CAÍDA DEL MURO

Hoy día es imposible evadirse a los acontecimientos que ocurren en cualquier parte del mundo. Toda la información se transmite instantáneamente por los diferentes canales, llegando al momento a cualquier lugar. Es el receptor, la persona, quienes tenemos, o se supone, la capacidad de evaluar la importancia de cualquier información.

Dos noticias nos han llamado la atención esta semana. Una, el secuestro del Alakrana, nos llena de indignación, porque mucho nos tememos que este gobierno acabe revolcándose por el lodo del descrédito para continuar siendo el hazmerreír de la comunidad internacional. Cuantas más cosas vamos sabiendo del secuestro, más comprobamos que estamos en manos de un gobierno inútil, y de una oposición inútil. Si finalmente los terroristas se salen con la suya, de cobrar el millonario rescate y que excarcelemos a los piratas detenidos; el mensaje que lanzamos a los distintos grupos terroristas, de narcotraficantes, de mafiosos, o de sicarios que nos han llegado de todas partes del mundo, es bien claro: extorsionar al gobierno español sale gratis y rentable.

Poco cabe esperar de un ZP acobardado, amante de la rendición preventiva, que dé ningún puñetazo en la mesa. Ni mencionarle la palabra "Entebbe", que deteriora su miserable progresía. Y menos, esperar alguna acción de nuestras fragatas que patrullan por el Índico, con un ejecutivo fiel a la consigna: “prefiero que me maten a matar”, Bono dixit, salvo que las secuestren también.

Pero hablemos de la que, sin duda, está generando un saludable debate de ideas, criticas, repercusiones, e incluso experiencias. Nos referimos a lo ocurrido en la “Alemania Democrática” hace 20 años. Esto es historia, pero Universal.

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CAÍDA DEL MURO

Estos días se hace eco la prensa de la caída del muro de Berlín. Tal efemérides es conmemorada por muchos con una desvergonzada frivolidad, incluido el presidente del gobierno, Rodríguez Zapatero. Algunos equiparan su caída con la de una pared que impedía a los alemanes vivir unidos, cuando la trascendencia es infinitamente mayor.

El fracaso de una ideología que tiene a sus espaldas más de 100 millones de muertos, no se produjo con la caída del muro, ya se había producido mucho antes con “el telón de acero” alrededor de Rusia, y con la construcción del muro berlinés.

Hoy día aún nos jalean nostálgicos de aquel sistema perverso, empeñados que lo analicemos solamente por la bondad de sus propósitos, pero no por sus resultados; traducidos en perdida de libertad, miseria y muerte.

Lo preocupante a la fecha actual, después de años de oprobio, y de experimentar que la libertad es el bien más preciado del ser humano; es comprobar que anida en la mente y en los métodos de quienes ostentan todo el poder, imponernos la subordinación al Gran Hermano del Estado, el que ellos controlan y mangonean.
Ni siquiera se desmarcan de las tiranías comunistas que todavía perviven, la que aún hace sufrir a sus ciudadanos arrojándolos a la cárcel y la miseria, caso de Cuba. Muy al contrario, la justifican y la aleccionan.

La repercusión de aquel acontecimiento debió propagarse a cualquier rincón o pueblo, pero ya se han encargado los herederos actuales del fiasco, hacernos comulgar con nuevas mentiras. En su simbología no figura la hoz y el martillo, ni nos hablan de la dictadura del proletariado, pero siguen despreciando la libertad.

Y a decir verdad que en muchos sitios lo están consiguiendo, pues gobiernan desde sus despachos como auténticos tiranos, persiguiendo toda disidencia y repartiendo prebendas entre la nomenclatura, o entre adeptos declarados. Ocultan su admiración por la Alemania de Honecker y la Rusia de Stalin.

P.D.
Os dejamos también, en la barra de la derecha de la página, el acceso al inventario del archivo de la Compañía de Tharsis. Ya volveremos sobre este asunto.