jueves, 24 de noviembre de 2011

“LA SEÑORITA”


Todos solemos recordar a personas que pasaron por nuestra vida dejándonos alguna huella. Ese recuerdo pasa a veces de generación en generación, bien por la importancia que le damos a sus actos, o porque su dilatada actuación influye en más de una. Sobre personas que pudiéramos señalar de trascendentes, o importantes, en la historia de Tharsis, hay muy poco o nada escrito. 

Hasta no hace mucho vivió entre nosotros una persona que ha despertado general simpatía entre la población. Aun siendo extranjera y perteneciendo al equipo directivo de la Compañía de Tharsis, los recuerdos que de ella tiene la mayoría de quienes la trataron suele ser de respeto. Nos referimos a Phyllis Gray. ( 1892 - 1988 )
Recordamos su influencia entre nosotros, escolares, cuando en el mes de Diciembre nos convocaban a recoger los premios que otorgaba la Compañía: por asistencia o por aplicación. Aquella señora, que imaginábamos con una aureola de poder y presidía la mesa representando a la empresa donde trabajaban nuestros padres, era “la señorita”. Sus cuidados modales nos resultaban extraños en alguien considerada tan poderosa. 

Nos refieren que se interesaba por la situación de familias necesitadas, a quienes hacia llegar algún dinero. O por los trabajadores que habían sufrido algún accidente.
Otro cometido, quizás el más importante asumido por la “señorita”, era la dirección de la Casa de Huéspedes en Tharsis. Edificio dotado de las mejores comodidades de la época y que podríamos considerar el “Gran Hotel” de la Compañía. Escaparate de la Empresa para agasajar a los visitantes que acudían a Tharsis, y donde era la responsable de su buen funcionamiento. Teniendo a su cargo el personal de servicio, con el que se mostraba estricta y exigente, a la par que generosa, haciéndoles regalos. Según nos refieren familiares de quienes estuvieron a sus órdenes. 

                                 
                    
También mostró gran interés por la ornamentación de ese Gran Hotel, al que hizo traer variedad de plantas desconocidas en Huelva y que procedían de sitios tan lejanos como Méjico o Sudáfrica. Esta faceta por la jardinería ha traspasado incluso el ámbito local, despertando interés entre quienes estudian la jardinería inglesa en la provincia de Huelva.    
                                                                                                                                                                                     
                             

 Otra tarea que nos refieren, responsabilidad de la señorita Gray, era el abastecimiento de medicamentos del Hospital. Hospital que regentaba y mantenía la empresa. Situado frente a las instalaciones del Malacate y derruido hace años.
Esta labor, que bien podríamos calificar de social, la tenía asumida la empresa. Tiene su importancia por la implicación directa de la Dirección, adonde llegaban las quejas y necesidades planteadas por los obreros y que eran estudiadas para el mantenimiento de la necesaria paz social.
En Glasgow estaban al corriente de estas necesidades en la fluida correspondencia mantenida con Tharsis, así como las soluciones que se adoptaban. Asuntos que no podían ser desconocidos por quienes tenían que presentar Balance de la actividad minera.

En esto hay que reconocer una eficiencia y seriedad que aportaron los extranjeros, donde impusieron el respeto a la autoridad y la observancia de una rígida disciplina. Estableciendo una relación de faltas y las sanciones que acarreaban. Se castigaba con el despido fulminante si se empleaban armas en una disputa, por el empleo de dinero falso, o por suplantar otra identidad; al igual que la embriaguez continuada. 

                                   
     
Es por ello comprensible que toda la labor social llevada a cabo por “la señorita”, al igual que la desarrollada en épocas anteriores, debía estar planificada, presupuestada, y evaluada.
Hemos repetido en otras ocasiones, que las exigencias a los obreros de un determinado comportamiento, dentro y fuera del trabajo, sobre todo hasta los años veinte del pasado siglo, no desmerece la actuación en otros aspectos: facilitando vivienda, educación, o lugares de recreo. Y esto tiene una interpretación fundamental, desde nuestro punto de vista: la necesidad de supervivencia de la empresa. Por ese motivo, la Compañía asumía esos estipendios, premios, o regalos, cómo un gasto más en la explotación de la pirita.

Pero valorar su actuación, o la de cualquier otro directivo, sin tener acceso a documentación, o a un trato personal, donde se desvelen opiniones, actitudes, u obligaciones; hacen difícil establecer la importancia de su cometido. Nadie puede negar que el “buen samaritano” ha existido siempre, ahora quizás menos, pero esa dimensión humana podía adornar a “la señorita”, que junto a su educación y modales, han contribuido al favorable recuerdo que de ella se tiene. Y así, en su ejercicio profesional influyó su condición humana.
Sabido es, que en los años setenta del pasado siglo ya se había contratado una Asistente Social para el desempeño profesional de tareas que pudieran definirse como Servicios Sociales. Esto no desmerece toda la labor que anteriormente hubiera desempeñado la señorita Gray.

Sabemos igualmente, que la relación de españoles y británicos en el trabajo no tenían nada que ver con las mantenidas fuera del ámbito laboral, que eran prácticamente inexistentes.
Sí existía un acercamiento fuera del horario laboral, pero esporádico, organizado, y manteniendo diferencias: el palco del Teatro-Cine; la mesa de autoridades en la “Velada”; o algunas partidas de caza, donde participaban jefes y obreros.
                                                                         
                                                                   
  
Si tuviéramos que analizar el comportamiento de la población extranjera residente en Tharsis, referido lógicamente a quienes ocuparon cargos directivos o de representación, hemos de partir de una realidad evidente, vinieron aquí para mantener una actividad empresarial y esa actividad les obligaba a sobrevivir, en el sentido de adaptarse a las condiciones del lugar, por muy adversas que estas fueran.
Que esta población se mantuvo al margen de la española, y portuguesa podríamos decir, dado el elevado número de súbditos de este país que llegaron a vivir en Tharsis; es algo evidente. Pero esto por sí sólo no descalifica ningún comportamiento.

                              

                             

La experiencia de trabajar en el extranjero, cuando se es consciente de la provisionalidad de esa situación, nos lleva por lo general al comportamiento más fácil, al aislamiento con tus compatriotas. Si además el idioma y las costumbres te son tan extraños, auto-excluirse, rodeado de comodidades, no se contempla como un gran problema. Este principio se lo suponemos a quienes, por motivos laborales, vinieron aquí desde otros países. Y ni quisieron ni sintieron la necesidad de integrarse con la población nativa. También sabemos que el estamento directivo de la Compañía no era partidario al acercamiento con la población más allá del estrictamente laboral. Incluso persuadía a quienes no observaban esta regla. En épocas no tan lejanas, un directivo extranjero que estuvo en Tharsis, nos confesó el toque de atención recibido de su superior cuando a principio de los 70 frecuentaba el lugar de reunión de los obreros, el Círculo Minero, y le hicieron saber la conveniencia de frecuentar mejor el Círculo de Pueblo Nuevo.

Analizar la influencia y las repercusiones, que en el contexto histórico tuvo la explotación de las minas de Tharsis, es ampliar mucho más el enfoque que reducirlo a la convivencia con la población extranjera, o la labor social desarrollada por una de sus empleadas. Acercarse a un personaje sin una fuente documental puede ser atrevido. No obstante, sí podemos constatar una opinión generalizada aprobando la labor desempeñada por la “señorita”.

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P.D.
-La semana próxima se celebra la fiesta, quizás más entrañable, a la que estamos unidos por tradición y por historia, Santa Bárbara. No publicaremos esa semana, lo haremos la siguiente.

-Aquí os dejamos nuestro pequeño homenaje a la “señorita”.









 




                                                      

13 comentarios:

Anónimo dijo...

No se en que piensan los señores que dirigen Tharsis.
Desmantelan la historia, venden el patrimonio, impiden a quienes quieren saber el acceso a los archivos...es dificil comprenderlos.
Deligny sin una calle! D. Pablo Ellis (el último inglés) fallecido sin un reconocimiento,que los más jóvenes no sepan porqué Tharsis se llama Tharsis...en fin.
Nadie tiene derecho a secuestrar la historia de su pueblo. Pues eso, que no se que pretenden.

Anónimo dijo...

Pues llevas toda la razón,con el dinero que han gastado en tantas "estatuas" lo tenían que haber empleado para hacer un monumento,al Señor Deligni,que es la referencia de nuestro pueblo minero, que da pena ver esas máquinas expuestas para todas clases de gamberradas,pero ¡¡claro para eso tendríamos que tener un alcalde con menos cabeza y más cerebro, no se le puede pedir peras al olmo.

Anónimo dijo...

solo os preocupais de las estatuas y los nombres de las calles, yo pienso que ese libro de obreros despedidos en lugar de tenerlo un particular en su domicilio, deberia esta en un lugar publico que para eso es del pueblo.

Anónimo dijo...

Que bien hombre, ese libro es del pueblo y el patrimonio que habeis destruido no era del pueblo. Que lugar publico, el Museo, que lo teneis cerrado. Cuanta hipocresía señor.

Anónimo dijo...

Pues si nos ponemos asi en vez de preocuparnos tb de donde tiene que ir el libro de despidos,mejor pensemos en las personas que hay en nuestro pueblo pasando dificultades para llegar a fin de mes y para tantas personas como hay en el paro (porque en uno de los sitios donde siempre se ven las mismas caras,es en el ayuntamiento)y pienso que todo el mundo tenemos derecho!

Anónimo dijo...

Esto es para "reventar"el libro tenía que estar en el museo,y lo dicen los que se an cargado todo lo que precisamente tenia que estar en un museo como el mayor tesoro de todos los tharsileños,¡¡Que poca vergüenza!!

Anónimo dijo...

Para amigos de tharsis:Me encanta todas las historia que contais y sobre todo las fotos, me llevaria viendo fotos antigua todo el dia, y daria lo que fuera por cerrar los ojos y vivir aunque solo fuera un ratito aquellos tiempos.Tambien deciros que tengo que reconocer que no me gusta leer, pero cuando veo alguna hitoria de aquellos tiempo leo y leo sin cansarme. Gracias por dar a conocer todo aquello, y no dejar de poner fotos, por que veo en esas persona felicidad , con la mitad de las comodidades que nosotros.

Anónimo dijo...

Despues de leer y recordad a LA SEÑORITA, tengo que decir que comparto la opinion del cometario del 24/11/11 conociendo la historia de THARSIS. En el año 1985 tuve la suerte de conocer personalmente a LA SEÑORITA .Dos veces a la semana hiba a prestarle el servicio de peluqueria y belleza,con su envejecimiento aun era unica merecedora y razones que tenemos los tharsisleños/as para que fuese compesada con un monumento.Y por ultimo deciros que siento una tremenda pena de ver lo que pasa en este pueblo.Pero recordaros que la union hace la fuerza ¿verdad? un saludo. llegar historia asi

Anónimo dijo...

Dos preguntas a los Amigos de Tharsis. ¿Sería posible una segunda publicación de los Apuntes Históricos de Deligny? ¿cuanto costaría?
Una petición al Ayuntamiento:si no es demasiado cara porque no la financiais y la regalais a los niños del cole?

Anónimo dijo...

Hoy por casualidad,he podido leer unos papelotes de esto de tribuna socialista que me he tenido que reir el alcalde hace una serie de preguntas que todas son de esas que se hacen para distraer al personal y no se acuerden de todo lo que tienen pendiente,y la que mas gracia me ha hecho después de decir---un montón de preguntas que es él el que tenía que responder dice una que ya es la repera dice---¿hemos recuperado nuestro patrimonio?,pero tonto del culo!!como lo vamos a recuperar si tu lo has vendido!!y otra pregunta tienen viviendas los jóvenes de tharsis? pues nunca ningún alcalde hizo por los jóvenes más viviendas que cuando estuvo diego y sin cobrarles el terreno a nadie pues yo fuí uno de los afortunados y muchos de ustedes,¡¡que tenemos memoria!!como vais hablar--qué creeis que en tharsis somos tontos??

la ultima graja dijo...

Me parece paradogico como lo que para unos,deberia ser un idilico paraiso,para otros es la cueva de Ali Baba....

Amigos de Tharsis dijo...

Para el anónimo al que le encanta las historias que contamos y sobre todo las fotos, a quien damos las gracias por su apoyo. En la columna derecha del blog puede acceder a los distintos álbumes de fotos. En cuanto a publicar más fotos, sería interesante que la Hermandad de Santa Bárbara permitiera el libre acceso al enorme archivo que tiene que poseer. Todos los años que lleva publicándose la revista de Santa Bárbara se incluyen muchas fotografías donadas por los vecinos, y que después de tantos números editados habrán reunido una extraordinaria fuente documental. Saludos.

Amigos de Tharsis dijo...

Con respecto a la publicación de los "Apuntes Históricos", el problema es hacer una tirada mínima, de alrededor de 300 ejemplares, para que el precio rondara los 3 euros. Estos datos son aproximados, para más seguridad habría de consultarse. Lo más económico es imprimirlo desde nuestra página. Saludos.