En nuestra última entrada
completamos el documento de 1871 sobre la organización del ferrocarril de
Tharsis. Aunque fue el segundo ferrocarril de la provincia, por detrás de El Buitrón
- San Juan del Puerto, los problemas surgidos en una obra de tal envergadura
impidieron que la llegada a Corrales desde Tharsis se inaugurara antes que el
tráfico hasta San Juan del Puerto.
Ese periodo de adaptación a una
nueva actividad profesional, la ferroviaria, marcaría un importante cambio en
la vida del poblado. Adaptarse a nuevos oficios para quienes solo tenían
experiencia en trabajos agrícolas, significaba todo un reto. Al igual que para
la Compañía lo suponía la lejanía de los
centros industriales y la necesidad de
capacitar a cientos de trabajadores para los distintos oficios que requerían el
ferrocarril.
La línea de Tharsis debía estar
terminada el 1 de enero de 1869, así se lo hacía saber la Compañía a la empresa
constructora, advirtiéndole que el no cumplimiento de esta fecha le obligaba a
devolver dos locomotoras que utilizaban en calidad de préstamo.
Como en cualquier trazado
ferroviario, sobre el paisaje que se proyecta el tendido se ejecutan obras de
acondicionamiento: cavar trincheras, nivelar el terreno, construir
puentes, terraplenes y alcantarillados. Además de estaciones, pasos a nivel, etc., y dotarlos
de personal. El de Tharsis tuvo una dificultad añadida, pues aunque la
terminación de las obras se firmó el 9 de mayo de 1869, desde Enero se habla de
accidentes en la línea. En carta dirigida por el jefe de explotación al
director en Tharsis, Alfonso le Bourg el 12 de febrero, se describen más de 25
descarrilamientos. (Esto lo relata Checkland en su libro, afirmando que el
ferrocarril es donde más siniestros se producen). Se acuerda proponer al contratista del
tendido, que cambie los raíles del sistema Griffin por el sistema Vignoles.
Esta queja se acompañaba del presupuesto para este cambio.
Si la construcción del
ferrocarril trajo empleo y bienestar a muchos pueblos, por la cantidad de mano
de obra en su construcción. La carga y descarga del mineral, donde decenas de
trabajadores con espuertas y carretillas, trasladaban el mineral desde los
vagones hasta las barcazas que lo conducían a los vapores fondeados en aguas
más profundas; para otro colectivo de obreros menos numerosos, el ferrocarril
supuso el fin de una actividad ejercida durante generaciones, y hubieron de
adaptarse a los nuevos tiempos: carreteros, muleros, y dueños de reatas,
tuvieron que cambiar de ocupación, ya que el medio de transporte más rápido y
moderno de la época acabó prescindiendo de las más de 2000 caballerías desde la
época de Deligny.
Aunque el transporte en carretas
se siguió utilizando en la mina del Lagunazo para recibir algunos suministros
desde Huelva. Y es que la construcción del ramal Tharsis-Paymogo-Beja, en el
que confiaba Deligny, fue finalmente rechazado.
El ferrocarril hasta el Puntal de
la Cruz se inaugura en 1871, exclusivamente para el transporte de mineral. En
su trazado no se tienen en cuenta los núcleos de población, sólo el menor
recorrido y salvar los accidentes del terreno, por ello las estaciones que
atraviesa quedan lejos de Alosno, San Bartolomé, o Gibraleón. Esto dio lugar a
reivindicaciones y protestas pidiendo a la Compañía que permitieran el
transporte de viajeros, lo que se consigue en 1881. Este acontecimiento tenía
un promotor destacado, Francisco Limón Rebollo, alcalde de Alosno, gobernador
de la provincia, y juez que siete años más tarde juzgaría al director de
Tharsis, y al director de Lagunazo, por el daño que causaban los humos
sulfurosos de las teleras.
En septiembre de 2009 ya publicamos
una introducción sobre el ferrocarril de Tharsis. Al rescatar un reportaje
aparecido en La Provincia, que publicamos en varias entregas, sobre la apertura
provisional para viajeros. Y
pueden ver aquí. (lleva unos instantes que se cargue el PDF)
Continuará…
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