miércoles, 22 de octubre de 2008

CARA SANIDAD


Tuvimos ocasión de asistir al Servicio de Urgencias del Hospital en Huelva hace algún tiempo. Aparte de la demora en atendernos, que es por todos conocida, tienes que ir muy, muy grave, para que te ingresen. La mayoría de las veces te envían para casa con un informe, que dice que ha de verte un especialista en tal o cual plazo de tiempo. Y aquí empieza el problema. Cuando después de pasado un tiempo no recibes esa cita que tenias que recibir, y llamas por teléfono y milagro es que te lo cojan, te dicen que esa especialidad tiene algo más de demora. Al no solucionar nada por teléfono, decides un día coger el coche y acudir a donde te habían dicho que lo podían solucionar; la Gestoría del paciente. Después de estar allí un rato esperando, te dicen que hoy no atienden, que tienes que venir mañana. Vuelves a ir al día siguiente, porque con el teléfono no consigues que te solucionen nada. Cuando llegas por segunda vez, encuentras que hay 20 personas esperando a ser atendidas, con problemas similares al tuyo o aún peores. Una vez que te reciben, pasadas más de dos horas porque resulta que estaban reunidos o no se qué, te dicen lo mismo que al principio, que esa cita tiene algo de demora, pero que te la van a dar lo antes posible.
Después de todo esto: de esperar más de seis horas en urgencias. Dos meses para una cita del especialista. Más de 10 llamadas por teléfono y 200 kilómetros en el coche para que te atiendan personalmente, llegas a la conclusión que tenemos la sanidad más cara del mundo. Porque pagándola obligatoriamente con tu nomina, la vuelves a pagar por segunda vez acudiendo a un medico privado. Este sí, el privado te cita en 72 horas, y acudes a verle en la esperanza que por fin aclaren tu padecimiento.
Sales de su consulta con informes y pruebas en la mano, con la medicación que debes seguir para tu enfermedad, y rascándote de tu bolsillo 120 euros.
Regresas a casa preguntándote: ¿para qué queremos una sanidad tan publicitada como ineficaz, si luego hemos de ir a gastarnos el dinero a un medico particular. ¿Para qué queremos tantos medios informáticos y telefónicos si al final para reclamar una cita tenemos que desplazarnos personalmente al hospital desde 50 kilómetros, guardar una cola a la espera de quien te tenga que atender ese día esté o no reunido, o no toque atender al publico?
Esta es una discriminación más que sufrimos. No solo tenemos unos derechos u otros según en la comunidad que vivamos. El derecho a la salud no lo tenemos todos por igual. Lo tiene más quien se pueda pagar un medico privado.
Mucho alardear de sanidad universal y gratuita, pero se nos presta asistencia tercer mundista, esperar a que nos toque. Y en la espera te puedes jugar la vida, o empeorar de forma irreversible. De qué si no los comentarios que tantas veces escuchamos: “a fulano, o mengano, se lo dejaron ir”

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