis, más el transporte a Setúbal. No hay duda de que en ese momento la mina de Tharsis, que hacía 300.000 toneladas, era más competitiva en comparación con Louzal, que hacía 120.000 toneladas. En los fertilizantes estaba ocurriendo exactamente lo mismo.
Estábamos en vísperas de la entrada en la Comunidad Económica Europea, y el Dr. Catroga ya sabía perfectamente que el apoyo a la industria de los fertilizantes se acabaría. En aquel momento ya se sabía que el negocio de las minas para la fabricación de fertilizantes estaba básicamente condenado. (Antoine Velge).

Las opciones iban quedando claras. Con Eduardo Catroga gestionando SAPEC en Portugal había sido posible mejorar los resultados y la organización de la empresa.  Pero se hacía insuficiente de cara al futuro. Había áreas de negocio que no eran viables y el mercado único europeo sin duda agravaría la situación.

"Para producir fertilizantes a precios competitivos había que tenerlos productos químicos intermedios, incluyendo el ácido sulfúrico, ácido fosfórico, etc. también a precios competitivos. Se hacía evidente, entonces, que el modelo clásico industrial, diseñado en los años 1950 y 1960, basado en la explotación y producción de Pirita, la integración posterior con la producción de ácido sulfúrico y ácido fosfórico, etc., no tenía viabilidad en el futuro. ¿Y por qué? Porque la Pirita dejaba de ser un material competitivo para producir ácido sulfúrico y porque las instalaciones industriales de productos intermedios posteriores no tenían una dimensión competitiva. El ácido sulfúrico a nivel internacional se pasó a producir esencialmente a partir del azufre (extraído en minas a cielo abierto o provenientes de la recuperación de las refinerías de petróleo) y se ha convertido en un subproducto común". (Eduardo Catroga).

Las opciones eran claras. Tenía que tomar decisiones sobre el futuro del modelo industrial de SAPEC. O se continuaba con el modelo industrial clásico, o se hacía evolucionar ese modelo. Había esas opciones para decidir sobre qué hacer en Setúbal y sobre el futuro de las minas, de Louzal en Portugal y de Tharsis en España.

Para Frédéric Velge la decisión no era fácil. Mantener el modelo clásico parecía dirigirse a la ruina. Cambiar era tener que enfrentarse a su hermano, un compañero de siempre a quien su padre había confiado las riendas de la producción industrial de la empresa y acabar con el mundo de la minería. Un mundo que había ayudado a construir del que tenía muy buenos recuerdos.

"La Pirita de Louzal no era suficientemente rica en metales para ser una fuente de producción de metales, como por ejemplo era la Pirita de Neves Corvo. Y así me quedaba claro que SAPEC tenía que cerrar la mina Louzal. Al mismo tiempo, no tenía sentido el proyecto del Sr. Marc Velge de hacer la "modernización" (revamping) de la mina de Louzal y construir nuevas unidades de producción a partir de esa materia prima. Y estábamos en 1987. La recuperación financiera y económica de SAPEC estaba en marcha a buen ritmo"  (Eduardo Catroga).

"Bueno, esta vez el problema que se planteaba era conocer si en las fábricas de SAPEC podrían aprovecharse para la industria, de forma rentable el Cinc, Cobre y Oro. Esto, además de la producción de ácido sulfúrico. En 1984 yo entro en el consejo de administración de SAPEC. Y desarrollé en Tharsis un proceso de aprovechamiento de Oro que permitió la producción de una tonelada de Oro”. (Günter Strauss).

Pero toda la información recopilada y la mayoría de los consejos apuntaban en una dirección. Frédéric Velge se va convenciendo de que se imponía un cambio de estrategia en SAPEC.

"En aquel tiempo yo quería aumentar la capacidad de producción de SAPEC porque nuestras fábricas no eran competitivas. Teníamos que sustituir los hornos. Creé una unidad de investigación para realizar estudios sobre el nivel de producción y de los nuevos procesos de fabricación que debíamos aplicar. Necesitábamos incrementar 10 veces nuestra capacidad de producción para hacer una nueva SAPEC, la SAPEC-II" (Marc Velge).

"Creo que su hermano Marc, a estas alturas, no estuvo tan bien asesorado. A veces, la gente que dice a los jefes lo que ellos quieren oír son peores que sus propios enemigos. Sé que la decisión de Frédéric Velge no fue fácil, pero tuvo que elegir el camino que él pensaba más adecuado para el futuro. Y no fue sólo en relación a su hermano que tuvo que tomar decisiones que eran difíciles y que afectaron a todos ellos. También tuvo que ponderar toda una vida en las empresas en que estaba. Él estuvo en SOCFIN cerca de 20 años. Pero una vez más demostró el coraje y el ingenio para encontrar un rumbo certero y apostar por él. (Günter Strauss).

"Fui a ver al Sr. Freddy Velge y dije así: - ¡Mire! En mi evaluación estratégica esto no tiene conduiciones para continuar. Su hermano está insistiendo. Y, por tanto, para SAPEC hay que elegir el camino que su hermano defiende o el camino que yo defiendo. Y yo defiendo la reestructuración de los fertilizantes, lo que implica el cierre definitivo Louzal y de las plantas de ácido sulfúrico, ácido fosfórico y fosfato de amonio. Y después, gradualmente, diversificar SAPEC. Su hermano defiende el camino de la SAPEC histórica, y eso no tiene futuro. Y el señor Frédéric Velge, que también conocía no sólo la evolución de la Pirita, pues siempre se mantuvo unido a la Pirita en España, conocía también las tendencias generales de la economía de mercado de los fertilizantes, del ácido sulfúrico y la Pirita; no tuvo, digamos, duda alguna en apoyarme. Esto fue la causa próxima de los desacuerdos de accionistas, de la divergencia dentro de la familia". (Eduardo Catroga).

Continuará…

jueves, 20 de marzo de 2014

DECLARACION (BIC) DE NUESTRO PATRIMONIO Y SU EXPOLIO

 

Dejamos para vuestra opinión lo que nos parece una decisión anacrónica, tardía y escandalosa. Todos hemos considerado necesario la protección de nuestro patrimonio con  la declaración BIC (Bien de Interés Cultura), que hubiera puesto en salvaguarda bienes e inmuebles de nuestra historia minera. Competencia esta atribuida a la Junta de Andalucía, y que desde el cese de la actividad de la Compañía de Tharsis, tiempo ha sobrado para que su tramitación se hubiera iniciado hace años.

Según aparece publicado en el BOJA Nº 144 de 24 de Julio de 2013, la Consejería de Cultura, en Resolución de 27 de Junio de 2013, comunica que incoa el procedimiento para la inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz como Bien de Interés Cultural, con la tipología de Zona Patrimonial, de la Cuenca Minera de Tharsis-La Zarza. Se detalla, a partir de la página 260, la relación de bienes a conservar. Si lo comprueban verán que se declaran a proteger maquinaria, inmuebles, o yacimientos, que han pasado a mejor vida: El Polvorín, Talleres, Estación del Empalme, Escorial de la Huerta Grande, Locomotoras Alsthom (66-67—68-69-70-71). Vagones de arrastre (73 unidades), Vagones de arrastre antiguos, excavadora, entre otros.

En 1996, al declararse en quiebra la Compañía Española de Minas de Tharsis, se llegó al acuerdo de traspasar a los trabajadores constituidos en Sociedad Anónima Laboral (SAL)  todas las concesiones mineras, así como las instalaciones necesarias que les permitieran seguir con el desarrollo de su trabajo.

En Diciembre de 1999 circula  el “último tren” en dirección a Corrales, y podemos decir que desde el año 2000, todo el patrimonio que se ha ido acumulando en Tharsis desde el siglo XIX estaba en “nuestras manos”, en Nueva Tharsis Sal. La mayoría vecinos de Tharsis, de la Zarza, de Alosno, de Corrales, de Las Cruces y poco más.  

En 2003, un grupo de investigadores de la Universidad de Huelva, que trabajaba en el inventario BIC de la cuenca Minera de RioTinto, teniendo noticias que en Tharsis y la Zarza se estaba esquilmando y destruyendo estos bienes, deciden elaborar un documento que recoge la maquinaria, inmuebles, e instalaciones, que deben ser protegidos cuanto antes para evitar su desaparición. Copia de este documento fue entregado al Ayuntamiento de Tharsis, con potestad y autoridad para promover la declaración BIC. Incluso uno de los investigadores, el profesor D. Emilio Romero, en un interesante y recomendable trabajo, tiene publicado la relación  completa de bienes existentes en aquella fecha, en páginas 55-56. Pueden consultar aquí. 

En 2008, los “Liquidadores” (Comisión liquidadora de la extinta Compañía Española de Minas de Tharsis) acuerda traspasar al Ayuntamiento de Tharsis todo el trazado del ferrocarril Tharsis-Corrales, por la cantidad declarada de 300.000 euros. Esto incluía maquinaria y vagones, además de las estaciones de San Bartolomé y el Empalme (Foto de la portada). Para esta venta a Tharsis, el Ayuntamiento argumentó a los Liquidadores el interés por proteger y poner en explotación con fines turísticos parte de este trazado, utilizando alguna de las locomotoras adquiridas. Pues los liquidadores reconocen que tienen ofertas muy superiores a la que ofrece el Ayuntamiento. También  declara el alcalde por aquellas fechas, que “el próximo mes de Marzo estaría protegido nuestro patrimonio”.

En 2010, sin hacer declaración, ni debatirse públicamente sobre el uso alternativo que se le podía dar  a las instalaciones que aún quedaban, el  “patrimonio es convertido en chatarra”: Locomotoras, vagones, estructuras, calderas, puentes grúas, etc. Y más chatarra. Todo es vendido al peso. Pocos meses después se desguaza la Planta de trituración de Filón Norte.  Sin embargo en  la colocación de la Alsthom 69 en la rotonda de Cabezas Rubias, se invita a la prensa para salir en la foto. Pero no se llama a la presa para ceder la locomotora Odiel, la primera y más antigua del ferrocarril, al ayuntamiento de Aljaraque, en un intercambio que nos parece totalmente desproporcionado e innecesario.
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CONCLUSIONES:

-Que se reconozca ahora que dichos bienes DEBIERON de conservarse es de agradecer, pero la  Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha tenido cumplida información de todos los expolios y saqueos.

-Creemos que esta declaración viene motivada por la exigencia de un particular, al parecer   dueño,  en desmontar los puentes del trazado de ferrocarril La Zarza-El Empalme. Y que el pasado mes de Junio dimos la alarma en prensa visitando todos los puentes delrecorrido. También en la conservación de los puentes puede tener interés la empresa GIAHSA, ya que la conducción de  agua se ha instalado sobre muchos de ellos.

-Nueva Tharsis SAL también tiene su responsabilidad en que ahora se declare BIC lo que ya no existe, pues han sido dueños de las instalaciones y sin su consentimiento no se habría producido ningún expolio.

-La credibilidad de quienes nos representan la perdieron hace tiempo. Con muchísimo menos interés  y ninguna algarada, como el mostrado hace unos meses con encierros y marchas, se habría conseguido proteger el patrimonio, pero estaba claro que el único interés era hacer caja. Ojala una nueva generación muestre más interés por nuestra historia y no sea a cambio de otros estragos medioambientales que planean por nuestra zona.

-Lamentamos quizás no haber hecho más de lo que hicimos, pero nos hemos sentido solos en nuestras denuncias.




 
 
 

 

jueves, 13 de marzo de 2014

PATRIMONIO HISTÓRICO Y ALTERNATIVAS


 
                                      2ª Jornadas de Patrimonio. Tharsis, 2006
 
Os dejamos la ponencia que presentamos, desde Amigos de Tharsis, a las Jornadas de Patrimonio celebradas en 2006 en el Salón Socio Cultural. Desgraciadamente el diagnostico de la situación se ha ido cumpliendo. Hoy contamos con muchos menos bienes de nuestro pasado minero, en material e instalaciones, y no será porque no se hicieron propuestas desde algunas instituciones. Pero de esto hablaremos en otra entrega.

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Lo que hoy podemos considerar de Patrimonio histórico lo constituye una serie de edificios, construcciones, e instalaciones, que las distintas Compañías establecidas aquí hubieron de construir para el desarrollo de la actividad minera. Este carácter lo imprime, igualmente, una serie de condicionantes que hacen de nuestro Patrimonio minero digno de peculiar singularidad: La antigüedad; la longitud del trazado ferroviario; la anchura de ese trazado; la fecha de presentación del proyecto, el más antiguo de la provincia; los métodos de explotación minera, de los más avanzado en su época; el grado de autosuficiencia a que llegó la Tharsis Sulphur and Copper Company; de cómo afrontó el asunto de las calcinaciones; y un largo etcétera.

Si bien el último auge constructivo que llevó a cabo la Compañía se remonta a los años 50-60 del pasado siglo, donde hubo un auge importante en la construcción de viviendas: Plaza San Benito, Doctor Fleming, prolongación de Casas Nuevas, etc. Lo que contribuyó a paliar grandemente este problema. El siguiente paso adoptado por la Compañía sería la construcción de casas en Alosno.

Pero centrándonos en las construcciones industriales, podemos decir que las importantes para el desarrollo de la actividad minera ya se habían realizado con anterioridad: Dique Grande, Chimenea Gorda, Dique Pino, Las Cuadras, Polvorín, Cementerio Inglés, Malacate, Talleres, Central Eléctrica, etc. Algunas ya desaparecidas y otras en estado ruinoso.

Creo que a todos nos sobra capacidad para presentar un proyecto de actuación específico para Tharsis, donde se recojan todos los objetivos, todas las variables, y todas las posibilidades que queramos evaluar para el desarrollo del Patrimonio Histórico. Este no es el problema. Seguro también que cualquiera de los ponentes adaptaría a las necesidades de aquí, alguno de los proyectos de recuperación y explotación del patrimonio minero de los muchos ejemplos que todos conocemos. Ni tenemos que ir muy lejos para aplicar experiencias en funcionamiento: El de Río Tinto, o el del Alentejo Portugués, los tenemos bien cerca.

Tampoco faltaría apoyo técnico para elaborar el necesario proyecto, tanto de organismos públicos como privados. Plasmar el marco teórico que nos permita captar e ilusionar a posibles inversores, no ofrecería mayor dificultad. Incluso podíamos debatir, qué elementos serían convenientes priorizar en una futura explotación de nuestro patrimonio. De cómo complementarlo en un contexto interregional e ínterfronterizo. También podemos establecer estrategias de captación de inversores; que apoyen, financien, y desarrollen el proyecto. Con dos premisas fundamentales:

 A.- La implicación, "sine qua non", de la iniciativa privada.   

 B.- La adaptación a parámetros de viabilidad.
 
Entendemos, desde Amigos de Tharsis, que no debe existir el más mínimo problema para enarbolar, conjuntamente, un proyecto que defina lo que tenemos y lo que deseamos. Que no habría ningún problema por nuestra parte para consensuar un documento, con el que iniciar, de una vez por todas, esa explotación de nuestro patrimonio.

Nada de esto, y todos lo sabemos, es un problema. El problema está en la falta de interés en llevarlo a la práctica. Aquí es donde está la única e insalvable dificultad. Y sobre esto trata nuestra ponencia, señalando donde están, a nuestro entender, las dificultades.

            Aunque lamentarse sirve de bien poco sí, como nos decían a nosotros, no hay propósito de enmienda. En este sentido quisiera valorar la situación actual, aún a riesgo de equivocarme, pero que con vuestro permiso me voy a permitir.

A nadie se le escapa que, como seres humanos, todos somos parte de un pasado, de una historia, de unas tradiciones, etc., y esta dinámica puede ser aplicada a un pueblo. En mayor o menor medida, como es lógico, todos tendemos a interesarnos por nuestros antepasados ¿Qué hicieron?, ¿Cómo vivieron? ¿Qué circunstancias condicionaron su vida? Y, en fin, un largo etcétera. Creo que reflexionar sobre esto no solo es interesante, también necesario.

Este pueblo, en el que hemos nacido muchos, tiene una interesante historia. Aquí hay vestigios de épocas romanas y fenicias; y si alguna vez supiéramos cómo se llamó esta mina en la antigüedad, de seguro que sus comienzos se perderían a través de los siglos. No menos interesante es nuestra historia en la época moderna, la que da comienzo con la llegada de Ernesto Deligny en 1853. Siendo, a partir de esta fecha, más fácil e interesante para abordar su estudio y comprensión, porque abarca un periodo de 153 años. También repetir aquí, lo ya manifestado en otras ocasiones: Que siendo Tharsis la segunda mina en importancia de la provincia, a bastante distancia de Río Tinto, creo que no hay relación directa al estudio o a la publicación de libros que tienen por objeto Rio Tinto; con la bibliografía o el interés que despierta la historia de Tharsis. Por supuesto que sobre Tharsis escribió Deligny, Gonzalo y Tarin, Pinedo Vara, o Checkland, entre otros, pero repito, creo que la bibliografía sobre Tharsis está muy por detrás de su importancia.

Pero esta realidad nos parece doblemente triste si tenemos en cuenta cómo va evolucionando el interés histórico entre nosotros.

Valorando que las posibilidades de hoy día, de dar a conocer opiniones, estudios, o investigaciones, son prácticamente ilimitadas; si las comparamos con las que teníamos hace solo unos años. Donde publicar un trabajo, editar un libro, o colgar información de Internet, es algo al alcance prácticamente de cualquiera. Y a pesar de todas estas facilidades, y si las comparamos con la respuesta que la  población da a estos asuntos, no podemos más que constatar el predominio de un gran desinterés por los asuntos de nuestra historia.

Sirvan de indicadores la asistencia de público a actos de este tipo, que tratan de nuestra historia. Ya estuvimos en las 1ª Jornadas de Patrimonio, y puedo confirmar la vergüenza ajena que sentimos algunos, al comprobar la poca asistencia de público; donde la mayoría de los asistentes eran invitados o acompañantes de los conferenciantes.

En la presentación del libro de José Alfonso también nos hubiera gustado contar con más público. Aunque el día no se prestó a ello, el  acto se  convocó para rendir homenaje a un tharsileño que supo reflejar, en sus libros, bellos y emotivos retazos de nuestra historia.

Tampoco la desaparición de un tramo del ferrocarril minero, y la más que probable desaparición de todo el trazado, motivó mayor afluencia de público el pasado 5 de Mayo.  Y estas segundas Jornadas de Patrimonio no es que hayan empezado mal, han comenzado peor.

¿Quiénes las organizan quieren despertar algún interés entre nosotros, o todo lo contrario? (creo que se podían haber puesto un fin de semana y en horario de tarde)

Desde las Primeras Jornadas, a estas segundas, los organizadores bien podrían haber sacado algunas conclusiones. Han transcurrido casi tres años para haber trabajado en propiciar, mismamente, el interés por nuestras cosas. No es cuestión de lamentarse, más bien de reconocer, que más pronto que tarde, nos tendremos que interrogar sobre nuestro pasado y nuestro futuro, de lo contrario estamos condenando a las generaciones futuras a que no tengan pasado, a convertirnos en un pueblo sin Historia.

Pero a esto hemos llegado, y estamos ahora en esta situación bastante pesimista, no  sólo por circunstancias foráneas, si no porque, quienes han tenido y tienen capacidad para reconducir y haber reconducido esta situación no lo han hecho.

No es solo que la Diputación de Huelva se desentendió de todas las instalaciones mineras de Tharsis en las conversaciones con los  liquidadores; es que cínicamente nos ha estado dando a entender lo contrario. Es que, quienes han regido los destinos de este pueblo podían haber hecho mucho más que declarar “que el desmantelamiento del ferrocarril seria el crimen del siglo”, pero cuando este “crimen” se está perpetrando, ni se les oye ni se les siente.

Es que, desde este Ayuntamiento y desde la Mancomunidad de Municipios, se nos viene hablando, desde hace años, de la Mesa de la Diversificación; donde la recuperación y “puesta en valor” del Patrimonio Minero, se decía, era una realidad y una necesidad; pero miren donde estamos, volviendo a hablar de lo mismo.

Es que, desde hace años no se traslada la pirita de Tharsis a Corrales, y bien que podíamos haber solicitado la declaración BIC (Bien de Interés Cultural) de estas instalaciones, con lo que a estas alturas el ferrocarril minero de Tharsis seria intocable, y no hubieran desmontado el tramo El Empalme-La Zarza. Pero como esto no se ha querido hacer, se ha estado al dictado de la Diputación, que se niega  a invertir 50 millones de pesetas en esta zona.

Lo único que hemos visto son muchos golpes de pecho; indolentes, falsos  e hipócritas. Eso sí, Diputación se gasta los dineros en pagarse una casa en el Rocío y que corra el vino, el jamón, y el marisco.

No vamos a acusar a nadie de demagogo ni ponernos de ejemplo de lo que nos gusta hablar de Tharsis, pero sí digo, que ahora mismo tenemos una situación de lo más trascendente que resolver. Señores, que estamos a punto de perder el ferrocarril, así de claro; que no podemos discutir que si galgos o podencos; que hoy, o mañana mismo, pueden haber vendido el ferrocarril; que sólo hay que poner una cantidad para paralizar su venta; y que si no hacemos esto, estamos hablando aquí, si acaso, para confirmar nuestro ego, o el presupuesto; pero nada más.

Nosotros abogamos porque se pueda poner en practica, aunque sea una mínima  parte de las  ideas y sugerencias  que  aquí se  van  a exponer,  ¡no faltaría más! Nadie es tan insensible de no querer que esas experiencias tan bonitas, tan interesantes, no se lleven a la práctica en Tharsis. Pero esas experiencias, esas realidades, las conocemos, se conocen aquí, desde hace tiempo.

Alegrarnos los oídos, con grandes proyectos y con mejores propósitos, puede ser una terapia necesaria para salir del letargo, pero continuar con esta música, cuando no queremos salir del letargo de la apatía es, simplemente, de un masoquismo enfermizo, por calificarlo suavemente. Yo no dudo que sea conveniente y necesario hablar de las potencialidades y las posibilidades que nos brinda nuestro Patrimonio Histórico, pero incidir tanto en lo mismo, sin ponerse manos a la obra, puede ser de lo más frustrante.

CONCLUSIONES


¿Tenemos claro que es necesario recuperar el Patrimonio Histórico de Tharsis? Del cómo y el para qué nos sobran ejemplos. Pero si no tenemos claro lo primero todo lo que hablemos son fantasías y cuentos. Podemos decir aquí piropos y lanzarnos flores; significarnos de lo mucho que nos gusta hablar de Tharsis o de cuanto nos sacrificamos trabajando por su Patrimonio. Pero seguimos donde estábamos hace tres años, cuando se celebraron las primeras Jornadas, o mejor dicho, estamos mucho peor. Repito, si perdemos el ferrocarril para que queremos la Estación, o Talleres, o la Central Térmica. Todo correría el mismo destino que el Polvorín. Y para que querríamos la “Corrales”,  ¿para exponerla a la entrada del pueblo?

O nos movemos, o se mueven nuestros representantes,  o tendremos que asistir al funeral de nuestro Patrimonio. 

jueves, 6 de marzo de 2014

MEDICINA Y MINERÍA EN THARSIS. 1956-1966. Y 3ª Parte.


 

Quiero mencionar solamente otras dos situaciones especiales, ahora en relación con mi asistencia a los vecinos del pueblo: La epidemia de gripe del año 1957 en la que, uno de los días, se presentó muy temprano en mi domicilio el Sr. Zamorano, con una lista de 129 avisos a domicilio.

Terminadas mis visitas a extrarradio, Pueblo Nuevo y Hospital, tuve que suprimir la consulta en el Ambulatorio y dedicar el resto de la jornada a las visitas de los enfermos encamados.

A las dos de la madrugada del siguiente día, continuaba golpeando puertas y levantando a los familiares de la cama, que ya no me esperaban a semejantes horas. No sé cuantos talonarios de recetas gasté ese día.

Sin duda quedarán algunos tharsileños que recordarán aquella epidemia y mis visitas extemporáneas. Afortunadamente, la epidemia fue cediendo en pocos días.

En otra ocasión del mismo año, cuando la mayoría de los niños nacían en sus casas, nos encontrábamos solos Dª. María la Matrona y yo, con cinco partos "en marcha" simultáneamente. El agobio fue muy grande, pues si necesitábamos desplazar a una parturienta en coche o ambulancia "al Agromán", (nombre popular de la Residencia sanitaria del SOE en Huelva), tendríamos que acompañarla Dª. María o yo, pero no podíamos dejar desatendidas a las restantes,  y con un solo responsable para todas. Tuvimos la gran suerte de que  los partos fueron todos normales y espaciados adecuadamente; Dª. María asistiendo al nacimiento más inminente, y yo de un domicilio a otro visitando, explorando, tranquilizando a los familiares, y trayendo personalmente a dos nuevas criaturas a este mundo.

Mis angustias y responsabilidad fueron muy grandes, pero mayor fue mi satisfacción cundo todo concluyó felizmente.  Lo más reconfortante de la situación  fue la actitud comprensiva de las cinco parturientas y sus familias, que  al llegar a las casas a cada rato, me recibían  con ansiedad pero con afecto, sabiendo que solamente éramos dos sanitarios para cinco pacientes.

Estas angustias y otras muchas con motivo de casos graves o enfermedades mortales, inevitables durante 10 años, fueron sobradamente compensadas con el cariño de esas nobles gentes que me lo demostraban constantemente.

¡Cuánto hemos disfrutado de todas las Veladas y demás fiestas del pueblo y con las reuniones de nuestros compañeros y otros muy buenos amigos!

Es por ello que quiero terminar mi extenso comentario, mencionando, además de los ya citados,  y sin muchos detalles para no alargar este escrito,  algunos nombres de amigos que siguen emocionalmente en mi recuerdo, y me puedan ellos recordar  o, en otros casos, los lean alguno de sus familiares o descendientes.

Juan Martín Santos, primer amigo que conocí al llegar al pueblo y que mucho me ayudó. Juan González Gómez, padre de Francisca, "la tata" de mis hijos, y ahora en Barcelona, con la que seguimos manteniendo una buena relación de familia. Sus padres fallecieron hace años en aquella ciudad.

Juana "la de la Fonda", Antonio su marido y todos los suyos.  Nuestros vecinos Benito, Juana Molina y su hija Andreita. ¡Cuántos intentos hizo Benito para que yo aprendiera, sin conseguirlo,  unos acompañamientos o  acordes de guitarra  para los fandangos alosneros! (el profesor no sería un virtuoso, pero el alumno era una calamidad como aspirante a guitarrista). Por aquellos años trabajaban en la mina los célebres Hermanos Toronjo.

Juan José Martín Roldán. Antonio Caro Gallego. Baltasar Durán. (Estos tres últimos amigos mencionados,  me hicieron siempre grandes favores de todo tipo y con gran afecto en la administración y en talleres). 

Santiago Gallardo Fuentes, excelente amigo  de quién conservo un bodegón al óleo pintado por él. A su lado sufrí la muerte trágica por ahogamiento de uno de sus hijos, cuando se bañaba en el embalse.

Bartolomé de la  Cueva, recuerdo una muy prolongada asistencia sanitaria angustiosa en horas nocturnas, a un familiar muy querido para él. Ya de madrugada todo se solucionó definitivamente bien, sin necesidad de traslado urgente a Huelva. 

Hermanos Ortega Salguero. Leandro Feria, especial amigo mío y de todos los sanitarios, también avezado cazador.- José "el Curto", en cuya barbería pasé tantos buenos ratos. Cándido Maestre, nuestro Alcalde pedáneo.  Beatriz García Llanes, muy buena y discreta amiga, siempre pendiente durante años de cuanto necesitábamos en relación a Telefónica o a cualquier otro tipo de ayuda.

Pepi Garrido Moreno, en Correos, tan agradable y servicial en toda ocasión. Ángel Molina y Apolonia, a los que conocí siendo muy pequeñita su hija, que mucho mas tarde hizo la carrera de médico, pero que nunca la he visto de mayor.

Manuel Franco Garfia, ¡qué buena persona y servicial amigo! Desde que nos instalamos en "nuestra casa", se hizo cargo del cuidado del jardín y así continuó durante años, sin el menor interés, solo por su afecto y el de su familia hacia nosotros, afecto y confianza que siempre fue mutuo. Nunca los hemos olvidado.

Mario Alfonso Cerrejón, al que conocí porque trabajaba en el Círculo Minero Recreativo de Tharsis. Muchos años después me dio una gran alegría cuando se presentó en mi  consulta del ambulatorio en Huelva, al empezar su trabajo como Celador, y desde entonces nos veíamos con cierta frecuencia.  Tras mi jubilación a los 70 años (hace mas de 19), no he vuelto a saber de él.
 
Antonio Barros Beltrán, albañil y mi buen compañero de cacerías,  como paquete en la vespa;  el reclamo y la escopeta desmontada a mis pies en el "suelo" de la moto. Después de hacer un tupido puesto de jaras, mi amigo Barros, cuando el campo estaba "frío", se salía del puesto y se escondía entre peñas próximas imitando el canto de un buen macho, para animar jaula y campo. Al poco rato volvía sigiloso al puesto, ya con reclamo y campo en plena faena; el resultado de la cacería estaba asegurado.  Años después me enteré, aquí en Huelva, de que se había marchado de Tharsis con su numerosa familia, y que había muerto en accidente de circulación. En el Blog de "amigos de tharsis"  (lª familia, última foto, podemos verlos). ¡Cuántas veces jugaba mi amigo Antonio con mis tres pequeños hijos, y cuanto era el afecto que le teníamos! (d.e.p).

Piedrasalbas Romero Márquez, hija única del Guarda  Sr. José Romero Correa, que vivía en la C/ Cervantes nº 22 de Tharsis. Se quedó huérfana y vivió sola durante muchos años. Fue una gran amiga de mi mujer y mía, pero no solamente en mis tiempos de Tharsis,  sino que su profundo afecto (pienso que, por sus continuas manifestaciones,  tal vez mas grande que el nuestro, que lo era mucho) continuó durante muchos años con muy frecuentes visitas a nuestra casa de Huelva, y siempre con algún detalle especial. Así hasta su muerte, hace bastantes años, aquí en Huelva, donde al enfermar, como estaba sola en el pueblo, se la trajo a su casa su sobrina Pepi, también amiga nuestra, que mas tarde con su familia,  se fue a Bonares.

Aunque el médico de Salvitas en el pueblo fuera, en ocasiones posteriores, otro de mis compañeros, siempre confió en mis consejos y tratamientos y así continuó durante  toda su vida hasta el final, cuando volvía de los Especialistas del Seguro, mostrándome los informes para que yo le confirmara todo. A pesar de sus achaques, falleció de un proceso grave inesperado, muy frecuente en los tiempos actuales.

Son muchísimos más los nombres omitidos entre mis buenos amigos, sin duda en gran parte fallecidos sin yo saberlo y que, precisamente por ser tantos amigos, fueron la causa de que yo no volviera al pueblo, en la seguridad de que muchos se sentirían desairados si sabían de una visita mía sin tiempo a saludarlos.
 
Me vine definitivamente de Tharsis a Huelva el 31 de Mayo de 1966, con mi mujer y mis cuatro hijos, con la añoranza de tantas y tan gratas vivencias, profesionales y de amistad, compartida con todo el pueblo y, en los últimos tiempos, también con la nueva Dirección de la Compañía a cargo de Carlos Strauss. Conservo de él un grato recuerdo así como de José Mª. Ley, Antonio Castillo, J. Vega y Antonio Gómez, aunque  fue sumamente corto nuestro  tiempo de convivencia.

Permítame un recuerdo especial  para mi amigo Rodrigo, al que saludo de vez en cuando aquí en Huelva,  hijo de don José Díaz Riestra, (mi primer compañero de profesión y amigo en Tharsis) y otro recuerdo para Isabelita Gervasini, hija del farmacéutico D. José, y viuda de D. Feliciano Díaz Riestra.

Finalmente reincido con el mas afectuoso de los saludos a mi entrañable amigo Carlos Cañada Ruiz, quién tras su jubilación sigue en su querido pueblo de Tharsis.  Por supuesto incluyo en mi saludo  a su esposa Manolita y a sus hijos.

Querido Carlos, como tus añoranzas y recuerdos  coincidirán en mucho con los míos, sé que no te resultará excesivamente pesada una lectura tan extensa, en el caso de que llegue a tus manos. Si estuviéramos juntos me habrías ayudado a  recordar muchas más cosas. Un abrazo.

Antes de terminar, una última observación importante: Quién haya bajado tan solo varias veces al piso 14 de Sierra Bullones, llegando más de cien metros en descenso a las entrañas de la tierra, metido en una jaula o montacargas, amplio pero húmedo, oscuro y poco confortable, ha de sentir, obligada y necesariamente, una sensación indefinible de temor o miedo franco al pensar ¿Volveré a salir de este agujero y ver de nuevo la luz del sol?

El trabajo en Contramina, por sus condiciones y altos riesgos permanentes es, sin duda,  de los más duros y difíciles, yo diría  incluso que infrahumano.

Los Mineros, valientes, abnegados, fuertes o débiles en su ánimo pero resignados, lo hacían a diario, sabiendo que ese era el único medio de salir adelante con sus familias ¡durante toda su vida! y siempre con el temor de que ésta fuera breve.  Lo que menos les preocupaba era una posible y tardía Silicosis. Al llegar abajo, y al menos durante ocho horas diariamente, con ropa impermeable incómoda y no transpirable, casco con su luz propia por la negrura de su ambiente de trabajo, siempre como una oscura noche con neblina, húmedo y chorreante, enlodado. Molesta y aparatosa mascarilla anti-polvo estorbando su respiración. Guantes y botas gruesas o de goma resbaladiza, y los riesgos permanentes a los que estaban sometidos, inesperados, no previsibles, por galerías y salones enrarecidos de difícil encofrado con desprendimientos, peligros en las explosiones programadas, etc. etc.

¡Siempre con la duda de si sería el próximo en caer!, aunque por costumbre y rutina, sin miedo al peligro.

Se necesitaría mucho para describir adecuadamente la insalubridad y peligros de todos los puestos de trabajo en contramina.

¿A qué vienen estos comentarios?

La única explicación a mi juicio que hacía distinta a la gente de Tharsis y su NOBLEZA, creo proviene de la reciedumbre, la raza, fortaleza, lealtad, bondad, valentía, capacidad de sacrificio y sufrimiento, compañerismo y amistad, sencillez, conformidad, y resignación, todo ello sin perder el optimismo, alegría, buen carácter y otros valores humanos de esos mineros y sus familias.

A lo largo de generaciones se han ido impregnando de tales valores el resto de la gente hasta llegar a ser así todo el pueblo, con tales cualidades.

Es lo que creo y así lo he manifestado cuando he tenido ocasión, estando ya  mucho tiempo lejos de vosotros.

Para Vd. D. José, espero haberle complacido "abundantemente", tal vez en forma abusiva por mi parte, pero así son las añoranzas y recuerdos  de mi querido pueblo de Tharsis. 

Quiero darle las gracias por haberme dado esta oportunidad de manifestar a todos, cuanto han supuesto para mí aquellos años vividos entre tan magníficos y buenos amigos.

Un muy afectuoso saludo.

                                                       Fdº. Alberto Bervel.