viernes, 5 de diciembre de 2008

¡ASESINOS!


Vergüenza ajena produce escribir sobre el último asesinato de la banda terrorista ETA. Vergüenza, porque cualquiera de nosotros puede comprobar la podredumbre moral en que hemos caído. Cuanta palabrería hipócrita de nuestros políticos. Cuanta pose compungida para consumo del electorado. Cuanto miedo y terror se respira en las Vascongadas desde hace años. Y cuantos sinvergüenzas siguen aún empeñados en negociar con estos asesinos. Aquí dejamos el editorial de EL MUNDO del día de ayer.

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"NO SE PUEDE IMPEDIR QUE ETA MATE, PERO SÍ QUE GOBIERNE
Un par de semanas después de la detención de Txeroki, ETA quiso demostrar que todavía conserva capacidad para sembrar el terror en la sociedad. La banda asesinó ayer al empresario Ignacio Uria Mendizabal, que murió tras recibir varios tiros en la cabeza y en el pecho, en Azpeitia (Guipúzcoa), donde residía y trabajaba. La foto que publicamos hoy en la parte inferior de nuestra primera página ilustra mejor que mil palabras el ambiente de esa localidad gobernada por ANV. En la imagen puede verse a los compañeros habituales de partida de tute de Uria, que se reparten las cartas dos horas después de su asesinato, como si nada hubiera sucedido. Esta recreación de una falsa normalidad forma parte de los elementos que han llevado a la atrofia moral de parte de la sociedad vasca. Resulta especialmente significativo que el asesinato de Uria se haya producido en una localidad donde gobierna ANV y junto al lugar en que se desarrollaron las negociaciones secretas entre PNV, PSOE y Batasuna durante la tregua. Es cierto que el Estado no puede impedir que ETA asesine a un ciudadano indefenso, pero el Gobierno sí podía haber evitado que ANV gobernase en Azpeitia si hubiera impugnado sus listas. Así lo ha hecho constar por dos veces el Supremo, identificando a esta formación finalmente ilegalizada con la banda terrorista. ANV se negó ayer a condenar el crimen, aunque la moción salió adelante porque PNV, EA y Aralar unieron sus fuerzas. Ello corrobora la complicidad del alcalde y los concejales de ANV con ETA. Hay dos personas especialmente responsables no de este crimen pero sí de que Azpeitia sea gobernada por ese apéndice de ETA: el fiscal general del Estado. Cándido Conde-Pumpido, y el ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, que se negaron a impugnar la lista de la izquierda abertzale en este feudo del nacionalismo radical. El PNV tiene también parte de responsabilidad de este clima moral, pues ha seguido jugando al soberanismo y defendiendo una negociación con la banda, estrategia que da alas a las formaciones políticas bajo las que se disfraza la banda terrorista. Uria, de 71 años, era accionista y responsable de una empresa que había sido subcontratada para realizar un tramo del trazado de la Y vasca del Tren de Alta Velocidad. Por ello, la sociedad de Uria había sufrido amenazas y ataques de ETA y su entorno. En el pasado mes de agosto, la banda criminal había hecho público un comunicado en el que afirmaba que las obras del AVE eran «una cicatriz de cemento que atravesará nuestro pueblo de punta a punta», en línea con esa concepción ruralista y antiprogresista que enraíza con el carlismo. Con este asesinato, ETA ha querido mandar un siniestro mensaje a todas las empresas y trabajadores vascos que trabajan en la construcción del AVE, que, a partir de ahora, saben a lo que se exponen. Es la misma y vieja táctica del chantaje que la banda utilizó para forzar el desmantelamiento de la central nuclear de Lemóniz o para intentar impedir las obras del pantano de Itoiz y la autovía de Leizarán. Es evidente que ETA no va a lograr evitar que el AVE llegue a las tres capitales vascas ni va a conseguir sus objetivos políticos, pero desgraciadamente puede hacer mucho daño todavía. Por eso, sólo un Estado estúpido —y eso concierne sobre todo al Gobierno pero también a la oposición— puede permitir que siga ejerciendo el poder municipal en los burgos podridos del terror."

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimados amigos:

No voy a entrar en escribir nada que ya no este escrito ni dicho, por activa y por pasiva sobre la banda asesina, la unica banda de asesinos, que en un estado ¿democratico? convive con nosotros hace mas de treinta años, que ya es decir, permanentemente invitada al convite por los poderes publicos de nuestra patria. En este momento dire que bravo por vuestra introduccion a la editorial de El Mundo que comentais.Supongo que en el mismo sentido se producirian otras, no muchas, porque quizas, nuestra sociedad se envilece cada dia mas y los que manejan los hilos lo saben. Ejemplo la partida no interrumpida de mus. Porque hay que seguir jugando al mus sobre el tablero de la piel de toro impregnado de sangre de los que han sido ya asesinados y sus voces calladas para siempre, en nombre de la ¿Libertad?

Quizas los rios de tinta que se han mezclado con la sangre de tanta victima inutil bajen por un conducto unico a las profundas alcantarillas ¿que alcantarillas?en donde se encuentra la bestia sedienta de ese liquido.

Todos saben que hay que hacer, y no se hace nada,¿ como es posible?. ¿puede darse al unisono en alguna sociedad moderna todo lo que aqui ocurre y ha ocurrido hace mas de 30 años y nadie se atreva a poner coto?

Creo, no obstante, que es demasiado tarde, sinceramente, porque opino que este asunto es una ficha mas y forma parte de una gran trama cuyos tentàculos cercenan, ahogan y socavan dia a dia el destino de nuestro pais, desde todos los puntos de vista. ¿Hacia donde?. Hagàmosle la pregunta.
Saludos. JR

Anónimo dijo...

Amigos,

Una pequeña matizacion a mi entrada de ayer,y es la "valentia" de individuos jovenes que hoy en nuestra sociedad se creen con derecho a todo cuando se trata de agredir a personas mayores (3ª o 4ª edad).

La sociedad española creo,està impregnada de esta contracultura que hace que parezca cada vez màs normal la agresion a personas mayores, sease matandolas de tiros en la cabeza o agrediendolas verbal o fisicamente en el trafico diario o ante cualquier otro hecho de convivencia civilizada. Por esto nadie se va a parar en analizar este hecho: Que los asesinos son personas mucho mas jovenes que el asesinado, aunque no nos hayan dicho todavia su edad .

Y evidentemente no quiero decir que toda la juventud, digo que esta tendencia està estableciendose como una cultura en este pais. Es mas, el sospechoso en principio siempre es el invididuo mayor. Ejemplos como digo a miles diariamente, entre otras cosas porque el anciano ya no tiene fuerza siquiera para exponer sus defensas.

Suelen ser muy "valientes" en diversas ocasiones que todos conocemos, como cuando van dos o mas en el coche, al futbol, en espectaculos.etc.

Lo que no se es si estos asesinos a que nos referimos ahora, son un producto de esta emergente cultura o es esta la que induce a los asesinos.

Saludos. JR

Anónimo dijo...

Amigos,

Veo que no ha hahabido ningun comentario mas excepto los mios. Pero es igual, hoy vemos como al poner las esposas la policia francese al "valiente" jefe joven de la banda de asesinos, este se ha meado literalmente encima.

Supongo que el gendarme habra vomitado cuando se haya percatado de tal prueba mostrada de "valentía".

Saludos. JR

Anónimo dijo...

Estimado JR. Este asunto de la banda terrorista ETA es, además de otras muchas cosas, anacrónico. En la Europa del siglo XXI, que exista una banda asesina, no es más que por falta de una decidida voluntad, o por inoperancia. Si tenemos en cuenta que entre asesinos y quienes le apoyan no suman más de 200.000 personas (otra cosa es de quienes se benefician de sus acciones). Sin tener que recurrir a los GAL, simplemente aplicando la Ley y dejando actuar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, la ETA no duraba más de una legislatura. Pero teniendo en mente volver a negociar con ellos, pues se entiende que la policía trabaje a medio gas o que se meta más o menos presión según lo dicte el momento político-electoral. ¿Acaso no lo explica que siga sin investigarse el chivatazo del bar Faisan?.¿O que el Parlamento no derogue la autorización a Zapatero para negociar con la ETA?. De vergüenza para arriba