jueves, 26 de noviembre de 2015

El millón de toneladas y vida social. Y 2ª Parte

 


La apertura de nuevos tajos, donde la masa de mineral era bien extensa y se pudiera trabajar a cielo abierto, había embarcado a la compañía a mover grandes masas de estéril  y a la ubicación de nuevos vacíes donde depositar las cerca de 10.000 toneladas diarias. Esa cantidad se calculó moverla en dos turnos de trabajo. Se hizo necesario la construcción de algunos puentes para el paso de los camiones, entre ellos el que está junto al cementerio, y a la salida de la gasolinera.

Para movilizar tal cantidad de tierra se contaba con una flota de camiones de gran capacidad: “Euclid”, "Terex"  y " Aveling Barford".  También se adquirieron las excavadoras más grandes que han entrado  en servicio, la 150 Ruston Bucyrus. 

Es que en los años 60 se hablaba del proyecto, "La Gran Corta", que era la unión a cielo abierto de Filón Norte y Sierra Bullones.

Esto trajo consigo el desplazamiento de la población de lo que se consideraba "zona peligrosa", estableciéndose un perímetro de seguridad de 200 metros. Desapareciendo así lugares antiguos y bulliciosos  que habían constituido el centro del pueblo: Casino viejo, Correos, Escuela Grande, Corralón.

En aras de esta gran explotación desapareció el sendero más tradicional y concurrido para acceder a Talleres o la Estación, Vista hermosa. En sus alrededores se había depositado el estéril que en trabajos anteriores se extrajo de Filón Norte, quizás por una mala planificación a largo plazo.

Las excavadoras, y los nuevos camiones,  dejaron en poco tiempo expedito el terreno para explotar la nueva masa de mineral, que llamaron San Guillermo, en homenaje a D. Guillermo Rutherford.
 
La modernización que asume la empresa en esta década, no sólo tiene que ver con la adquisición de maquinaria, locomotoras, vagones o excavadoras; se mejora igualmente el trazado ferroviario, para que las Alsthom puedan arrastrar más carga. Los nuevos vagones Gregg, con frenos hidráulicos, acabaron, afortunadamente, con el trabajo de guardafrenos.  Se reconstruyen algunos puentes, que como el de Río Meca, el más largo del recorrido,   tenía cerca del siglo.

Esto se recuerda, al igual que con el millón de toneladas, con otra medalla conmemorativa que se entrega a quienes trabajaron en el ferrocarril. La obra de reconstrucción de este puente, llevada a cabo entre 1965-1966, la tenemos recogida en fotografías que ya hemos publicado aquí.
https://www.facebook.com/195436457219216/photos/a.407265972702929.1073741825.195436457219216/755709931191863/?type=3&theater

 
VIDA SOCIAL

Los “cuarteles" y las 18 modernas  viviendas construidas en Tharsis a comienzos del siglo XX, “Casas Nuevas”, tenían un problema, que no disponían de agua corriente ni de cuarto de aseo. Para  "esas  necesidades", se habían construidos las letrinas públicas, que estaban distribuidas por el pueblo, con una puerta de acceso para hombres y otra para mujeres. Con un sistema de cisterna voluminoso, que iba descargado el agua regularmente. 

Se acometieron obras para que el agua llegara hasta las casas. Se construyeron cuartos de aseo en una de las dependencia. Con ello empezamos a abandonar un utensilio bastante  habitual, la escupidera. El agua se suministraba por gravedad desde el nuevo depósito que se había construido en la “Posá”. El del cabezo Madroñal se construiría unos años después, pero el agua venia igualmente del Lagunazo. Las últimas viviendas construidas hasta finales de los 50: Doctor Fleming, Plaza San Benito, José Antonio, o General Franco, se construyeron ya con aseo.

En Alosno  se comienza la construcción de viviendas para los obreros. El reclamo para que se trasladara la población no era sólo el avance de la “zona peligrosa”, también que las viviendas podían ser adquiridas por los inquilinos, y esto no se contemplaba en Tharsis.

Los obreros comienzan a disfrutar de autobuses para el desplazamiento a los puestos de trabajo.

En 1965 se habían alcanzado la producción de 839.000 toneladas, faltaban cuatro años para llegar al millón, pero ese año el gobierno decreta la posibilidad que los mineros mayores de 60 años se pueden jubilar, a lo que se acogen 140 trabajadores. 

 
EPÍLOGO

Este importante auge en la actividad minera que se inicia con los Velge y Vega de Seoane, al acumular la mayoría del capital de la Compañía, tiene continuidad en la década siguiente, pero con fluctuaciones que ya hacían presagiar el gran declive que se produciría en los 80.

A principio de los 70 se era optimista en la creencia que el trabajo no iba a faltar en muchos años. La empresa convoca dos puestos de trabajo para el departamento de investigación, al que nos presentamos algunos jóvenes.

Los seleccionados, Bartolomé Rodríguez y Paco Gallardo, comprobaron dos años después, en 1972 que les rescindieron el contrato, que la situación iba a empeorar, al  declarar la empresa que había entrado en crisis.

Fue la década en que muchos vimos la posibilidad de la emigración: Madrid, Barcelona, Alemania.

Los 80 acabaron de sentenciar la situación. La pirita se cotiza a muy bajo precio en el mercado internacional. El azufre, siendo esencial para la industria química en fertilizantes, colorantes, explosivos, etc.,  que las piritas de Tharsis lo contienen en gran proporción, encuentran un fuerte competidor con las petroquímicas, al constituir un subproducto del petróleo.  Aunque en esa década, la empresa, de acuerdo con los trabajadores y para rentabilizar la inversión en maquinaria, dispone en 1983 el desplazamiento de una parte de la plantilla, junto a doce camiones, motoniveladora y coches de apoyo, a una mina de carbón en Galicia, Puentes de García Rodríguez, allí permanecerían 7 meses.

Al regreso, la situación se había agravado más y dan comienzo las prejubilaciones y las movilizaciones. En 1999 circula “El último tren” de mineral.

FIN
 
P.D.
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