viernes, 23 de abril de 2010

SOBRE EL CIERRE DE LA REVISTA "THARSIS"



Aunque el paso del tiempo nos hace olvidar algunas cosas, solemos rescatarla de nuestra memoria cuando alguien, o algo, nos la vuelven a recordar. Esto es lo que nos ocurrió el pasado día 27 en la conmemoración del 41 aniversario del Club Juvenil, que hablando entre nosotros recordabas algún hecho ocurrido en aquella época que tenias algo olvidado. Es lógico, en cada uno se quedan grabados unos acontecimientos más que otros, dependiendo, entre otras cosas, del grado de implicación, de la actitud y sensibilidad, etc.

Gracias al artículo que nos remite Uno de Tharsis, nos ha hecho recordar la relevancia que tuvo la revista THARSIS. Desde luego quienes en aquella época rondábamos los 18 años teníamos también inquietudes, ganas de manifestarnos y de opinar. La apatía, la indolencia, o más modernamente el pasotismo, no iba con la mayoría de nosotros. No hicimos ni más ni menos que lo que teníamos que hacer, con pocos medios pero desbordando energía. Algo distinto a la juventud de hoy, con muchísimos medios pero sin tanta energía.

Aunque todas las comparaciones son odiosas ni hay una juventud mejor que otra, sí es cierto que el aprecio por la libertad y la satisfacción por ejercerla no ha motivado a todos los jóvenes por igual, ni antes ni ahora. Tanto se puede justificar no querer o no poder ejercitarla antes, como se puede argumentar para no hacerlo hoy.

Lo cierto es que en nuestro deseo de manifestarnos escribiendo, pudimos contrariar a algunas personas que tenían distintos puntos de vista. Esto, que nos parecía de lo más normal y democrático, se acabó brusca y momentáneamente, por un tramite administrativo.

Creímos, y si no decidimos tirar para adelante, que por el hecho de estar constituidos como Tele Club se nos permitían algunas licencias: Organizar charlas, teatros, bailes, una revista, etc. Si en aquella época nos hubiera inspeccionado la SGAE poco de esto se hubiera hecho, so pena de millonarias sanciones.
Así empezamos editando THARSIS, donde por cierto, se publicó algún artículo de denuncia que la Compañía optó por solucionar. En 1971 se nos obligó a legalizarnos, tramite que nos costó 10.000 pesetas y nos permitía seguir publicando. Lo que parece que no continuó por mucho más tiempo fueron las ganas de escribir y opinar. La emigración llamó con fuerza en Tharsis y respondieron la mayoría de jóvenes.

Os dejamos el artículo en cuestión:


             
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Corría el año 1969, la primavera empezaba a abrir sus ojos y un grupo de jóvenes de Tharsis veían la necesidad de reunirse entre ellos para dialogar, analizar problemas de futuro, salir de la monotonía, en fin “hacer algo”. Pero para ello necesitaban un local donde reunirse. La Compañía se encargaría de este problema y les facilitó una vivienda que había quedado vacía en la calle Calderón; después de los arreglos pertinentes quedó todo listo y nació el CLUB JUVENIL que creo que también se conocía por el TELE-CLUB. Como es lógico y propio en estos casos los chavales celebraban en dicho local sus charlas, sus reuniones, sus bailes amenizados por aquellos tocadiscos de aguja sobre discos de vinilo, sus teatros y como lógico y normal la edición de una pequeña revista a la que bautizaron con el nombre de THARSIS que saldría mensualmente pero este detalle no lo recuerdo con exactitud. En esta revista se plasmaba las inquietudes de estos jóvenes, sus problemas, logros obtenidos, sus vivencias y todo aquello que tuviese interés para pasar al papel impreso. También hicieron algunas entrevistas a médicos, sacerdotes o a cualquiera otra persona de relevancia en la mina. Y es aquí donde me paro y voy a dar “marcha atrás”

Poco antes de estos hechos había llegado a Tharsis una Asistenta Social (de cuyo nombre no puedo o no quiero acordarme). Supongo que vendría contratada por la Empresa para estar al servicio de sus obreros y en la solución de sus problemas, cosa un tanto paradójica porque la única que arreglaba lo que hubiese que arreglar era la Compañía y sus arreglos eran más bien escasos y en todo caso en su propio interés. Y punto. Esta joven empezó con su trabajo un tanto animada (cosa normal cuando se tiene un puesto de trabajo nuevo) pero al poco tiempo “se le vio el plumero”. Cambió el bienestar y la opulencia de Pueblo Nuevo por la precariedad y la miseria de los cuarteles. Creo que usted me entiende. Y he aquí que llega un día en que estos jóvenes le hacen una interviú. Esta joven Asistenta no lo dice cantando pero si rezando que en Tharsis se ganan buenos sueldos pero son las amas de casa las que no tienen “gobierno” o lo que es igual “despilfarran”. Al leer estas declaraciones el vello se me puso de punta, la ira me subió no se cuantos grados y de la cólera para qué contaros. No esperé a más y, máquina de escribir en ristre, contesto a esta joven. Le hago saber que las amas de casa de Tharsis, sin saber matemáticas, tienen que hacer juegos malabares para poder llegar a fin de mes. En cualquier vivienda donde hubiera un par de hijos y si contamos también a la abuela la suma necesidad se palpaba. Y de esto el que suscribe sabe un rato largo pues debido a su trabajo tuvo que visitar una por una todas las viviendas de Tharsis en multitud de ocasiones. Era tanta la paupérrima situación de muchas familias que me trae a la memoria las estrofas finales de un fandanguillo que dice:



tu casa es igual que la mia
un paraguas, media mesa
y cuatro sillas partias.



Le hago a esta joven una proposición y la conmino a que tome el sueldo de cualquier obrero con un par de hijos y que trate de llegar a fin de mes “despilfarrando” como ella deja entrever. Ni que decir tiene que ni me contestó ni aceptó mi proposición.

No se exactamente por qué medio llegó a manos del Gobernador Civil de la provincia una copia de la revista. Nuestra primera autoridad no lo dudaría dos veces y de un solo plumazo eliminó para siempre la edición de dicha revista. Mi escrito no pudo pasar el fino tamiz de la censura franquista. Y es que, amigo lector, en esa época… SOPLABAN OTROS VIENTOS.


Uno de Tharsis.



P.D. No ha sido nunca plato fuerte para mí dejar un escrito sin firmar. Pero esta vez quiero permanecer en el anonimato y lo he hecho adrede para que usted, querido lector, ponga su coco a trabajar y averigüe quien soy. Para ello le doy dos pistas.

1) En el escrito digo que debido a mí trabajo tenia que recorrer las viviendas de Tharsis una por una.

2) No vivo en Tharsis


Saludos a todos los tharsileños de buena fe.

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