Los años 60 marcaron una nueva
trayectoria en la actividad minera de Tharsis y en la vida del pueblo. Si fue la Compañía escocesa la que
durante más tiempo se ocupó de la explotación de Tharsis, en 1963 el belga
Antoine Velge se haría con un importante
paquete de acciones, que unido a la de un socio español que representaba el Sr.
Vega de Seoane, acumularon el 60 % del capital. Esta información ya la hemos publicado
aquí por gentileza del profesor Pedro
Pereira Leite recogida en su trabajo: “Foto-biografia de Frederic Velge” http://www.academia.edu/409485/Frederic_Velge_Fotobiografia
Si la Compañía que inició los
trabajos de Tharsis fue la francesa que fundara Deligny en 1853, trece años
después pasaría al control de la Tharsis
Sulphur que la mantuvo casi durante un siglo.
Este nuevo cambio a capital
mayoritario belga y español, trajo
también al alemán Carlos Strauss como Director General, que se mantuvo hasta la
última y definitiva crisis minera de los años 80 y la posterior constitución de
la Sociedad Anónima
Laboral.
En esta década se produjeron
importantes cambios en el sistema de
producción de la empresa, como el abandono de la locomoción a vapor y la
consolidación definitiva del diesel eléctrico. Las más representativas de estas locomotoras
fueron las Alsthom, que se mantuvieron hasta el cierre de la mina y que según
refieren dieron muy buen resultado. El vapor se seguiría utilizando unos años
más, pero el transporte de mineral a
Corrales desde Tharsis o desde la
Zarza , lo asumieron las Alsthom.
Este repunte económico, quizás el
más importante del siglo, tuvo su repercusión en el casi pleno empleo que se
disfrutaba. Con el aumento de la población, donde la escasez de viviendas fue paliada en parte con la ocupación de los
huertos.
En el aspecto social también se
propiciaron cambios. La juventud se unía para fundar el Club Juvenil y creaba
un órgano de difusión a través de la
revista “Tharsis”, donde se recogieron inquietudes y proyectos de los jóvenes.
Se organizaron excursiones, bailes, grupo de teatro, y sobre todo un lugar de
encuentro donde cabíamos todos, y todos nos implicamos en mayor o menor medida.
Se repartieron cargos y tareas. He aquí
los componentes de una Junta Directiva.
-Presidente. Carmelo Palma Orta
-Vice Presidente. Juan Marquez Farelo-Vice presidenta. Celestina Rodríguez González
-Secretario. Mari Carmen Salamanca Caro
-Tesorero. José Gómez Ponce
-Bibliotecario. Mary Rodríguez Macías
-Delegado de Juegos. Juan Vázquez Suárez
-Delegado de Música. Manuel Álvarez Rodríguez
-Delegado Artístico. Francisco Gallardo Gutiérrez
-Delegado de Deportes. Luciano Rodríguez Márquez
-Delegado de Marchas. Dolores Álvarez González
-Delegado de Limpieza. Marina Gómez Alfonso
-Delegado de fichas. Juana Mora Domínguez
-Delegado del Local. Carmelo Forero Martin
-Delegado de la Parroquia. Aurelio Orta Zamorano
Aunque en 1961 ya se concedían las becas del PIO (Patronato
de Igualdad de Oportunidades), en Alosno se puso en marcha la Academia Cervantes.
Centro municipal que venía a cubrir la segunda enseñanza, que tanto en Alosno
como en Tharsis no estaba cubierta. Para los exámenes de fin de curso acudían
los profesores del Instituto de la
Rabida en Huelva. Unos años después pasaría a llamarse
Colegio Libre Adoptado de Segunda Enseñanza, reconocido por el Ministerio de
Educación y Ciencia.
En sus comienzos, muchos lo
recordamos, nuestras madres tenían que preparar dos “canastos”, uno para
nuestros padres y el nuestro, para que a la hora del almuerzo acudiéramos a
casas de vecinos de Alosno con los que nuestros padres, por amistades en el
trabajo, habían acordado que fuéramos
nosotros a comer.
El trayecto hasta Alosno lo hacíamos en la “camioneta” Damas, que
esperaba en la parada de Correos, en la Calle Calderón. Allí acudíamos con libros y canastos. Esperábamos
que el chofer y Gonzalo se entonaran en el bar de Valle, que en los días de
invierno tenia encendida la chimenea y si hacia falta sacaba la guitarra.
En estos viajes llegamos a
coincidir con trabajadores de la
Compañía que acudían a Huelva porque se habían promocionado
para el carné de conducir, al igual que otros se promocionaron para mecánicos o
para electricistas.
En esa década también se
modernizó otra maquinaria de la empresa que hizo posible alcanzar el millón de toneladas.
Continuará…
P.D.
La fotografía de la medalla aquí puesta, no es la que entregó la empresa a los
obreros en 1970 por haberse alcanzado el año anterior la exportación del millón
de toneladas, pero es que no hemos podido localizar una original.
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