¡VIVA SANTA BÁRBARA!

4 de Diciembre, Santa Bárbara. Cuanto nos alegraba en nuestra infancia y juventud la llegada de esta festividad. Y cuantos vivas escuchábamos en el transcurso de la procesión hasta la boca del malacate. Vivas que salían del corazón de curtidos mineros, de sus mujeres, o de sus ancianas madres.

Os felicitamos con un vídeo musical, donde hemos incluido algunas de las fotos que ya conocéis y la imagen de Santa Bárbara. También un interesante artículo de Manuel Macias.

Recuerdos a todos los que estáis lejos.

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THARSIS Y ALOSNO
(Amores reñidos)

“Dedicado a todos los mineros que dejaron su vida en la mina”

Está claro que entre Tharsis y Alosno hay muchas cosas en común además de compartir municipio. Que Tharsis y Alosno son pueblos hermanos no cabe duda, la proximidad entre ambos núcleos de población hace que nos conozcamos la mayoría de nosotros, unidos con lazos familiares en muchos de los casos, ¿Quién no tiene un pariente en Tharsis o en Alosno?, y como en todas las familias nos queremos y nos odiamos, pero siempre estamos ahí cuando nos necesitamos. Sin olvidar la amistad entre tarsileños y alosneros fraguada durante muchos años de trabajar codo con codo en condiciones extremas, extrayendo desde las entrañas de la tierra el preciado mineral.

La mina, que tanta hambre quitó y tantas mujeres enviudó, la que tanta alegría y dolor a la vez dio, hoy duerme, descansa, con la ilusión de que algún día sus ricos minerales florezcan de nuevo y dé prosperidad a esta bendita tierra.

Que Alosno fue un pueblo minero no hay duda, su pasado no sólo está escrito entre copas de aguardiente y letras de fandangos, si no también con sudor a mineral.

En la mina de Tharsis trabajó mi bisabuelo, mi abuelo, y mi padre; tres generaciones de alosneros que, con el único medio de transporte de sus piernas, se desplazaban diariamente a la mina; de madrugada, lloviera, hiciera frío o calor. Con el tiempo, quien se lo podía permitir se desplazaba en su bicicleta, y ya en las últimas décadas, en "la camioneta”.

La compañía de Tharsis, para solucionar este problema del transporte de sus operarios, empezó a construir casas en las proximidades de la mina, y puso a disposición de muchos alosneros los famosos cuartelillos, para que no tuvieran la necesidad de desplazarse y así pudieran descansar más. Muchos de ellos optaron por esta opción, quedándose a vivir al pie de la mina, pero no sólo vinieron ellos, sino trajeron tras de sí sus costumbres, sus tradiciones, su forma de hablar y sus expresiones, como aún se puede ver hoy en día. Implantaron en su nuevo lugar de residencia, Tharsis, el baile del pino, las jachas, y le cantaron a la mina por fandangos y seguidillas. Y volvían cada año a Alosno a acompañar al Señor de la Columna por la calle Real en Semana Santa, a bailar y a cantar en sus Cruces de Mayo y, cómo no, a danzar y a vibrar con los cascabeleros de San Juan Bautista.

Según relata el ingeniero Luciano Escobar en 1882, en "Ligera Historia de Alosno y memoria de un tranvía desde dicho pueblo a Tharsis", la realización de un proyecto de tranvía para unir ambos puntos, ya que diariamente se desplazaban andando de Alosno a la mina más de trescientos mineros, y así hacer, a esos hombres que eligieron entre morirse de hambre o morirse lentamente en la mina, la vida más llevadera.

Desde la llegada de la compañía minera, Tharsis comienza a escribir su joven historia, y sus gentes, hoy en día, son una mezcla de personas venidas de toda la península, pero en su mayoría de Alosno.

Por eso aplaudo el hermanamiento que se realizó en el 2008 entre la Hermandad de Santa Bárbara de Tharsis y la Hermandad del Señor de la Columna de Alosno, seguro que muchos de nuestros antepasados estarían orgullosos de estos hechos.

Basta ya de darnos la espalda los unos a los otros, unamos nuestras fuerzas y los objetivos de ambos núcleos de población saldrán fortalecidos. Que las rencillas entre alosneros y tarsileños sean cosas del pasado y que nuestros pueblos sean hermanos para siempre y se fundan en un verdadero abrazo.

Y no olvidemos nunca que son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan.

Quisiera se minero,

como lo fueron mis abuelos,

mi padre y todo mi pueblo,

para extraer del subsuelo

amor entre estos dos pueblos.

¡VIVA SANTA BÁRBARA BENDITA!

 

Manuel Macias Pérez