viernes, 20 de marzo de 2009

CASTELLANOFOBIA


La taifa Catalufa vuelve siempre por sus fueros: Con el victimismo, que explotan con unos y con otros, con estos últimos como se defienden con la rendición preventiva pues parece que les va de maravillas, y teniendo al frente a un correligionario bachiller, mejor aún. Con el desprecio, cuando no el odio, a todo lo que no sea catalufo; pero eso sí, la pela es la pela y aunque venga de un charnego, o la imprenta esté en “Madrit”, no manifiestan ningún asco. La ultima vuelta de tuerca de estos nazionalistas la están perpetrando con la tramitación de la nueva Ley de educación, donde el Tripartito apuesta por adoctrinar a los niños como miembros de la nación catalana. ¡Ahí es nada!, cuentan con su propia constitución, que es su estatut; con su ejército de Mossos al servicio del Tripartito; con sus embajadas por todo el mundo (La ultima en la zona más lujosa de Nueva York, la Rockefeller Square); y como nuestros Borbones y nuestra bandera les dan tanta grima, los condenan a la hoguera. ¿Pues como no van a defender su nación catalufa, serán malvados, separatistas, o lo que ustedes quieran, pero tontos no? Para tontos ya nos tienen a nosotros pagándoles todos sus desvaríos.
Hace unos días les dieron bien en los morros (dialécticamente se entiende). La parlamentaria Rosa Díez les sacó los colores y la desvergüenza. El asunto, de sobra conocido, (Zapatero también lo conoce pero su apego al cargo es para psicoanalista de guardia) es que el gobierno catalán viene incumpliendo, por sistema y con chulería, dos sentencias: primero la del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que el 14-09-2004 había fallado a favor de Convivencia Cívica, que denunció al gobierno catalán por negar a los padres el derecho a educar a sus hijos en español, lengua oficial junto al catalán. Dicha sentencia volvió a ser ratificada por el Supremo en fecha 12-12-2008, mostrando la Generalidad oídos sordos, cuando no mofa y desprecio.
La Asociación por la Tolerancia se hizo eco de esta sentencia del Supremo, y decidió informar a los padres, que les asistía este derecho a elegir español o catalán, colocando los oportunos carteles en los autobuses municipales de Barcelona; pero así como preguntarse si Dios existe puede exhibirse en los autobuses, informar que se puede elegir el español no está permitido. Interesante este articulo de Ana Nuño, “El autobús perdido” sobre la taifa catalufa.
En el parlamento les recordó Rosa Díez: “Que el derecho a utilizar el castellano está siendo vulnerado, con el consentimiento del gobierno de la nación. La llamada normalización lingüística quiere convertir en normal la discriminación”.
También les dijo que “el conocimiento de la lengua cooficial no es un deber constitucional. La normalización lingüística convierte en ciudadanos de segunda a los que se expresan en la lengua común. Privados del derecho a ser atendidos en la lengua del Estado, a acceder a puestos públicos, privados de educar a sus hijos en la lengua castellana. Los nacionalistas y los partidos que se apoyan en ellos para gobernar, sin ganar las elecciones, pretenden sustituir el bilingüismo por el monolingüismo y destruir derechos constitucionales”.
Les recordó que ese comportamiento, parecido al de los nazi, de multar a quienes no rotulen en catalán, está teniendo repercusiones económicas porque “son un factor negativo para la recuperación económica ya que discrimina a empresas y profesionales.”
No solo fue dialéctico el debate, también práctico, pues se exhibieron distintos modelos de impresos utilizados en las taifas separatistas para la inscripción en la educación infantil. En el de Cataluña, les dijo exhibiéndolo: “no hay casilla para quienes quieran que sus niños sean educados en español”. Sobre Galicia dijo, leyendo el articulo de un decreto: “que una o más de las pruebas del proceso selectivo para acceder a puestos en la administración deberán hacerse exclusivamente en lengua gallega, así como que todas las comunicaciones con padres y alumnos deben ser en gallego”. De Baleares, mostró un folleto informativo para los padres editado en “catalán y polaco” (?) en el que se dicen cosas como que “hay que hablar catalán porque es de aquí”. Del País Vasco citó el artículo 2 de la ley educativa que dice: “el euskera será la lengua vehicular” .
Les molestó tanto que les sacaran los colores, que algún catalufo la acusaba de “sembrar zozobra y generar cizaña”. (?)

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