viernes, 17 de julio de 2009

¿QUIÉN NO TEME NUESTRO CÓDIGO PENAL?




Informaba estos días la prensa sobre el incremento de la delincuencia en España. En nuestra Comunidad este incremento, según los entendidos, es bastante significativo. No aparecen sin embargo en estos datos lo que cualquier ciudadano sabemos: que hay cientos, miles de delitos, que no llegan a las Comisarías de Policía ni a la Guardia Civil, simplemente porque se comprueba que no sirve para nada. Quien no ha comprobado algún día que le falta el espejo retrovisor del coche, o los tapacubos, o la antena; aparte de la rotura de un cristal; que si no tiene suscrita una póliza que cubra estos desperfectos ni se molesta en acudir a denunciar.
Cuantos caso no sabemos de quienes se han visto envueltos en un accidente de trafico y quien lo ha provocado ni tiene asegurado el vehiculo, y a veces ni permiso de circulación. Pero como a los infractores no les ocurre nada serio, pues mañana mismo están en carretera tan panchos, hasta el próximo accidente. Les sale más barato que asegurar el vehiculo o sacar el carné de conducir.
Por ello nos causa risa lo que declaraba hace unos días el Ministro del Interior, Rubalcaba, referente a que nuestro Código Penal es “uno de los más duros del mundo” (póngase aquí la carcajada más sonora que sepan). Lo que el ínclito Rubalcaba, que en mentir hace décadas que se doctoró no aclara, es por qué llega a concluir que en España se paga un alto precio por delinquir en comparación con otros países (poner otra risa destornillante) cuando no hace una comparativa entre las sanciones que se imponen en otros países por delitos similares. Ello tiraría por tierra sus mentiras sobre la dureza de nuestro Código Penal. Si en lugar de acudir a los registro policiales nos preguntasen a la ciudadanía qué opinamos sobre el trato que se da a los delincuentes, seguramente la opinión generalizada que tenemos es que los malhechores entran por una puerta y salen, o se escapan, por otra. Sin querer recordar el trato que se les da a los asesinos y violadores cuando son menores de edad.
Existe una lógica que aplica cualquier país democrático en el trato con los delincuentes. Es tan fácil de entender que hay que ser muy retorcido para ignorarla: Todo aquel que atente contra la propiedad, la integridad física de las personas, o su libertad, hay que apartarlo de la circulación. ¿Tan difícil es de entender Sr. Rubalcaba?
Y no se lamente Ud que haya tantos delincuentes en las cárceles, desde luego no se les trata tan mal. Tienen espectáculos eróticos, fiestas, pases de cine, excursiones y salidas campestres, y todo tipo de actividades. Siempre será mejor que estén en las cárceles que campando por nuestras calles.

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