El golpe de estado iniciado en
Cataluña es la amenaza más grave para la convivencia en paz de los españoles.
Es necesario, cuanto antes, que en esa comunidad se imponga el cumplimiento de
la Constitución y el acatamiento a las leyes, que se vienen conculcando
sistemáticamente hasta ahora.
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Relataba
Cándido Maestre en una de sus crónicas aparecidas en el diario Odiel, que la
construcción del primer edificio que pudiera llamarse iglesia, se construyó en
Tharsis bajo la dirección de Víctor Mercier. Siguiendo esta escueta información
me propuse averiguar, consultando archivos, si existía constancia por escrito;
si intervinieron los antecesores al frente de la actividad minera, Duclerc y
Deligny; y en cualquier caso, sobre los
pormenores seguidos para su construcción e inauguración.
Esta iglesia,
edificada igualmente bajo la advocación de Santa Bárbara, ha sido más conocida
entre nosotros como la iglesia de Pueblo Nuevo. Aunque en la correspondencia del
siglo XX figura con el membrete: “Capilla de Santa Bárbara, minas de Tharsis”.
Hoy día lo que queda de ella son unos paredones
ruinosos cubiertos de vegetación, y en nada hacen figurarnos que fue un
edificio pequeño pero coqueto, alejado de suntuosidad y boato.
Desde
el comienzo de la actividad minera en el siglo XIX, una prioridad de las
compañías extranjeras, aparte de sacar rentabilidad a su inversión, era
mantener la paz social. Tanto franceses como británicos se pusieron a ello, y
edificios destinados al culto o a la enseñanza formaron parte del poblado. En
la visita de Gonzalo y Tarín en 1888, se habla de la existencia de una capilla
católica y otra protestante, así como escuelas para alumnos de estos cultos
religiosos.
En
la búsqueda de esta información se detectan dos prioridades puestas de
manifiesto por el representante de Víctor Mercier. Primero, que ya han construido
una “iglesia rural” y lo que necesitan es el oportuno VB para su inauguración y
funcionamiento. Segundo, que este primer edificio que esperan sea autorizado para
celebrar la misa, se considera provisional. Que el edificio que se pretende
para el futuro será más importante y definitivo, para lo que se adjunta el
plano correspondiente. Plano fechado en julio de 1860, profusamente detallado y
coloreado. Firmado por quien en esa
fecha era el responsable administrativo, Alfonso Le Bourg, quien ocuparía la
dirección de la mina en época británica, y a quien se honraría en 1874 con una
placa instalada en la fuente de la oficina General en Tharsis.
En
la correspondiente solicitud que el representante en Huelva de la empresa Víctor
Mercier y Cía dirige al arzobispado de
Sevilla, se reseñan la justificación y ubicación de esta nueva iglesia a
construir en Pueblo Nuevo. Entre los argumentos aportados destacan que la
iglesia que se pretende sería la segunda con que contaría la población, que
continuaba aumentando. Los franceses tenían construida una “capilla rural”, por
lo tanto el poblado disponía de algún edificio,
no una iglesia, que esperaban utilizar en la celebración de actos religiosos,
para lo que estaban a la espera de recibir “la campana que se estaba fundiendo
en Sevilla, así como otros ornamentos”, y mediante esta solicitud esperaban
también la habilitación del local y se permitiera celebrar la misa. Téngase en cuenta que para los actos
litúrgicos, la población que conformaba el poblado era muy dependiente de
Alosno: misas de guardar, bautizos, matrimonios, entierros, etc.
En
el plano de Tharsis de 1868 no se localiza la ubicación de esta primera capilla,
sí la de Pueblo Nuevo, lo que puede interpretarse que el edificio, una vez
construida la nueva, pasaría a prestar otros usos. Las obras finalizan en Junio
de 1863 y para su apertura se le exigen una serie de compromisos a Mercier, que
se fueron solicitando desde el arzobispado: Firma de documento notarial
comprometiéndose a la conservación, mantenimiento y cuantos gastos conllevaran
su existencia. Igualmente se solicitó un informe al arcipreste de Villanueva de
los Castillejos, para que visitara la dicha iglesia, requisito previo para
conseguir el V B arzobispal antes de su inauguración.
El
documento público se firma ante el notario de Puebla de Guzmán. Francisco López
Quintero, e intervienen: Víctor Mercier Portel, gerente de la sociedad Minas de
cobre de Huelva; y de otra el Bachiller, Blas José Romero, cura de Villanueva
de los Castillejos, arcipreste de Puebla de Guzmán. Siendo testigos: Alfonso Le
Bourg Lanclais, y José Ortega, presbítero
de Alosno.
En
este intercambio de correspondencia se detallan igualmente interesantes pinceladas de la vida en el poblado, y confirman datos
aportados, entre otros, por Chekland o González
Vílchez.
Sobre
su ubicación en un montículo de Pueblo Nuevo, el representante de Mercier
refiere: “se establece definitivamente en el punto más sano y mejor situado del
terreno”. No se menciona la combustión de las teleras, pero huir de ellas sería
un propósito. Que se construyera en un promontorio pasó desapercibido para una
población en edad de trabajar, que no contaba
con ancianos ni personas no aptas para el trabajo. Generaciones futuras comprobarían después,
que el repecho de aquella subida para acudir a los oficios religiosos, podía
tener algo de penitencia.
También
se mencionan las viviendas del poblado: “La considerable población aglomerada
en el establecimiento de las minas de Tharsis en unas 400 chozas y casas”. Esta
definición de “chozas”, construidas en la época de Deligny o Mercier, ya la
hemos mencionado aquí, incluyendo el plano que
González Vílchez publica en su libro: “La arquitectura inglesa en
Huelva” y que a raíz de un informe aparecido en el Socialista, en 1929,
comentamos con dos artículos:
http://amigosdetharsis.blogspot.com.es/2012/05/la-vivienda-en-tharsis-y-la-denuncia-de.html
http://amigosdetharsis.blogspot.com.es/2012/06/la-vivienda-en-tharsis-y-la-denuncia-de.html
Aunque
su tamaño, construida en una sola nave y según las medidas del plano, 6,70 x 17
metros, no parecía el adecuado para
cobijar en su interior a muchos feligreses. La población calculada
exclusivamente sobre las 400 chozas podía superar más de 2000 personas. Si en
el dibujo no aparecen edificios anexos, es porque estos se
construirían posteriormente, entre ellos el que albergaría la pila bautismal. Para
1866 el crecimiento de la población continuaría con el traspaso a los
británicos.
Así,
comparando la escala del plano 0,01 x metro, tenemos una superficie de 113 metros
cuadrados, que si la trasladamos al edificio que todos conocemos, que es la
actual iglesia, con 233 metros cuadrados, resultaría que su superficie es dos veces
superior a la mandada construir por Mercier.
Acabada
su construcción, se encarga al Arcipreste Blas José Romero, que “visite la
dicha capilla, e informe
circunstanciadamente”. Este informe, fechado en Julio de 1863,
añade una nueva pincelada sobre el
poblado en relación con los trabajos mineros que tienen lugar.
Se
entrevista primero con los curas de Alosno y escribe en su informe: “que debe autorizarse
la capilla en Tharsis, y así poder ser socorridos los muchos infelices
trabajadores que sucumben sin poderles prestar los auxilios”. Parece un poco
exagerado “los muchos trabajadores que sucumben”, más creo que tenga que ver con
prestar el santo viático o la extremaunción, para lo que tenían que desplazarse
a Tharsis, con el consiguiente trastorno del desplazamiento. “Y viendo las
desgracias que ocurren muy continuo, provienen aquellas muchas veces por
derrumbamiento en las cortas del mineral que llevan los trabajadores. Otras por
anticiparse la explosión en los barrenos. Y la más por atropellamiento de
carros, o vagones-maquinas. Siendo la muerte casi instantánea por desgracia,
como usted puede figurarse. Por todo lo cual debe desde luego establecerse la
capilla en la advocación que se solicita, para que en ella se celebre el Santo
Sacrificio de la Misa a la multitud de empleados y trabajadores que en ella hay,
como también para que pueda
administrarse el santo viático y sacramento de la extremaunción, quedando todo
lo demás a cargo del señor cura de esta villa, como también el sacerdote que se
nombre”.
Desde
el arzobispado le piden a la empresa de Mercier que proponga capellán para la
iglesia ya construida, propuesta que este remite a los curas de Alosno para que
sean ellos quienes designen un capellán para Tharsis. El nombramiento recae en
D. Manuel Delgado Pérez, presbítero.
El
28 de Marzo de 1866 se le comunica a Alfonso Le Bourg que se autoriza la
bendición y uso de la capilla de Tharsis.
En
Julio de 1936 sufriría el embate más fuerte para su posterior abandono y
desaparición. El telegrama que se envía desde Tharsis a la dirección en Glasgow
relata así el asalto sufrido el día 22: “entre las 10 y las 11 de la mañana, un
grupo de comunistas, vestidos con camisas azules, y los jóvenes socialistas en
camisas rojas, y todos armados, llegaron hasta Pueblo Nuevo en Tharsis.
Exigieron la llave de la iglesia al sacerdote, alegando que deseaban registrar
el edificio. Subieron al techo de la iglesia y procedieron a demoler la
espadaña. Después destrozaron los muebles de su interior que cargaron en un
camión y llevaron hasta la sede del sindicato donde hicieron con ellos una
hoguera”.
La
misa y otros actos religiosos acabaron trasladándose a la Escuela Grande. En
1958 se colocaría la primera piedra de la iglesia que existe en la actualidad.