viernes, 13 de marzo de 2009

A FAVOR DEL ESFUERZO



El pasado lunes se hacían eco los medios de la sentencia del Supremo, según la cual, los alumnos de 1º de Bachillerato no podrán pasar a 2º si tienen más de dos suspensos.
El alto Tribunal no cuestiona que sea más o menos conveniente a la situación de la educación en España, lo que dispone el apartado del Decreto anulado, o lo que dispone la LOE; únicamente que el Ejecutivo no ha respetado la Ley, al enmendar con un Decreto una norma de superior rango.
Hay quienes, sin embargo, encuentran en esta sentencia un elemento muy positivo, pues ataja en parte, dicen, la frivolidad de un sistema educativo como el nuestro, que lanza el mensaje: que no importa el esfuerzo, que no importa el sacrificio, porque al final siempre consigues el titulo. Claro que, no todos los alumnos, ni todos los padres, creen que sin esfuerzo se consiguen las cosas. Que es muy importante, en la etapa estudiantil, el afán de superación. Pero esto no parece compartirlo la Administración, al entender prioritario retener a los alumnos, eliminando dificultados y practicando manga ancha para evitar el temido fracaso escolar (¿)
El informe Pisa no puede ser más contundente con nuestro sistema educativo. Exigiría que Gobierno y autoridades académicas cambiaran de rumbo. ¿De qué nos sirve que a nuestros alumnos les “pasen la mano” para superar pruebas y obtener títulos, si luego en la vida no van a encontrar ni benevolencias ni favores, y tendrán que demostrar su valía?

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MARCHA A LA PEÑA

El pasado domingo, día 8 de Marzo, organizamos una marcha a La Peña. Salimos de Tharsis para recorrer a pie el camino que se hacia antiguamente, cuando apenas había coches. No solo el día era estupendo, es que el campo estaba precioso y ello animaba a la marcha. Nuestra intención era transitar por los caminos antiguos, cosa difícil, pues ya se han perdido caminos, trochas y veredas; por ello tuvimos que continuar por la carretera. Llegados a las estribaciones del Cerro del Águila, quisimos conectar con el camino que desde Tharsis subía por el Este hacia el santuario, pero fue imposible reconocerlo; entre la maleza y los desmontes de la forestal no había forma de dar con senda alguna, pero como autenticas cabras fuimos escalando cuesta arriba hasta llegar a la explanada del santuario. Después de pasar dentro, donde algunos oraron, nos hicimos la foto de rigor en la puerta. En el camino hicimos muchas fotos y nos ocurrieron algunas anécdotas, pero resulta que no somos capaces de recuperarlas para que las veáis. Algunos estaban dispuestos a repetir la experiencia, desde luego fue interesante.

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