Según el cronista oficial de
Huelva, Díaz Hierro, la simpatía popular a Santa Bárbara es antiquísima,
relacionada con las peregrinaciones medievales a Santiago de Compostela, pero
su devoción por los mineros fue muy posterior. Argumenta, que desde muy antiguo
se invocaba a Santa Bárbara para protegerse del peligro de rayos, centellas, y
terremotos; y que al ser reconocida como abogada de esos peligros naturales y
más parecidos al que producen los cañonazos, o la explosión de los depósitos
donde se almacena la pólvora, recurrieron a ella los militares del cuerpo de
artillería. Explica igualmente, que por el uso de la pólvora que hacen los
mineros, y el del riesgo que corren, fue aceptada por ellos como protectora.
Las primeras procesiones en Tharsis
de la patrona de los mineros, tal como recuerdan nuestros mayores, partía desde la ermita de Pueblo Nuevo,
bajando la difícil pendiente, y después de pasear por el pueblo volvía de nuevo
a la ermita. Pero esta primera iglesia católica de Tharsis, que asaltaron en la Guerra Civil y
destrozaron todo lo que había, se quedó pequeña para acoger a los fieles que
acudían a procesiones y actos religiosos, trasladándose a la Escuela Grande , a
la clase de Doña Pepita.
En 1954 la Compañía se compromete a
construir una nueva ermita, aunque primero lo hace en Corrales, inaugurándose
en 1956. En Tharsis se coloca la 1ª piedra en 1958, con la visita del obispo
Pedro Cantero y se proyecta con vivienda para el párroco y salón destinado a Cáritas.
A esa nueva ubicación se acostumbró el pueblo, que desde entonces
acompaña a la virgen cada 4 de Diciembre. Aunque otros pueblos del entorno: El
Perrunal, Herrerías, La Zarza, Santa Bárbara; celebran la procesión el fin de
semana para propiciar la participación. Hasta que una segunda ermita fue
construida en el Barrito y su celebración se duplicaba, pero acomodándola al
calendario
Cándido Maestre escribía esto en
el diario Odiel en 1958:
No hay un solo minero que en esta fecha deje de acompañar a la Patrona a la blanca ermita
circundada de esbeltos e innumerables pinos que ofrecen excepcional perfume.
Toda la población, sin excepción alguna se da cita en la hermosa colina para
rendir pleitesía de amor y de fe a la virgen y mártir de Nicomedia. La empinada
cuesta que conduce al monte se hace prácticamente soportable y es, sin duda,
que la devoción y amor a la
Santa allana las dificultades del terreno. Desde aquel
recinto, ofrecedor de bellos paisajes compuesto por extensas llanuras y campos
ubérrimos, y esencialmente cuajado de leyendas históricas…
Felicitamos a todos los que
celebran esta festividad.
Os dejamos el primer vídeo que colgamos
en YouTube, hace 4 años
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