martes, 7 de abril de 2009

HABÍA UNA VEZ...



Esta semana no parece depararnos buenas noticias. El viernes ya nos anunciaba la prensa los malos datos económicos: se sigue destruyendo empleo, estamos a la cabeza de la Unión Europea en creación de paro; las previsiones para la recuperación no dejan de ser pesimistas; el plan E, que tanto pregonaron desde el gobierno, no es más que marketing costoso y poco empleo.
A esto añadamos por si no bastaba con el mensaje que estamos dando que delinquir en España sale gratis, que soltamos a los delincuentes en las puertas de los juzgados. Que desaparecen cien kilos de cocaína de una comisaría en Sevilla y al ministro del Interior se la trae al pairo. O Que Hacienda nos envía 140.000 declaraciones de la renta con datos erróneos.
Mientras tanto ZP nos vende la burra con su ansiada, implorada, mendigada entrevista con Obama. O con su estúpida alianza de incivilizados. Con esto ya está la crisis solucionada. La sonrisa del indolente feliz nos solucionará el paro, se disparara el PIB, y por fin pasaremos a Francia e Italia juntas. ¡Qué país! Estos sociatas todo lo envuelven en ideología, en mensajes falsos, en despreciar la realidad y conducirnos al mundo feliz de los borregos. Pero así les va de bien, y no es para menos con esa oposición de chiquilicuatre, que no son más inútiles porque no se entrenan.
No nos hacemos cábalas de entre quienes salgan o entren de la destapada remodelación del gobierno. Todo seguirá igual de mal, y si algo mejora será porque otros tiren de nosotros, porque lo que es este gobierno, apostó desde un principio exclusivamente por la ideología, por el sectarismo, por ser más de izquierda (sin serlo) que nadie. Pero nunca por gestionar y solucionar nuestros problemas, por poner intelecto en vez de propaganda barata y consignas.
Pues eso, que la santa voluntad de separatistas e independistas nos permita seguir disfrutando del sabio de la Moncloa.

P.D. El próximo viernes cerraremos la redacción, estaremos con vosotros el martes 14 de abril. Que lo paséis bien, y quienes tengamos que coger el coche, que seamos prudentes y respetuosos en carretera.

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