Hace unos meses publicaba la prensa de Huelva un informe, a nivel andaluz, sobre la salida laboral de nuestros universitarios. Los datos hechos públicos venían a confirmar el demoledor informe Pisa, que sobre el rendimiento educativo de alumnos de 15 años, situaban a España en muy mal lugar, alejada de los países de nuestro entorno.
Todos tenemos alguna experiencia del deterioro que se ha producido en la enseñanza, donde hasta el más vago de los alumnos aprueba. Donde se justifica todo en función del aprobado general. No es de extrañar que esa carencia de esfuerzo se traslade a la Universidad, donde sigue imperando la ley del mínimo esfuerzo, y se acaba sacando la carrera con deficiencias injustificables para unos estudios universitarios. Valga también algunas honrosas excepciones.
Si ya se experimenta en la escuela que no es necesario esforzarse ni sacrificarse para aprobar. Si se experimenta igualmente que no se persigue el aumento del nivel cultural de la clase, porque imperativos políticos aconsejan que es más conveniente repescar por abajo, para que todos salgan con un titulo aunque devaluado, pero que el "estorbo lo den en otro lugar". Si comprobamos que vagos, pasotas, y los que no respetan a los profesores, son igualmente aptos, ya me dirán si no es para sonrojarse.
Pues con estos "esfuerzos" demostrados en la escuela conseguimos lo que refleja el informe, que el acicate que encuentran los estudiantes universitarios es la de ser funcionario. Nada de complicaciones, ni de esfuerzo. Ni de intentar llevar a la práctica cualquier idea empresarial. Así de rotundo, el 42 % de los universitarios andaluces piden un puesto de funcionario. Con esto volvemos a lo de siempre: que piensen otros, que inventen otros.
No es que crear empresa sea fácil y cómodo, pero el paso por la Universidad debería dotar a los jóvenes de un supuesto conocimiento teórico que predispone para una salida profesional. Pues ni eso, porque el 98% de los universitarios de Huelva confiesan que no se atreven a emprender un negocio, y todo por no asumir riesgos.
Otro problema para nuestra balanza de pagos, la importación de empresarios.
Todos tenemos alguna experiencia del deterioro que se ha producido en la enseñanza, donde hasta el más vago de los alumnos aprueba. Donde se justifica todo en función del aprobado general. No es de extrañar que esa carencia de esfuerzo se traslade a la Universidad, donde sigue imperando la ley del mínimo esfuerzo, y se acaba sacando la carrera con deficiencias injustificables para unos estudios universitarios. Valga también algunas honrosas excepciones.
Si ya se experimenta en la escuela que no es necesario esforzarse ni sacrificarse para aprobar. Si se experimenta igualmente que no se persigue el aumento del nivel cultural de la clase, porque imperativos políticos aconsejan que es más conveniente repescar por abajo, para que todos salgan con un titulo aunque devaluado, pero que el "estorbo lo den en otro lugar". Si comprobamos que vagos, pasotas, y los que no respetan a los profesores, son igualmente aptos, ya me dirán si no es para sonrojarse.
Pues con estos "esfuerzos" demostrados en la escuela conseguimos lo que refleja el informe, que el acicate que encuentran los estudiantes universitarios es la de ser funcionario. Nada de complicaciones, ni de esfuerzo. Ni de intentar llevar a la práctica cualquier idea empresarial. Así de rotundo, el 42 % de los universitarios andaluces piden un puesto de funcionario. Con esto volvemos a lo de siempre: que piensen otros, que inventen otros.
No es que crear empresa sea fácil y cómodo, pero el paso por la Universidad debería dotar a los jóvenes de un supuesto conocimiento teórico que predispone para una salida profesional. Pues ni eso, porque el 98% de los universitarios de Huelva confiesan que no se atreven a emprender un negocio, y todo por no asumir riesgos.
Otro problema para nuestra balanza de pagos, la importación de empresarios.
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