jueves, 13 de septiembre de 2012

CIPRIANO CAREAGA ADARO Y LAS MINAS DE HUELVA (1ª Parte)




Aunque el panorama nacional, e internacional, está bastante convulso, y asuntos de los que hablar abundan, algunos preocupantes; retomamos un asunto ya anunciado en la entrada anterior. La prensa diaria ya les informa de los problemas que nos acucian.

Comentábamos la semana pasada sobre la visita de un familiar de Cipriano Careaga. Su nieto, Christian, nos visitó en Agosto. Visita que habíamos concertado previamente por Internet. Le acompañamos explicándole, a él y a su esposa, sobre los asuntos que le interesaban de Tharsis. Ya le dijimos que alguna información documental pudiera estar en el archivo del Museo, pero esa gestión queda a mejor criterio.

Nos informó de la recogida de datos de distintas fuentes que va acumulando,  y que aún continúa. Por ello le solicitamos una copia del borrador de esos escritos,  y que nos permitiera publicarlos. Su respuesta fue inmediata. Nos envió una copia autorizándonos a su publicación, advirtiéndonos de no tener tiempo para correcciones, por lo que cualquier error en fechas o nombres serian subsanables.
Aunque la vinculación con Tharsis de Cipriano Careaga parece limitarse  a "Prado Vicioso", no sabemos de sus posibles relaciones con "La Tharsis Sulphur". Ello es algo que a Christian le gustaría investigar. Como ya sabemos, muchas minas de menor importancia desaparecieron hacia 1923, al haberse suscrito el acuerdo entre Rio Tinto y Tharsis para repartirse el mercado mundial de la pirita. Estas minas más pequeñas, entre ellas Prado Vicioso o el Carpio, donde también estuvo Cipriano, aceptaron el cierre a cambio de una subvención. Estos asuntos los relata Pinedo Vara en su libro. Os dejamos el enlace al acuerdo para  la creación de la Asociación de productores de Piritas, publicado por la Universidad de Huelva. 

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CIPRIANO CAREAGA ADARO Y LAS MINAS DE HUELVA  (1ª Parte)
(Autor: Christian Careaga)
Las aclaraciones al texto en cursiva y entre ( ). En el original van al final del texto.

Cipriano fue un empresario pionero no andaluz, promotor de proyectos mineros en Huelva. (-1 La extracción de mineral y su transporte han sido desde la época de los romanos las actividades por antonomasia de la provincia de Huelva. La actividad minera desarrollada desde la segunda mitad del siglo XIX por los locales e ingleses coloca a Río Tinto  en el mapa del mundo de la minería. La explotación minera llegó a dar trabajo a entre el 30% y el 40% de la población activa de la provincia. A comienzos del siglo XX las dos empresas más poderosas de la zona son Rio Tinto Company Limited y Tharsis Sulphur and Copper Company Limited. Entre ambas llegan a controlar el 90% de la producción mundial de piritas. En 1911 firman un acuerdo por diez años para repartirse oligopólicamente los clientes y para fijar los precios. )

El padre de Fernando dedicó buena parte de su vida a la exploración y explotación de los yacimientos de pirita en Huelva. (-2 La explotación onubense se realiza esencialmente sobre piritas de hierro, pero en su tratamiento se obtienen también cantidades importantes de azufre y cobre. Se extrae el mineral en su mayor parte a cielo abierto y en menor proporción mediante la construcción de pozos y galerías. Las vagonetas basculantes y trenes circulan entre las cortas y anfiteatros, en donde los obreros pululan entre las excavadoras. En los talleres se quebranta y trituran las piedras y después las piritas se transportan por ferrocarril hasta los embarcaderos de La Laja, los muelles de la ciudad de Huelva, o el puerto fluvial de San Juan de Aznalfarache en Sevilla, para de allí salir hacia los mercados internacionales.)

Donde se cruzaban intereses industriales vascos y andaluces, así como de empresarios ingleses, belgas, franceses y alemanes. Debió de vivir en Bilbao, más tarde en Sevilla y finalmente en Madrid.

Desde 1.900, con apenas treinta años, comenzó  a operar en minas que con el tiempo registró a su nombre, llegando a ser titular de 24 concesiones entre 1909 y 1923. Fue presidente y socio fundador de Piritas y Manganesos de Huelva, S.A., constituida en Sevilla en 1923. Además tuvo concesiones y arrendamientos con la Compañía de Minas Ferrocobrizas y La Hispalense.

Desarrolló su actividad profesional básicamente en torno a dos zonas onubenses, situadas en los alrededores de Santa Olalla y de Puebla de Guzmán.

Cerca de Santa Olalla tuvo intereses económicos en Huelva en Minas de Cala S.A., Teuler y Zufre, así como en Castillo de las Guardas (provincia de Sevilla).

Una de las sociedades de la que fue administrador y accionista tenía como finalidad la explotación del Coto Teuler. (-3 En un principio estas minas fueron explotadas por los alemanes, haciéndolo después las empresas Andévalo Minero y Minas del Teuler, S.A. Aún hoy se aprecian ruinas de una antigua mansión colonial inglesa, construida en su tiempo por los alemanes, y que era utilizada para el alojamiento de los ingenieros que trabajaban en dicha mina. El “Coto Teuler S.A” se constituyó en Bilbao el 12 de agosto de 1911, con un capital de 3.000.000 pts. en acciones de 500 pesetas. Su primer Consejo estuvo integrado por el Presidente Ricardo Gandarias Durañona y los vocales Jose María Sanmartín, Juan Gandarias, Luís Núñez, Jose Joaquín Ampero, José Jáuregui, Alejandro Gandarias, Antonio Goya, Agustín Iza, Juan Santisteban, José Castaño y Cipriano Careaga.

 La sociedad tenía por fin explotar el Coto Teuler, cerca de Cala en Huelva, que adquirieron a los Sres. Serra, realizando el enlace ferroviario con el ferrocarril de la Sociedad Minera Minas de Cala.

La línea ferroviaria de vía métrica -establecida por la “S.A. de Minas de Cala”- fue abierta al servicio el 25.7.1912 en una extensión de 19,968 Kms y cerrada en 1955 por la compañía propietaria. Minas de Cala aprobó un ramal a Minas de Teuler hasta Zufre.) Cerca de Minas de Cala, siendo vocal del Consejo de Administración del Ferrocarril de Minas de Teuler a Zufre, abierto en junio de 1912.

Tras la extracción de la pirita, el mineral se transportaba mediante el enlace ferroviario con el ferrocarril de la Sociedad Minera Minas de Cala, sociedad propietaria de la línea ferroviaria, la cual llegó a contar hasta con quince locomotoras en la línea general, entre ellas: Conde de Rodas, Cala, Zufre, Ronquillo, Guillena, Itálica, Dominesa, Minas del Castillo, Camas, Gergal, Bilbao, Aznalfarache, Guadalquivir, Barrenera y Candelaria.

Los ferrocarriles de Minas de Cala hacían su recorrido hasta el embarcadero de San Juan de Aznalfarache, cercano a Sevilla. Iban de Zufre a Santa Olalla (Minas de Teuler), de Minas del Castillo de Las Guardas a minas Peña del Hierro y de Minas del Castillo de Las Guardas a El Ronquillo empalme, (-4 En El Ronquillo se juntaban varias líneas ferroviarias y la vía continuaba hasta San Juan de Aznalfarache. ) totalizando una red de 145 Km, cuyas concesiones se otorgaron respectivamente el 14 de Febrero de 1902, el 22 de Junio de 1904, el 14 de Julio de 1911 y el 7 de Septiembre de 1911, esta última contemplaba la adjudicación de un ferrocarril sin subvención de uso particular y público desde la estación de Zufre a la de Santa Olalla (Huelva), a las afueras del pueblo.

Cipriano participó en la construcción del ferrocarril hasta San Juan de Aznalfarache, a orillas del Guadalquivir, ejecutada a través de la Sociedad Española de Minas del Castillo de las Guardas. (-5 La Revista Minera, en su Tomo 63 del año 1912, págs. 63 y 267, comenta: “La gestión empresarial de Minas del Castillo de las Guardas, pasó por varias vicisitudes en su gestión de transferencia a la sociedad “Compagnie de Saint Gobain, Chauny et Cirey”, gestión que el Duque de Sagasta tuvo que atender  por requerimiento notarial del 22 de abril de 1912, del accionista Juan Amann, debido a la actuación de los consejeros Cipriano Careaga y Anselmo B. de las Rivas, que negociaban la venta de acciones a la “Compagnie de Saint Gobain, Chauny et Cirey”, en un porcentaje del 51 % por valor de 6.165.685 pts. Solicitando Amann  y 21 accionistas más la dimisión de  Cipriano R. Careaga y Anselmo B. de las Rivas. En esta controversia medió Fernando Merino, con el objeto de que“ Compagnie de Saint Gobain, Chauny et Cirey”, que tenían arrendada a los Sundheim la mina “Las Herrerías” explotada hasta entonces por la “Bede Metal Chemical Cº”, dejara sin efecto la compra por oposición de la parte vendedora”. 

Finalmente “Compagnie de Saint Gobain, Chauny et Cirey”, se hizo con el 51 %  situando en el consejo 5 vocales, siendo españoles los cuatro restantes, actuando como Presidente el Sr. Delage que a su vez era el Director General de la “Compagnie de Saint Gobain, Chauny et Cirey”, ocupando la vicepresidencia el Sr. Jáuregui. Esta operación financiera, permitió a Saint Gobain ocupar el primer puesto en la explotación de piritas, al aglutinar aparte del Castillo de las Guardas las explotaciones de Herrerías, Cabeza del Pasto y Romaguera.

Las minas del Castillo de las Guardas, tenían valorado su ferrocarril en el activo del balance cerrado el 31 de diciembre de 1925 en 1.917.382,56 pesetas (revista Minera Tomo 77, año 1926, pág. 185).

Esta sociedad se estableció en Bilbao en 1901 con un capital de 7,5 millones de pesetas, representadas por 15.000 acciones de 500 pesetas, aportado íntegramente por la Sociedad Española de Minas, incrementando en 1909 su capital hasta 10 millones de pesetas. La empresa era la propietaria del ferrocarril desde El Castillo de Las Guardas a la estación de Ronquillo Empalme.

Los minerales que se extraían en esta mina eran -entre otros- pirita de hierro y pirita cobriza, de los que se obtenía azufre, hierro, cobre, zinc y plomo. Estos minerales eran muy cotizados en Europa por su gran calidad. Gracias a las minas se construye el ferrocarril en 1907, con una longitud de 15,5 km desde las minas de El Castillo de las Guardas (-6 Actualmente las minas no existen, pero sí queda a las afueras del pueblo de Minas del Castillo de las Guardas el apeadero y la estación de ferrocarril, donde un edificio era empleado para el cambio de máquinas.) hasta la Estación de El Ronquillo, donde enlazaba con el ferrocarril de Cala-Sevilla en el km. 39. La distancia de la mina hasta el embarcadero del Puerto de San Juan de Aznalfarache era de 72 km. También se levanta la presa del embalse como reserva de agua para el uso de la mina.

La Sociedad Anónima Minas de Cala, fue la única compañía onubense que no operaba en el puerto de Huelva, sino en el estuario del Guadalquivir. La explotación de estas minas por la Compañía de Cala, tomando la decisión de embarcar sus minerales en el Guadalquivir, requirió la construcción de un embarcadero de mineral, situado en la margen izquierda del río junto a Sevilla. (-7 El ferrocarril de la empresa Minas de Cala empezó a funcionar en 1905, desde las minas de la sierra del Venero hasta Sevilla. Las minas de hierro de Cala (1903) y Teuler (1908) disponían de abundantes criaderos de piritas de cobre, hierro y en ocasiones de limonita, oligisto y magnetita, la “piedra imán”.)

Astilleros del Nervión suministraron el depósito y tolvas del cargadero de mineral de San Juan de Aznalfarache, permitiendo optimizar la carga de buques. (-8 El cargadero del Guadalquivir recibió en 1909, mineral aportado por Minas de Cala, Minas de Aznalcollar y Minas del Castillo de las Guardas, por 320.609 Tm. Cargando dicho año 85 buques con 252.263 Tm,  de los que 19 de ellos se cargaron con piritas del Castillo de las Guardas, y 16  con piritas de la Caridad de Aznalcollar.

En el ejercicio de 1909, en el que la compañía Minas de Cala recibió los mayores tráficos desde su fundación, transportó 128.862 Tm más de mercancías que en 1908, pasando en 1909 a totalizar 330.726 Tm de mercancías y 51.106 viajeros. Los principales tráficos procedían de las piritas de la Fábrica de Cross, procedentes de las minas  de El Castillo de las Guardas y piedra martillada de las canteras de toda la línea. )

Si Cipriano dedicó los mejores años de su vida a este negocio minero, los avatares de su constante trabajo, cuando ya frisa los 55 años, se pueden intuir en el comparativo de mediados de los años veinte del transporte por ferrocarril del mineral desde la zona de Santa Olalla al cargadero del Guadalquivir:

   
Tm en el año 1924
Tm en el año 1925
 
Mercancías
121.309
130.649
 
Mineral del Castillo de las Guardas
47.223
53.476
 
Mineral del Coto Teuler
 
 
 
Mineral de The Peña Cooper
97.679
104.043
 
Mineral de Rio Tinto
18.637
10.481
 
Mineral de varios
 
 
 
Mineral de Cala
43.708
38.003
 
TOTAL
330.572
342.692
 
  
Tm en el año 1926
Tm en el año 1927
Mercancías
152.428,91
143.248,32
Mineral del Castillo de las Guardas
56.461,10
60.281,90
Mineral del Coto Teuler
 
3.739,31
Mineral de The Peña Cooper
91.998,02
100.559,20
Mineral de Rio Tinto
10.851,28
22.150,31
Mineral de varios
1.501,04
9.437,36
Mineral de Cala
4.261,91
39.395,21
TOTAL
317.502,26
378.811,62
Promedio de arrastre Diario
869
1.038
 En el embarcadero de mineral se movieron:

 Compañía que embarca
Vapores
Tm en 1924
Vapores
Tm en 1925
Cala
15
44.875
12
35.588
The Peña Cooper
45
95.579
50
105.848
Castillo de las Guardas
23
47.223
20
53.479
Coto Teuler
1
2.241
2
6.299
Salaya (Manganeso)
 
 
 
 

 
Continuará...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En este artículo se confunde a Cipriano Careaga Adaro con su hijo Cipriano Careaga Cortina, quien es realmente el protagonista del asunto narrado. Lo sé por ser familia de estos señores. El Sr. Careaga Adaro nace en 1823 y fallece en 1903. Careaga Cortina, en camio, nace en 1879 y fallece en 1937.

Anónimo dijo...

Correcto!